2º día – ¿Dónde está la vida?

¿Dónde está la vida?

Hoy ya es el 2º Día del Ayuno, Ser Uno con Él, y tengo la certeza de que tienes un objetivo firme y que estás enfocada en él, alcanzarás lo que deseas.

“La vida estaba en él y la vida era la luz de los hombres. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecerán contra ella.» (Juan 1:4-5)

Tú que te incluiste en estos 40 Días del Ayuno de Jesús, obviamente, estás en búsqueda de algo que te de vida. Tal vez tienes llevas muchos años en la iglesia, o, quien sabe, llevas poco tiempo. Pero te falta algo que te renueve, que despierte tu fe, que te haga tener experiencias con Dios; no experiencias antiguas, de años pasados, sino actuales.

A veces, te encuentras muerta espiritualmente, o acomodada. Estás apta para hacer la obra, el trabajo físico, la oración, tal vez el ayuno, pero no tienes la misma disposición para tener el carácter de Jesús; para ser una persona de valores, de principios. Y por eso, en tu relación con Dios, te quedas, «fría». Y grata por lo que Él hizo en el pasado, pero, en tu día a día, no hay novedad.

Debes concordar conmigo, que en cualquier tipo de relación, hay una sintonía, y siempre debe existir algo nuevo, no exteriormente, sino en el interior. Ahí brota la vida y el amor verdadero, cuando estás atenta a ti misma…viéndote, observándote. Y cuando te sientes amada, perdonada, no quieres cualquier cosa, ¡sino mucho más! Fue así, cuando me casé: Al principio, estaba apasionada por Julio, pero, paralelamente, ¡era egoísta! Tenía muchos celos, era insegura. En mi relación existía algo más personal, egocéntrico, y no de entrega.

Hacía las cosas para él con amor y cariño, pero nuestra relación comenzó a estar mucho mejor cuando empecé a mirar para mi misma, y, en ese momento, vi su amor, su paciencia, el perdón, la misericordia.

Muchas personas están agradecidas por lo que aconteció hace muchos años, pero no existe nada nuevo en relación a si mismas, no se renuevan. La relación con Dios, por medio de la fe y el sacrificio, se volvió aburrida para ellas.

La vida está en Jesús, y la vida es la luz de los hombres, la dirección. ¿Qué hace la luz? Ilumina, vuelve las cosas visibles. Enciende, y nada permanece en la oscuridad delante de ella. ¡La luz revela todo!

Tú que estás en estos 40 Días, y deseas ser Uno con Él, observa y sé sensible a ti misma. Porque ¿de qué sirve revelar todo lo que veo sobre ti, cuando ni tú misma te has dado cuenta? Cuando dependes de lo que yo te digo para cambiar, es como si esperases oír de alguien una definición. Pero eres tú quien debe reaccionar y reflexionar sobre tu situación.

Por eso, es importante que te ayudes a ti misma. ¿Cómo? ¡Reflexiona solita! Piensa en ti misma, y observa tus acciones, actitudes, carácter, voluntad. ¡Esto es tu ser! Cuando no consigues discernir lo que esta errado en ti, obviamente, no existe luz, no ves nada, está oscuro, estás perdida y en duda.

Como muchas personas se encuentran: No tienen dirección, saben que no están de acuerdo con la Palabra de Dios, por que su vida es un «agua estancada». No hay novedades, no rebosa agua viva.

«La vida estaba en Él y la vida era la luz de los hombres«

La vida existe cuando se empiezas a ver; a través de la Palabra de Dios, de los consejos, etc., la luz. Y cuando se refleja en ti misma, reparando tus acciones, así estarás utilizando una fe inteligente. ¡Yo no voy a ver por ti, serás tú, a través de sus ojos!. Y esto es lo que funciona: ¡cuando veas tu situación!

«La luz resplandece en la tinieblas, y las tinieblas no prevalecerán contra ella»

El error, el engaño, la mentira, todo lo que te ha impedido, no puede prevalecer contra ti, cuando existe luz. ¡A partir de ahí, hay verdad!

No ves la situación de sentirte culpable o acusada. ¡Negativo! Pero la luz revela los errores, imperfecciones, que te han hecho quedar estancada en la fe. ¡Y no es para ofenderte, sino para resolver el problema!

La palabra de Dios es como una espada de dos filos, que separa. No puede ser siempre lo mismo … es decir, si tú eres sensible y, después de escuchar, permites, que en tu día a día, esto haga una diferencia en tu comportamiento y actitudes.

Quiero leer vuestros comentarios y saber qué estás viendo. Tu puedes poner solo tu primer nombre, pero después de oír y meditar, te pido que escribas lo que has visto a lo largo de estos años, de tu fe, de tu conducta, la razón para hacer estos 40 días. Pues, una vez que escribes, habla sobre algo que has pensado y deja registrado tu objetivo.

No sólo oigas, toma las actitudes relativamente a lo que has recibido.