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25º día – Lo que ocurre cuando se manifiesta la fe
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“Entonces Jesús, alzando los ojos y viendo que una gran multitud venía hacia El, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero decía esto para probarlo, porque El sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo a Jesús: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos? Jesús dijo: Haced que la gente se recueste. Y había mucha hierba en aquel lugar. Así que los hombres se recostaron, en número de unos cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada. Los recogieron, pues, y llenaron doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver la señal que Jesús había hecho, decía: Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo. Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte El solo.” (Juan 6:5-15)
Hubo una multiplicación, todos conocen está historia. Pero quiero llamar tu atención a lo siguiente: El Señor Jesús preguntó a Felipe, dónde comprarían el pan para alimentar a tamaña multitud. Primero, Él ve las necesidades de las personas, y, después, pregunta, como preguntó a Felipe, según las necesidades, ¡¿dónde está el “pan”?! La fe, lo que nos alimenta, motiva y nos renueva… ¡lo que nos hace salir de la acomodación, a lo sobrenatural!
Si estamos pasando por una dificultad, problemas de salud, problemas familiares, sentimentales, ¡quien tiene que dar soy yo! Y ¿el qué? Eso que nos va a “alimentar”.
No podemos simplemente mirar a la situación, estar delante de la necesidad y continuar indiferentes.
Oyes la Palabra de Dios, lo que el Señor Jesús hizo, la multiplicación de los panes y los peces, para más de cinco mil personas, y esto se tiene que traer a la existencia a nuestra vida.
“Entonces Jesús, alzando los ojos y viendo que una gran multitud venía hacia El, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que coman éstos?”
En realidad, ¡Él preguntó para ver la fe de Felipe! Y la de él, estaba en lo natural. Igualmente, esta es la situación de cualquier ser humano, cuando no está en el Espíritu; cuando no existe una indignación en contra del problema. Ves todo de forma “normal”: “Ah, todos pasan por situaciones difíciles; todos tienen algún problema…”. Pero, cuando existe una creencia, rehusándonos a aceptar lo que para el mundo, es aceptable.
“Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo a Jesús: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?”
Cuando Andrés se refirió al muchacho, preguntó, cómo haría para dar aquella cantidad de alimento, a tantas personas… Y, lo que Dios necesita es apenas un poco. Y, todos nosotros, por más »pobres» que seamos, tenemos siempre algo para dar. Aquel muchacho dio todo lo que tenia.
Antes que el Señor manifestase Su poder en la multiplicación, hizo participes a sus discípulos. El quiere que tu participes del milagro; que no te quedes solo »aplaudiendo» a las personas beneficiadas, ¡sino que participes de esa fe, que esta dentro de ti!
»Pero tengo miedo; recelo de creer, por que no se que será de mi mañana…». Respecto a eso, tienes que »renunciar» a tu miedo.
Todos sienten miedo en algún momento, pero los que son dominados por el mismo, que es lo opuesta a la fe, son los fracasados, los frustrados.
Cuando existe una creencia en Dios, sobre todo en ti, que estás en la Iglesia y has participado de los testimonios, leído los blogs, oído los audios de la cuarentena, has recibido, la Palabra de Dios, un divisor, que te reveló todo lo que tienes que hacer. Ahora, no puedes apenas ser consciente: »Ah, ahora va a cambiar, ya estoy viendo mi cambio…». ¡No! Tienes que perseverar hasta el fin, hasta que Jesús vuelva, manifestando la fe que está dentro de ti.
Aunque sea »poco”, es todo lo que tienes, comparándote con ese muchacho. ¡Dio todo lo que tenía!
Dios no es de confusión. Él no permite que acontezca el milagro, cuando estás de un lado para el otro, ansioso y preocupado, sino cuando tienes certeza de que el Señor Jesús va a resolver el problema, como ocurrió en la multiplicación.
“Jesús dijo: Haced que la gente se recueste. Y había mucha hierba en aquel lugar. Así que los hombres se recostaron, en número de unos cinco mil.”
El Señor Jesús agradeció por lo poco que tenía… ¿Y tú? ¿vives murmurando?: »Ay esta vida, que poco que tengo, este matrimonio…» Y, en lugar de » remangarte las mangas» para resolver la situación, ¡murmuras! Eso no es fe, cuando existe fe, hay actitudes para resolver la cuestión, como en el caso del Señor Jesús.
Primero Jesús cogió los panes y los peces, dio gracias. Cogió lo que tenia, y lo distribuyó. Y quien participó en esa distribución fueron: Sus discípulos. Jesús no hace el milagro solo. ¡Hay una participación nuestra; tenemos que actuar!
¡Soy yo quien tengo que ver la necesidad y dar! Por ejemplo: si yo tengo que evangelizar, atender, o hacer cualquier cosa para Dios, no puedo hacerlo, simplemente, por hacer. ¡Mi fe exige resultados!
Cuando evangelizas, no puedes estar como alguien acobardado, casi como transmitiendo a un «Jesús Pobrecito», pareciendo que Él es el necesitado, y no las personas; parece que es una favor que hacen los otros, cuando es exactamente al contrario; ¡ellos son los que necesitan! Muchas veces te quedas para «atrás» por que no usas lo poco que tienes….
¡No necesitamos conocimiento, sólo lo que Dios hozo en nuestras vidas, y tenemos el derecho de transmitirlo a las personas!
Cuando estoy aquí con vosotras, día tras día, es una parte, pero además, yo tengo mi relación con Dios.
Esto hace parte de mi ofrenda, pero no necesito la gloria de este mundo, y tú tampoco debes necesitarla. ¡La gloria es para Dios!
Si esta por acontecer una transformación en tu vida, algo extraordinario, es por que el espíritu Santo, que esta sobre mi, va a llegar hasta ti, por que lo has aceptado. Pero, quien ha hecho eso, es el Señor Jesús.
Que quede claro que aquello que quiero para ti, es que seas un discípulo. ¡Haz acontecer lo que esta dentro de ti! Si, realmente, verás en breve maravillas, por que la gloria de Dios se manifestará en tu vida, no puedes quedarte de brazos cruzados, conformada con lo que tienes, transmítelo a otras personas.
Si eres humilde, si pones toda tu vida en el Altar, todo lo que tienes, sin miedo, sin recelo, sin pensar en el día de mañana, y te empeñas con todas tus fuerzas, no saldrás de allí de la misma forma, ¡nunca mas! Como pasó conmigo y con otras personas….Ese Dios va a multiplicar lo que necesitas, y no solamente va resolver tus problemas.
El Dios que te presento, es el Dios que te capacitará para generar vidas, multiplicar la fe, la fuerza que esta dentro de ti; ese odio en contra del pecado, en contra del reino del diablo, para que hagas una revolución en tu familia, país, ciudad, donde sea que estés. ¡Dios te escogió para revolucionar, solo importa que tú creas, para que halla esa multiplicación!
¡No mires solo para ti, mira la necesidad de las personas, y percibe lo que debes presentar a Dios. Aquello que el diablo hizo para destruir tu vida, ahora tú lo usarás para destruirlo!
¡Sea quien sea, Dios quiere multiplicar a través de ti! Él ya ascendió a los cielos, y estamos aquí hoy para aceptar, para tomar posesión de lo que aconteció con Él, levantándonos, tal vez, de esa postración, y dando lo «poco» que se multiplicará en mucho.
¡Así será! Te multiplicaras tanto, que en tu casa, todos hablaran de Jesús; ¡en el mismo Espíritu que te dio vida, testimonio y revolución!
¡Aquellos que creen, lo recibirán!
Deja tu comentario. Hasta mañana.
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zulema
15 julio, 2014 a 4:2
tiene razón señora, nuestro Dios es maravilloso, debemos multiplicar lo que nos dio, contando nuestro testimonio otras personas para que en ellos suceda lo mismo que en nuestras vidas o mas. Que DIOS la bendiga.
marcela
9 julio, 2014 a 18:2
Es unplaser poder conoser este dios tan marabi
yoso