20º Día : ¿De qué forma puedo amar a Dios?

¡Hola a todos los internautas es un placer estar con vosotras todos los días!

Me gustaría tener audios todos los días, continuar con los audios durante toda mi vida; porque el contacto que tengo con vosotras es un contacto con Dios también, vosotras me hacéis bien; así como yo os hago bien también.

Bueno, hoy es el 20º día del Ayuno; y el tema es el siguiente:

“¿De qué forma puedo amar a Dios?”

Acompaña conmigo en el libro de Deuteronomio 6: 5-7

“Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;

y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”

Aquí está el secreto de relacionarse con Dios, de cómo amarlo; yo voy a explicar punto por punto:

Cuando dice: “Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón…”  del corazón estamos hablando durante este Ayuno, y sabes que es ahí donde está el centro de tus sentimientos; es tu ser interior, lo que sientes.

Ahí hay muchas cosas que terminan predominando en tu vida; ¿cuáles son tus sentimientos? “Yo siento tristeza, yo siento dolor, yo me decepciono, yo guardo (los sentimientos guardan también) cosas del pasado, y etc., etc.…”

Vamos a ver a ahora “…con toda tu alma…” el alma es la voluntad, es donde está tu voluntad, es tu deseo, hacia donde te inclinas, hacia donde siempre quiere servir; es ese el alma, el alma tiene deseos.

Por ejemplo, tienes un novio y estás ansiosa, estás ansiosa por casarte, estás ansiosa, tu deseo no ve la hora de casarte, esto es el alma, tus deseos, tu voluntad, incluso tus pensamientos refleja tu alma; cuáles son tus deseos, cuál es tu voluntad.

Y dice aquí “…y con toda tu fuerza.” ¿qué fuerza es esta? Es interesante que Dios dice: “Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.”

¿Son tres cosas distintas? ¡Si! La fuerza es exactamente el objetivo, es aquello que trazas en tu camino para alcanzar, es tu objetivo, por eso tienes una fuerza; por eso tienes disposición, por eso estás lista para alcanzar aquel objetivo.

Yo voy a dar un ejemplo, tú tienes tu novio, y no ves la hora de encontrarte con tu novio, tu te pones la mejor ropa, te arreglas, peinas bien tu cabello; tienes un objetivo de hacer que le gustes más, de que se apasione más por ti, y etc., etc.…

Eso es poner la fuerza, dedicas tiempo para invertir en aquel objetivo, es decir, tardas en arreglarte, buscas ropa bonita, procuras estar arreglada, ¿por qué? porque tienes un objetivo, y tu objetivo tiene que ver con tu meta, con tu mente ¿no es así?

Y ¿qué dice aquí?

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;…”

Presta atención, es como decir: “Yo te estoy diciendo que me ames de esta forma…” Tienes que amar de todo tu corazón, quiere decir, que esos sentimientos van a venir, como celos, envidia, orgullo, vanidad, malos ojos, pasado, recuerdos del pasado,… esos sentimientos van a venir, ¡pero no pueden permanecer dentro de ti!

Porque tú quieres amar a Dios de todo tu corazón, y el corazón no puede estar dividido con envidia, no puede estar dividido con algo tuyo personal, sino rendido a Dios.

¿Y el alma? ¡También! No puedes amar apenas evitando el mirar con malos ojos, el orgullo, la prepotencia, ¡no! sino que también tienes que tener la voluntad, el deseo, el alma el deseo de amarlo en primer lugar…

Yo no puedo poner a mi madre, yo no puedo poner a mi novio, a mi hijo, a mi marido en primer lugar, mi trabajo en primer lugar, yo quiero que mi alma esté deseando en primer lugar a Dios, yo quiero inclinarme, yo quiero desear cosas relacionadas a Dios, ¡a mi Dios!

Y pones toda tu fuerza, es decir, tu tienes un objetivo de servir, quieres traerlo a tus manos, porque cuando tienes un objetivo de amar a Dios, tú quieres traerlo a tus manos, quieres traer algo aceptable, una ofrenda aceptable a Dios.

Entonces continuando aquí el versículo dice:

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;…”

Si están en tu corazón, mira lo que va a pasar:

“…y diligentemente las enseñarás a tus hijos,…”

Es decir, vas a hacer aceptar a tus hijos, vas a revelar a tus hijos lo que estás viviendo.

Si yo estoy amando a Dios con toda mi alma, todo mi corazón y toda mi fuerza, entonces, ciertamente mis palabras van a reflejar esto, ¿cómo? voy a revelar esto a mis hijos, a las personas que están presentes, conmigo, a las personas que yo cuido, yo voy a revelar esto a ellas.

“…y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”

¡Este versículo es para mi! Es más, ¡todo lo que hemos leído aquí es para mi! Yo veo todo esto para mi, es decir, Dios quiere que yo viva para Él.

Pienso en Él, Le deseo, y si esto vive dentro de mi, entonces, esto va a hacer parte de mi cuando esté en familia, cuando esté andando, caminando hacia algún lugar,… mi mente va a estar pensando en esto, voy a acostarme pensando en esto, voy a levantarme pensando en esto.

¡Es gracioso amiga internauta! ¿cómo nos levantamos y vamos a dormir? Muchas veces estás pensando en agradar a fulano y a beltrano, ¿es verdad o no? En servir a uno y a otro, y no en servir y poner toda nuestra fuerza, nuestro objetivo en Dios.

Tenemos que estar bien vigilantes a nuestro respecto, porque podemos desviar nuestra entrega a Dios por nuestra personal, por un objetivo personal, de necesidades que nos están faltando ¿si o no?

Entonces, amiga internauta, pon tu fuerza en aquello que te va a hacer bien, bueno, hablaremos más sobre esto, más al respecto de ti hablaré en el audio de “Mi amiga”, ¡y este audio va a reventar!.

Tienes que invitar a otros, tu joven, tu que eres madura, señora, ¡para todos vosotros! también para ti hombre, vas a saber cómo cuidar de ti.

Yo os espero, la semana que viene estaremos aquí juntitos, voy a poner este audio el miércoles, entonces, trata de entrar en mi Blog para que puedas escucharlo, o aquí en la Radio Positiva, ¿está bien?.

Un fuerte abrazo para vosotras y hasta mañana.