A Quién admiro

Cierta vez alguien me preguntó: ¿A quién admiras? Hay tantas personas a las que admiro, pero hay alguien que vive constantemente conmigo de quien saco lecciones para mi vida. Admiro a Julio en tantas cosas.

En la forma de ser siervo, él ama servir, sea en el lugar que sea, siempre veo a Julio sirviendo tanto en las cosas sencillas como en las cosas más complicadas.

Él ama cuidarme, es muy celoso conmigo. No hay nadie que conviva con nosotros que no lo note, es algo visible.

Tiene paciencia conmigo, respeta mis límites, cede a mis necesidades, por ejemplo: pasar tiempo con mis padres cuando ellos están con nosotros. Él deja de servirse a si mismo, para servir al prójimo, ciertamente él está lejos de ser egoísta.

La forma de ser celoso con la obra de Dios, él ve los mínimos detalles, ve bastante más allá, instruye a todos los que trabajan con él, sea a los que están en el altar, como a los que trabajan en la parte física de la iglesia, como los funcionarios. Ellos le tienen cariño y le respetan, de la misma forma que él es simpático con todos, él sabe bien como tratar con su posición, no dar libertad a las personas en sobrepasar sus límites.

La forma en la que él trabaja para hacer discípulos, es un profesor, cuando empieza a hablar de la Palabra de Dios es cautivante. No es nada religioso, y todos lo que están a su alrededor también admiran el Espíritu que transmite con sus enseñanzas, saco provecho para mi, me cautiva, me hace estar en alerta, me hace vigilar.

La forma disciplinada con la que él trata, tanto en la salud, como en su trabajo y principalmente en ser una ofrenda viva en el altar de Dios. Él, fue el pastor que me llamó la atención en como lee la Biblia, él valora cada palabra en un versículo.

Cuida tanto de la parte espiritual de la iglesia, como de la física, todo pasa por su conocimiento, prácticamente todo lo que está a su alcance.

La forma en que ama las almas, esto destacó para mi ¿Por qué? Porque fue en esto que yo vi su amor hacia Dios, incluso antes de conocerme, él daba la vida en la reunión. A veces se queda sin voz intercediendo por el pueblo de Dios. Él no solo vive el momento de la reunión, sino que está siempre en actividad espiritual para alcanzar a las almas.

Trabaja incesantemente e intensamente, en la radio y en la tv, visita las iglesias, digiere bien su tiempo para invertir su máximo en el altar, él clama y lucha por las almas.

Es mi amigo, me deja ser quien quiero ser, me da la oportunidad de servir mejor, entiende cuando necesito ir más allá de aquello que ya conquisté, entiende que tengo un grito de ganar almas, en ser una ofrenda viva en el altar, entiende mi fe y también me admira.

Él es extrovertido y súper sociable, sabe tratar con cualquier clase de persona, tiene tema de conversación de cualquier género, es simpático y muy encantador.

Su encanto va mucho más allá de su apariencia, aunque está en su apariencia y en su relación con Dios, y por eso él es lo que es.

Sabe ser educado, pero no deja de ser osado cuando tiene que serlo.

Es sincero, dice la verdad sea a quien sea, no tiene pelos en la lengua cuando el asunto tiene que ver con el alma de la persona.

Ambos, nosotros, tenemos nuestras imperfecciones, pero lo que nos une aún más es el Espíritu de nuestro Dios, Este nos hace encajar y ser aptos en todo.

Por poner a Dios como nuestra prioridad, uno entiende al otro, uno aprende del otro.

Y por él ser quien es, me enseña a ejercitar mi fe en aquello que necesito invertir.

Gracias mimiu, por ser quien eres y agradezco mucho más a Dios por darme un sueño realizado, un siervo de Dios además de ser hijo.