16º día – Cuando lo adoramos de verdad

«Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre»

Aquella mujer samaritana estaba preocupada con el lugar donde se adoraría a Dios Y muchas personas se encuentran en la expectativa de llegar al templo, que está siendo construido en San Pablo pero mirando apenas el lugar, la belleza, la parte física. Cuando en verdad, nuestra intimidad con Dios no esta ligada a nada físico, y si, a Su gloria y Su presencia

¡Con certeza será una gran oportunidad para todos nosotros! Aquellos que se están preparando, no apenas para pisar en aquel lugar sino para presentar su vida, su sacrificio, su renuncia y se entregan con disposición para agradar a Dios y ver la gloria de Él en sus vidas

…»Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos»…Juan 4:22

Jesús estaba diciéndole que se observaba la parte física y que, en realidad, nuestra intimidad con Dios, no tiene apenas que ver con una «conciencia» en relación a Él.

¿Cuándo fue, que tú como esposa, comenzaste a amar a tu marido? ¿Cuándo os casasteis? ¡No! Fue cuando erraste, y percibiste el gran amor de él, por que creyó en ti y te perdonó. No fue resultado de una atracción física, sino por lo que él fue para ti, en el momento en que te aceptó, asumió y ayudó a superar tus limitaciones.

Y es exactamente eso lo que ocurre: Cuando adoro a Dios, no es por que tengo conciencia de las maravillas y señales que Él hizo en mi vida, sino por los errores que cometí, que revelan Su infinito amor.

¡Fue en el momento que reconocí mi condición de pecadora!

Muchas personas en la iglesia, en el momento de alabar a Dios, expresan lo que aprendieron, pero, en realidad, no es físicamente que se aprende a alabar a Dios, sino de forma espiritual, donde reconocemos a Dios como nuestro Salvador.

…»Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren»… Juan 4:23

Esto significa que hay personas que lo adoran en la falsedad; no es que lo hagan intencionalmente, es por que no conocen a Dios.
No se vieron como pecadoras. Y si alguien no se ve de esta forma, ¿cómo va a adorar a Dios, como un «Padre»? ¿Cómo Lo adorará, sino Lo conoce?

Estos son los verdaderos adoradores; ¡los que hablan con el Padre, como Dios, en espíritu y en verdad!

En espíritu, quiere decir, que su mente esta totalmente ligada a Él.
Apreciándolo por lo que Él ha hecho en tu vida y la gloria que Él ha manifestado a través de ti. Sus palabras son, de hecho, lo que va a acontecer dentro de ti y lo que sientes en relación a Dios.

«Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.

Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?

Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?

Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.» Juan 4: 24-30

Si observas, verás que la mujer todavía no reconocía a Jesus, aunque Él se había presentado como Cristo. Experimentó esa sensación, por el hecho de que Jesús había relatado su vida, y no por quien Él era, en realidad.

¡Tú debes conocer a Dios, no por lo que Él sabe de ti, y si por lo que has observado, al respecto de ti misma! Y, entonces, reconocer que las palabras de Él llegan hasta ti, no apenas superficialmente, sino causando una revolución en tu interior.

¿Quieres algo más con Dios? ¡Entonces aprende a mirar quien has sido! De esta forma estarás vigilando constantemente.

Recuerda, que esta escrito en la palabra de Dios: ¡¿»Vigilad y orad…»?! Hay personas que oran mucho, pero no se vigilan a si mismas, y no consiguen ver que necesitan un Salvador y preservar su salvación.

Muchos dicen ser bautizados con el Espiritu Santo y piensan que están excluidos de negar a Jesús y de cometer errores, que ya no tienen que vigilarse a si mismos . Cuando, en realidad, lo que nos aproxima más a Dios es adorarlo, de hecho y de verdad, con palabras sinceras, y cuando estamos siempre atentas a nosotras mismas.

Deja aquí tu comentario….

¿Has adorado a Dios de verdad o apenas eres consiente al respecto de haber oído hablar de Él? ¿Has conseguido ver Su amor eterno y Su misericordia?

Tal vez todavía te veas culpable, y todo lo que sientes, es una acusación que viene del diablo y no de Dios.

Cuando oyes la voz de Dios, «oyes» su infinita magnitud y Su gloria.

Todos los que están participando de estos cuarenta días, aquí en el blog, me gustaría que comentaseis…. Ya sea este tu primer o último día, pero por lo menos, dame a conocer lo que te esta pasando.

Un fuerte abrazo. ¡Hasta mañana!