15º día : ¿Qué inválida la Palabra de Dios en tu vida?

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Hoy, la pregunta es la siguiente: ¿Qué invalida la Palabra de Dios en tu vida?

Interesante, muy interesante esa pregunta.

Acompaña conmigo en el libro de Mateo 15:3

“Y respondiendo Él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición? Porque Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y: “Quien maldiga a su padre o a su madre, que muera.” Pero vosotros decís: “Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudieras ser ayudado”, no necesitará más honrar a su padre o a su madre.” Y así invalidasteis la palabra de Dios por causa de vuestra tradición.”

¿Qué es la transgresión? ¿Qué es transgredir?

Es pasar el límite, ir más allá del límite, desviarse, abandonar la verdad. Una persona que transgrede es una persona que sabe que hay un límite, y sabe que tiene que andar por el camino, y sabe que hay una Verdad, pero ella se escapa de eso y se desvía de eso.

Jesús preguntó a los hipócritas que Le habían preguntado en relación a que no se habían lavado las manos para comer y les hizo una pregunta a ellos también.

Es interesante, todas las veces que se hace una pregunta, eso apela a tu inteligencia, hace que tú te preguntes: “Entonces, ¿qué es eso?” ¿Verdad? Cuando apelas para tu inteligencia, no usas la emoción y eso lo que el Señor Jesús hizo, mira:

“¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición? Porque Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y: “Quien hable mal de su padre o de su madre, que muera.”

Dios, dejó los mandamientos en la época de Moisés, muchos tienen los mandamientos de Dios, saben los mandamientos de Dios, tú que frecuentas la iglesia, que eres un cristiano, una cristiana y sabes los mandamientos y no atiendes a esos mandamientos, tú, naturalmente estás haciendo de tu deber con Dios una tradición.

Por ejemplo, yo, Viviane, nací en la iglesia, y ya sabes la tradición, son costumbres de hace mucho tiempo, y quizás tú ya estás en la iglesia hace muchos años y ya tienes la costumbre de hablar los diez mandamientos, tienes la costumbre de citar un versículo, tienes la costumbre de orar, de dar tus diezmos y tus ofrendas, de participar de la reunión, oras, buscas, después haces comentarios, pero lo que ocurre es que eso acaba, para muchas personas, por convertirse en una tradición cuando ella no atiende a la voz de Dios, a la Palabra de Dios.

Él dijo así: “Honra a tu padre y a tu madre”, y: “Quien hable mal de su padre o de su madre, que muera.”

¿Sabes lo que es “honrar”? Honrar es respetar, reverenciar.

Cuando respeto o tengo reverencia a una persona, no respondo, no miro con malos ojos, simplemente, acepto lo que diga, no voy a imponer mi voluntad, ni a justificarme, eso es reverencia.

Por ejemplo, Dios me dice cosas que tengo que hacer, dar la otra mejilla, ahí yo voy a decir: “¡¡Oh Dios, yo no voy a dar la otra mejilla!! ¡Es ella quien está errada!” Si existe eso de mi parte, ¿qué ocurre conmigo? Sé de la Palabra de Dios, me desvío del mandamiento, es decir, transgredo la ley, transgredo un mandamiento, una orden, un deber mío, entonces estoy faltando el respeto a Dios.

De la misma forma con el padre y la madre aquí en la tierra; tu padre, tu madre, representan tanto a tus padres que te criaron, que tienen autoridad sobre ti, como también a Dios y a la Iglesia, que representa Dios al padre y a la madre, la Iglesia.

Esas personas que no atienden a la Palabra de Dios, ellas transgreden el mandamiento y hacen, cumplen una tradición, dan los diezmos, dan la ofrenda en la iglesia, ¿y qué ocurre? Piensan que son justos, porque oran, porque saben interpretar la ley, saben a respecto de la Palabra de Dios, incluso, hablan de aquello que superaron en la vida, pero no tienen consideración con la Palabra de Dios, y la prueba es lo que dijo Jesús: “Quien maldiga a su padre o a su madre, que muera.”

¿Y qué es maldecir? Maldecir es hablar mal, es enfrentar, es insultar, es ofender, mira a ti que te gusta responder, que te gusta enfrentar, insultar, abusar, de tu madre, de tu padre, te quedas quejándote de tu madre; por más incrédula que ella sea, tú debes dar honra, porque ése es el mandamiento de Dios, Él no dijo: “Quien tenga padre y madre que no me honra a Mi, no tiene derecho de honrar a su padre, a su madre.” ¡Él no dijo eso! Él dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y: “Quien maldiga a su padre o a su madre, que muera.”

Mira lo que dice al final del versículo: “Pero vosotros decís: “Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudieras ser ayudado”

Tal vez tú dices así: “Mira, voy a la reunión, voy a trabajar en la reunión”, hablo de esa forma con mi madre, porque ella no entiende, tengo que imponer mi voluntad porque no me deja ir a la iglesia.” Pero en realidad tú sabes que hay una forma, ya sabes, hay una forma de hablar, si tú respetas, si das reverencia, con seguridad cuando tomes una decisión no vas a faltar respeto, no va a faltar referencia, porque primero tienes reverencia y respeto a Dios, y si respeto a Dios, a quien no veo, aún más a quien veo, tengo que respetar, ¿verdad?

Entonces, ten cuidado, porque hay muchas personas que me están oyendo ahora que tienen familiares, padres que están sobre ti, o en la iglesia, no honran a Dios, no honran a la iglesia, y quedan hablando mal de la iglesia, hablan mal de Dios, ¡cuidado! Porque esas personas están para ser muertos, y si lees realmente sobre honra, honrar al padre o a la madre, si vas al antiguo testamento en números, te vas a dar cuenta que el hijo que es rebelde, ellos le apedreaban hasta la muerte, ese era el mandamiento en ese momento y Dios no ama, no le gusta el error, y en la época de la ley había esa actitud de tirar piedras hasta la muerte, al hijo que era rebelde, imagina hoy en los días de hoy ya los hijos no respetan, imagina en el inicio del inicio de la vida Dios no hubiera sido severo y colocase una regla, un orden, imagina dónde estaríamos hoy.

Por eso que hubo esa parte en que Dios hizo con que el pueblo tuviese temor, “No puedes porque va a tener consecuencias de eso”. Hoy a causa de la gracia muchos piensan que pueden hacerlo porque no van a ser apedreados, no hay esa ley, pero hay la Palabra de Dios; hoy lo que Dios quiere que hagamos es que cumplamos, estemos atentos a la Palabra de Él para cumplir y no vivir una tradición, hacer ciertas cosas y errar en otras cosas.

Probablemente amiga internauta, tal vez te estés sintiendo acusada, “Hice tanta cosa errada con mi madre, mi padre, y no lo sabía, ni lo había visto de esa forma”; está bien, erraste, pero a partir de hoy si cometes ese error nuevamente, entonces estarás transgrediendo la ley, porque ahora ya tienes conciencia de lo que es correcto, tal vez antes no sabías, nadie te enseñó, pero ahora atiende a la Palabra de Dios.»

¡Mira que importante es leer la Biblia! Cuando atiendes a la Palabra de Dios entonces tienes ese cuidado, ese respeto en saber lo que Dios piensa, cómo Dios piensa, cómo Dios enseña, cómo Él nos dice que procedas delante de las situaciones.

Entonces amiga internauta, que me escuchas, estás en la iglesia, oyendo este audio, me gustaría que participases, que hablases con Dios al respecto y después escribieses aquí en el blog.

Busca una manera de entrar en Internet y poder escribir y hablar de aquello que te llamó la atención, no sólo de lo que te llamó la atención, sino también de lo que está ocurriendo contigo oyendo este audio.

Sé cuidadosa con la Palabra de Dios, para que no hagas de Dios una tradición, sino una honra, hónrale a Él con tu propia vida.

Un gran abrazo para vosotras y mañana estaremos aquí de nuevo.