10º Dia del Ayuno

Viviane Freitas

  • 2
  • Oct
  • 2013

10º Dia del Ayuno

  • 2
  • Oct
  • 2013

Independencia

Hola a todos los internautas del Blog, es un gran placer estar aquí con vosotros, que nos habéis acompañado desde el principio y perseverado. Empezaste, y vas hasta el fin, aunque digas: “No puedo continuar, porque no tengo computador”.

Amiga mía, ¡cuando quieres, puedes! Invitando a una amiga a quedaros en un lugar donde haya acceso a internet, etc.

Busca la forma, porque estamos aquí para auxiliarte, pero no podemos hacer por ti, la parte que te compete. Pero, si la haces, ¡tu desafío, es nuestro desafío!

Continuamos hablando sobre las diez vírgenes:

“Al tardarse el novio, a todas les dio sueño y se durmieron. Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: «Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan. Pero las prudentes respondieron, diciendo: «No, no sea que no haya suficiente para nosotras y para vosotras; id más bien a los que venden y comprad para vosotras.” (Mt.25:5-9)

Observa que las prudentes, parece que no tenían corazón. Y es verdad. La fe no tiene corazón; no tiene sentimientos, ¡pero es justa!

¿Cuál es el error de la necia?

No trajo el aceite extra, y quería usar el de la prudente, solo que si está se lo prestase, con seguridad le faltaría a ella misma. Y lo que ocurre es que muchas personas se acostumbran a depender de que alguien cuide de ellas, que las orienten. Y tú no puedes ser así. ¡Debes depender de Dios!

¿Te acuerdas de un versículo que advierte, que el justo vivirá por su fe?

Pues si, pero hay muchas personas que permanecen injustas para Dios, pero desean alcanzar los beneficios de la fe.

Para Dios es justo que vivas por tu fe: Leer la Biblia, meditar, superar tus daños y dificultades, perseguir y “cortar” lo que has hecho mal, etc.

Estas son las prudentes. Son las que retienen y traen con ellas el aceite. No aquellas que se quedan esperando que este se termine, ósea, que reciben un consejo, y después, cuando vienen otras dificultades, les falta el incentivo y la dirección, y nuevamente tienen que volver a ser direccionadas por otra persona… Por favor ¡amiga mía!

Estamos haciendo estos 21 Días para que seas independiente en tu fe, y no para que dependas de mi. Haz discípulos, y sé otra “Viviane”; otro “Obispo Macedo”, y no oigas apenas los mensajes, aprecia los mismos, y para por ahí, porque eso no identifica el Espíritu de Dios.

¡Debes ser prudente y “correr”! Si has recibido un mensaje, ¡amen! Continuarás aprendiendo, pero eso no puede hacerte dependiente de una dirección. El Espíritu Santo está ahí contigo, esperando que estés en sintonía con Él. Si estás afligida, Él está presente, si estás feliz, Él también está contigo. ¡Esperando una oportunidad! No puedes depender de nadie.

Yo me quedo triste al ver a las personas con una vida triste, limitada, dependiente de los demás… Quiero que seas independiente, porque puedes tener la luz que viene de Dios. ¿Cómo? Buscando, “yendo detrás”, meditando, “haciendo” tiempo. ¿No es eso lo que has hecho en estos 21 Días, reservando tiempo para Dios, no distrayéndote con nada ajeno, sino con la fe, pensando en las cosas de Dios?

Entonces, en esa búsqueda, pregúntate a ti misma, expón tus limitaciones, habla directamente con Dios. No dependas de terceros.

Se prudente y no esperes aceite de nadie, sino enciende tu lámpara… ¿Sabes cuando me hago independiente? Cuando no me quedo esperando por la aprobación de nadie, sino que me lanzo y me rindo a las enseñanzas e instrucciones del Señor Jesús.

Incluso siendo instruida por terceros, en relación a lo que “no veo”, no significa que me quedo en la dependencia de otros.

No hicimos referencia ayer, ni el Lunes, pero hoy hablaremos sobre el perfil de Dios, que incluye obediencia. Y esto está unido a la dependencia, porque el obediente lucha por si mismo: Ora, lee la Biblia, ayuna, hace sus propósitos, medita, exige resultados de su fe, de lo que predica y enseña. Quiere ver resultados de aquello que profesa y contempla la gloria de Dios en su propia vida.

¡Esto es ser prudente!

¿Hasta cuándo serás “necia”, permitiendo que te falte el “aceite”, estando “apagada”? ¿Hasta cuándo estarás dependiente de terceros, para que te den una dirección?

Tú, con el Espíritu Santo, tendrás esa dirección. ¡Si Lo tienes, cree! Sino Lo tienes, puedes encontrarlo a través de tu sed, entrega, y audacia de exponer para Dios lo que está en tu interior.

Haz tu oración en este momento y se sincera.

Mañana estaremos de regreso.

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1 comentário

  1. Muchas gracias por los mensages por q cuando leo aprendo mas y que Dios la bendiga y la siga inspirando mucho mas por que me ayuda

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