Yo corro el riesgo de ir al infierno por no tener el Espíritu Santo…

Sara Zanon

  • 20
  • Jun
  • 2015

Yo corro el riesgo de ir al infierno por no tener el Espíritu Santo…

  • 20
  • Jun
  • 2015

Hola a todas las internautas, hoy es Sábado y es día de respuestas para ti, no voy a decir que es un día más, porque cada sábado has tenido la oportunidad de provocar una revolución en tu vida, porque has podido reparar que las respuestas que damos aquí, aclaran las dudas de muchas otras personas, y si pones en practica todo lo que estamos hablando, lo que hemos orientado, vas a tener la certeza y desarrollarás, no vas a seguir siendo la misma.

Quiero que prestéis mucha atención, porque hoy tenemos aquí un caso grave, parece que no, pero vas a entender el por qué estoy diciendo esto, y tal vez amiga, tú estés viviendo una situación como esta, en la que tienes problemas, conflictos dentro de ti, pero lo toleras, vives tu vida, incluso tienes conocimiento de la Palabra de Dios, pero vas aceptando con el pasar del tiempo que tu situación siga de la misma forma, aunque tú conoces la Palabra de Dios, y eres consciente de Ella.

Amiga, hoy vamos a ver la diferencia entre ser consciente y la practica que me lleva a cobrar respuestas de mi fe.

Vamos a ver la pregunta que tenemos hoy, es de Jaqueline Alves, de Brasil, ella dice así:

“Sé que corro el riesgo de ir al infierno por no tener el Espíritu Santo aún, y no estar liberada, pero el artículo del diario me tocó mucho, en el diario Viviane Freitas habla de su vida, del día a día de ella, de cómo ella resuelve los problemas que vive.»

Me llamó la atención y me dio indignación, porque he visto que estoy acomodada, no estoy liberada todavía porque tengo miedo de manifestar en las reuniones de liberación, me siento avergonzada porque mi esposo es obrero.

Recibí el regalo de tener un hombre de Dios, que Le sirve y tiene temor en agradarlo, yo tengo amor por las almas y quiero tener el Espíritu Santo, liberarme, por favor aconséjeme.”

Ella comienza la carta yendo directa al punto, y Jaqueline observó que Viviane empezó a comentar a Dios todo lo que ella vivía, y cómo ella debía resolver sus cuestiones.

Entiende una cosa Jaqueline y todas las amigas, imagina que tu tienes mucha hambre, estás desesperada, has pasado varios día sin comer, y delante de ti tienes una mesa con un banquete, con los mejores platos, con todo lo bueno y lo mejor, con algo que va a resolver el problema que estás pasando en ese momento, pero entre tú y esa mesa llena, existe un pozo de lodo, y para llegar hasta esa mesa vas a tener que pisar esa agua sucia, vas a tener que mojarte, y te quedas en un dilema.

Mi pregunta es: ¿Si tú realmente tienes hambre, si realmente necesitas saciar esa sed que tienes, ese pozo de agua sucia iba a impedir que pases por el para llegar hasta aquella mesa? ¡No!, ¡tengo la certeza de que no!, pero si dices así: “Yo tengo un poquito de hambre” entonces, eres capaz de no someterte a pasar por ese camino sucio, para llegar hasta la mesa, pero quien está hambrienta, sedienta, no mira a los miedos, no existen obstáculos para esa persona.

Yo hago esta comparación con ese deseo que tienes de ser liberada, de tener el Espíritu Santo, de ser Salva.

Amiga, cuando estamos sedientas tenemos que pagar el precio, el Espíritu Santo no es para aquellas que apenas desean, sino para aquellas que están dispuestas a sacrificar, están dispuestas a hacer todo lo que está a su alcance para tenerlo.

Observa, tú dices algo que me llamó mucho la atención Jaqueline, dices que tienes amor por las almas, pero, la primera alma que tienes que amar es la tuya, por la situación en la que tú te encuentras, y yo no te estoy juzgando, estoy nombrando las palabras de tu carta, que tú misma has dicho; que no tienes certeza de tu Salvación, que te das cuenta que no estás liberada.

¿De qué te sirve estar preocupada con una reputación, por el hecho de ser esposa de un obrero y cargar todos estos problemas?

Las mujeres normalmente tienen una preocupación por lo que las demás van a pensar, es algo natural del ser humano, pero Jaqueline ¿qué pueden hacer las personas por ti? ¿qué es mejor? ¿mantener una apariencia, de que está todo bien, como si estuvieses liberada y todos te miren y piensen que esa es tu situación real, o asumir la condición en la que estás y luchar por ti, luchar por esa liberación, para que tu vida cambie? Porque por tus palabras puedo ver que no eres feliz, es más, siempre que mantenemos una apariencia no somos felices, porque podemos convencer a las personas por un tiempo, pero en nuestro interior existe una frustración, existe un peso, porque sabes que estás corriendo un riesgo.

Amiga, está delante de ti un banquete, porque lo que el Espíritu Santo da no mata nuestra hambre durante unos minutos, un día, o algunas horas, lo que Él nos da dura toda la vida.

Entonces, sométete a ese proceso de liberación, y además, no todas las personas que no están liberadas manifiestan. Yo misma llegué a la Iglesia y había intentado suicidarme, había intentado matar a mi madre, era una persona mentirosa, infeliz, me desmayaba y el médico no descubría la causa, siempre tenía dolor de cabeza, en fin, mi vida era un infierno, era una persona llena de complejos y traumas, pero nunca manifesté.

Pero me acuerdo Jaqueline, que cuando yo llegué a la Iglesia yo estaba dispuesta a todo o nada, ¡y yo quería todo!.

Me dije a mi misma: “Si tengo que manifestar, no me importa, si las personas tienen que ver mi situación, descubrir quien soy, no me importa, porque el problema que estoy cargando dentro de mi ya no puedo soportarlo, no puedo aceptar esta situación,…” Me dispuse a pagar el precio y no me arrepiento Jaqueline, ni un día de mi vida me arrepiento de esa decisión, porque Dios puede hacer algo completo en mi vida, Él puede responder todas las cuestiones, porque yo estaba dispuesta a pagar ese precio.

Entonces mi consejo es ese, que te deshagas de esa reputación, que te apartes de la preocupación, de lo que las personas van a pensar sobre ti, y preocúpate solo por ti, por que si tienes amor a las almas, tú eres la primera a quien tienes que amar, tienes valor Jaqueline, y tu valor no está en lo que las personas van a pensar de ti, sino está que uses tu fe y encuentres resultados de la misma.

No te preocupes por los demás, preocúpate por ti, porque si existe esa disposición de querer ayudar a las personas, si incluso quieres ser usada por Dios al lado de tu marido, en la condición en la que estás, con certeza ya has visto que no ha sido posible.

Este es mi consejo para ti y para quien lee en este momento, tú que has vivido una vida frustrada, una vida de apariencias, preocupándote por las demás personas: “¿Qué van a decir de mi? ¿ que dicen las persona sobre mi?” Amiga, ¡nadie puede cambiar nuestra situación, a no ser Dios! Y Él no nos juzga, no nos condena, Él dice. Venid a Mí como estáis, tú que estas cansado y sobrecargado, y Yo os aliviare…”

¿Quién puede aliviarnos?¿Quién puede quitar el fardo pesado que una persona carga?

¡Es Dios! Este consejo no es solo para Jaqueline, es para todas aquellas que están en esta situación, y aquí está la llave.

Un abrazo a todas y hasta el próximo Sábado.

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37 comentários

  1. Esto parece que también es conmigo ,es el Espíritu Santo,sin duda alguna,pues llevo varios años en la iglesia?y actualmente estoy pasando un procedimiento de liberación, porque creí varias veces estar liberada y no, observé mi vida ir yendo para atrás y situación ,también tenía pena de manifestar ,pero no me importó,pues iOS me hizo ver primero mi salvación ,cómo pretendo salvar almas y mi vida mal,así que DF iOS manifestó fu poder ,ahora tengo ceryteza que mi vida va cambiar totalmente,busco intensamente el verdadero bautizo con el Espíritu Santo , tengo certeza ,voy con todas en este ayuno de Daniel, o Dios es conmigo o no lo es ,quiero honrar y glorificar su nombrecomenzar a no aceptarl

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