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- Nov
- 2013
Victoria Jesús
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- 2013
En Abril’13, algo comenzó a transformarse dentro de mi.
Ya han pasado 6 meses que parecen dos días; Dios puso en mis manos un desafío, “El Proyecto Rahab”.
Desde el principio lo vi como una gran oportunidad de ganar almas, de llegar donde aún no hemos llegado, con el objetivo de ayudar a mujeres a conocer su valor, a salir de una vida de malos tratos… y llevarlas a ser libres. Desde que supe la existencia de este trabajo, lo amé, y veo claramente cómo puede ayudar.
Muchas veces, más de las que pueda contar, hablé con Dios diciéndole “Tu confías demasiado en mi y ves capacidades que no tengo” incluso alguna vez le dije a Dios “¿No ves que yo no sé, que no puedo?”… sin embargo veía Su confianza a través de lo que me pedía, eran cosas muy grandes para mi, que no entendía.
Aún no conseguía ver lo que solo vi después…
Fueron pasando los meses, luché en contra de mi naturaleza, buscando la dependencia total de Dios, porque sé que sin Él no soy nada y no puedo nada. Pasé por diferentes situaciones que me hicieron ver quien era, y también quien no era… (Incluso en una ocasión me vi negando a Jesús, pero eso lo dejó para otro día …)
Yo era Victoria y no Jesús.
Con el Proyecto Rahab, fui a las cárceles, prostíbulos, a las calles, hospitales, llegué a diferentes lugares, pero lo que no veía es que iba siempre con alguien delante de mi, alguien que daba la cara por mi…
Una querida amiga, Patricia Barboza quien estaba al frente del trabajo en España, y fue con ella que conocí el trabajo en los prostíbulos. Y otra amiga, Mariana, anteriormente responsable por el Proyecto fue quien me llevó a la cárcel. Iba con ellas, hacía el trabajo, invitaba a las chicas, hablaba con las presas, pero había siempre alguien que me decía lo que tenía que hacer. ¡No era independiente, no tenía iniciativa!
En Agosto, mi querida amiga se fue a Ecuador, y desde Junio, Mariana tiene otras responsabilidades. Me vi sin que alguien me guiase… ¡Llegó el momento de coger el toro por los cuernos!
Durante ese período siempre busqué dentro de mi. Quería ver que estaba mal, que faltaba para ser el referencial que Dios quiere que sea, y ser una antorcha por donde vaya.
Y comenzó en las cárceles. Mi esposo, que es pastor, siempre estaba presente en las visitas, pero en Septiembre surgieron reuniones y otras responsabilidades que coincidían con el día de la visita. Yo sabía que había mujeres que estaban allí, que esperaban por nosotras; así que finalmente decidí: Con él o sin él yo voy a visitar a esas mujeres. Fue ahí cuando comencé a ver surgir en mi una iniciativa. Comencé a ir todas las semanas. Pero no me quedé ahí.
Después Dios me cobraba sobre el trabajo en los prostíbulos, yo ya sabía cómo llegar, con quién contactar pero está vez no estaba Patricia para ir delante, ¡pero dentro de mi había un fuego que quemaba!. Finalmente contacté con la chica y fui, hablamos con las chicas, vimos lágrimas en los ojos de algunas de ellas, y más que eso, tengo la certeza que veré los frutos.
Lo que he entendido y he asumido, es que yo soy el Señor Jesús aquí en la Tierra, y el diablo no tiene límites ni vergüenza de ofrecer drogas, prostitución, ni de estar en lugares donde nadie quiere estar, donde existen almas preciosas; mujeres que fueron maltratadas y abusaron de ellas, y que hoy siguen sufridas y maltratadas.
Las palabras del Obispo Macedo en el Monte Hermón, ¡hoy son una realidad en mi vida! solo tengo que asumirlo, ¡yo tengo lo que nadie tiene, y todos necesitan, y quiero darlo!,
¿Por qué voy a esperar que alguien me diga lo que tengo qué hacer, o a qué puerta llamar? Yo tengo el poder de traer a la existencia lo que no existe, solo tengo que asumir quien soy, y tener claro quien no quiero ser.
Comparto esta experiencia con vosotras porque cuando vivimos dependiendo de otros, a veces parece que está todo bien, que estamos sirviendo a Dios.
Nos engañamos diciendo: “Yo ya hice, ya ayudé, ya fui,…” pero no está nada bien, no es eso lo que Dios quiere, ¡en realidad estás presa!
Entendí que Él me enseñó y ahora yo tengo que ejecutar y enseñar a otras. Eso me da libertad, vida y es algo que se va a multiplicar, y debo incluso añadir más de lo que recibí… Ahora tengo otros objetivos y metas donde llegar.
Hoy sé que no quiero ser Victoria, y soy el Señor Jesús. Entiendo Su confianza, el por qué entrega talentos en nuestras manos que a veces no entendemos – porque Él no tiene límites, y si vive en mi, ¿por qué yo voy a ponerme límites?.
Espero poder ayudar con mi experiencia, y que hoy mismo tomes la iniciativa que hace tiempo Dios te está mostrando y asumas quien eres, eso traerá una revolución en tu vida y llegará a los que están cerca de ti.
Besos a todas,
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Sabrina Cabrera
5 diciembre, 2023 a 8:2
Extracto:
●»(…) ya sabía cómo
llegar, con quién
contactar pero esta vez no
estaba Patricia para ir
delante(…)»
●»Entendí que Él
Me Enseñó y ahora yo
tengo que EJECUTAR y ENSEÑAR
a otras.Eso me DA Libertad,
Vida(…)»
irmatrevino
19 noviembre, 2013 a 6:2
Grande son las cosas que El Senor quiere que llevemos a cabo ,yo tambien comprendi que tenia que lanzarme darle fuerte, afrontar ayudar recargar hombros ,secar lagrimas , dar fuerzas ser optimista con las las almas necesitadas, ,inyectarles fuerza valor optimismo un,,, SI,,,,, tu puedes . adelante . yo estoy en ese camino y pongo a mi Senor al frente de mi, por que El es mi guia ,EL camina por mi El habla por mi El lo hace todo.yo solo le presto mi cuerpo ,para ser uado de la manera que El quiera. Gracias Senor USAME PADRE , porque todo lo que tengo es tuyo . Amen