Veo que se repite la misma historia, ¿por qué?

Josiane Boccoli

  • 18
  • Sep
  • 2015

Veo que se repite la misma historia, ¿por qué?

  • 18
  • Sep
  • 2015

Desde hace un tiempo estamos hablando sobre sentimientos que nos limitan y consecuentemente afectan a nuestros hijos.

Podemos observar que el vínculo entre una madre y un hijo es tan fuerte que va mucho más allá de la genética, también envuelve el ser hereditario.

Tengo una amiga que fue madre soltera a los 16 años, fueron tantas dificultades que vivió, su hija siempre se quejó de que vivía entre dos familias, que nunca fue totalmente feliz, y esta semana vi en unas fotos, en la red social, que la chica que tanto reclamó, acaba de ser madre a los 17 años, creedlo, y en la misma situación que su propia madre.

La historia se repite y todos lo ven como algo lindo, sin embargo, analizándolo espiritualmente, es mucho más fuerte, nada es por casualidad, y aquí no existen las coincidencias.

¿Te has parado a pensar que muchas cosas malas que ocurrieron con tu madre, abuelos o tías, también te pasaron a ti?

Yo tengo mi ejemplo: En mi familia, por parte de mi madre, ninguna de mis primas o primos consiguieron casarse en la Iglesia, allí había una maldición y ni siquiera sabíamos de donde venía; mis hermanas y yo también estábamos sufriendo con lo mismo, eran noviazgos que duraban años, y cuando nos acercábamos al momento de casarnos, algo sucedía y no nos casábamos. Pero lo percibimos a tiempo, ¡y a través de la Fe esa maldición fue quebrada!; y después de luchas, votos con Dios y sacrificio, nos casamos con la bendición de Dios y en el Altar.

También en la parte física, había una maldición que venía de la familia de mi padre, su madre (mi abuela) falleció de cáncer, igual que todos sus hermanos, mi padre tuvo cáncer y fue ahí cuando tomó la decisión de su vida: Se entregó a Jesús; luchamos juntos y la maldición fue quebrada, ¡él fue curado y ahí la maldición se acabó!

Querida mamá, sea una maldición hereditaria en la parte física, o espiritual, la misma puede existir, aunque digas: “Nunca hice nada malo, o jamás me involucré con cosas malas…”, nosotros nunca sabemos lo que nuestros antepasados vivieron e hicieron, pero a partir del momento en que una persona se levanta para luchar, Dios la honra.

No pierdas tiempo, evalúate, analiza tu vida y la de tus familiares, y si percibes algo, lucha y quiebra toda y cualquier maldición que haya pasado durante generaciones.

La bendición también…

La semana que viene hablaremos sobre eso.

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