Un sentimiento llamado miedo

Otro sentimiento que me estancó durante años fue el miedo. Yo sabía que mi hijo tenía problemas, pero el hecho de tener la certeza de lo que era y que todos lo supiesen, eso me amedrentaba.

El miedo es capaz de aprisionarnos dentro de nosotras mismas e impedirnos solucionar problemas que muchas veces serían el principio de una nueva vida, y es justamente por esto que el diablo trabaja con él, porque es el único que nos desea ver esclavizadas. Este sentimiento maligno me bloqueó durante 6 meses y mientras tanto, Gabriel solamente empeoraba, yo incluso intentaba descubrir que tenía investigando, pero cuando leía algo sobre el tema y me veía cerca de la respuesta, el miedo afloraba y entonces yo cerraba el computador y paraba; ¡¡hasta el día en que la situación fue insoportable!!

Me enfadé en contra de mi misma, tuve rabia de este sentimiento, y de pensar en como me dejaba estancar por lo mismo dejando de ayudar a mi hijo.

¿Qué era más importante? ¿continuar viviendo dentro de una boya o explotarla y seguir adelante?

Entonces amarré el miedo y determiné que saliese de mi, bastó una oración de fe y una actitud de indignación en contra de lo que no me hacía bien.

Después tuve que actuar de forma contraria y llenarme de coraje para abrir la web y leer renglón tras renglón, conocer allí a mi hijo y levantarme para luchar.

Querida amiga y madre, el miedo de descubrir algo que tu hijo tenga o esté haciendo, puede impedirte ayudarlo, por eso vence lo más rápido posible, ten valor de conocer la verdad sobre él… Al fin y al cabo, el Señor Jesús dijo que la verdad nos liberaría y realmente esto acontece, ella nos deja libres para que sigamos adelante, quebrando las barreras y haciendo la diferencia.

¡Vence el miedo y sal de tu “boya”!

Continuaremos hablando la próxima semana de un sentimiento más que solo nos paraliza. Hasta entonces…