Un amor capaz de callar el propio dolor, ¡este es el amor de madre!

Josiane Boccoli

  • 6
  • Nov
  • 2015

Un amor capaz de callar el propio dolor, ¡este es el amor de madre!

  • 6
  • Nov
  • 2015

Ya he oído decir que una madre tiene varios corazones, porque si tuviese solamente uno, no podría dejar de sentir ciertas emociones. Sin embargo, después de enfrentar un día en el que tuve que a través de mis ojos, ver la tragedia, y al mismo tiempo sonreír para que mi hijo no se desespere aún más, ¡te digo que eso va mucho más allá!

Sabía que si yo llorase, él iba a llorar mucho más, entonces, sacrifiqué mi desesperación y dolor haciendo como si nada pasase, para que Gabi pudiese dejar de sentirse culpable y se calmase.

¿Cuántas no son las madres que no llorar delante de sus hijos cuando son abandonadas? Incluso sufriendo, pasando por dificultades, tal vez sin trabajo, sin dinero, enferma, aprendemos que todo vale por el bienestar de ellos y es exactamente por eso que dejamos de actuar por nuestros sentimientos, escogemos negarnos y hacer lo que tiene que ser hacho para que estén bien, ¿si o no?

Si conseguimos controlarnos por nuestro hijos, ¿por qué decimos que somos incapaces de controlarnos delante de nuestros maridos? ¿o cuándo las personas nos decepcionan o nos agreden con palabras?

¿Por qué nos dejamos llevar por nuestros sentimientos en otras áreas de nuestras vidas, incluso sabiendo que por causa de este descontrol sufrimos tanto?

¿Adónde está este “punto fuerte de control” que solamente funciona con mi hijo?

Todo se origina en la “razón” que nos lleva a controlar, por el simple hecho de que nosotras madres, nos sentimos responsables por nuestros hijos y por lo que vaya a suceder con ellos… un amor tan grande que es capaz de callar nuestro propio dolor; este es amor de madre, lo que no sucede en relación a las demás personas, ni en relación a nosotras mismas.

Sin embargo, todo lo que pasé hoy fue tan fuerte que me llevó a meditar e incluso a tomar actitudes nuevas que quiero compartir con vosotras:

  • De la misma forma que yo me consigo controlar delante de mis sentimientos por amor a mi hijo, también lo conseguiré en otras situaciones por amor a mi, para mi bien, al fin y al cabo, yo tengo que amarme antes que a los demás;
  • -Si yo me siento responsable por mi hijo y por eso me controlo, yo también me controlaré por amor a mi misma, ya que soy responsable de todas mis acciones y palabras. Es decir, se acabó aquella “excusa” de: “No conseguí controlarme…”, o “fue sin pensar”, “fue más fuerte que yo”;
  • Yo si, puedo y me controlaré delante de todo y cualquier problema, por amor a mi persona y para servir mejor a mi Señor, donde sea que yo vaya, pues yo soy Su Referencia.

Querida mamá, solamente quien se ama a si misma e invierte en esto buscando este equilibrio, puede de hecho y de verdad amar a los demás como Jesús amó.

Una madre que se ama y se valora, es equilibrada en sus acciones y reacciones.

¡En está fe!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

1 comentário

  1. No soy mamá pero soy hija, pero puedo decir que es lo mismo pero lo contrario, el amor se basa en esa responsabilidad de ayudar y saber actuar en las situaciones ciertas :), saber en que momento decir las cosas a mi mamá para que busque más de Dios y pueda cambiar su carácter pero para eso tengo que ser una referencia y servir a Dios no solo en su casa y no solo ganando almas para Dios si no que sirviendo a Dios hasta en mi casa dando mi mejor para dar un testimonio.

    Ver más