Timidez y Ambición

Viviane Freitas

  • 12
  • Oct
  • 2012

Timidez y Ambición

  • 12
  • Oct
  • 2012

Todos los viajes que hago abren mi mente.

Salimos de un lugar que es familiar; para encontrarnos con personas con las que normalmente no convivimos.

Descubrimos nuestras actitudes. Y los desafíos empiezan a enfrentarnos.

Conocemos culturas, pueblos diferentes, desarrollamos nuevas “técnicas” de cómo comportarnos en cada lugar sin pasar mucha vergüenza. Y ¿esto por qué? Porque observamos en silencio y aprendemos más.

Sin embargo, la cuestión es cuando se trata de relacionarnos con personas de nuestro trabajo, con las que tenemos que tratar… Este es el gran enfrentamiento para todas las mujeres.

¿Cómo va a ser ahora? ¿Cómo voy a encajar?
¿Qué actitud debo tomar para ser más natural?

Muchos pensamientos vienen a nuestra cabeza… La vergüenza en relación a nuestras dificultades es el gran desafío en aquel momento, ya que no siempre actuamos con total naturalidad y entonces, bloqueamos nuestra verdadera identidad. Surgen las “famosas” timidez e inseguridad, que estaban en el fondo del baúl.

Aparecen justamente cuando miro a mi alrededor y necesito una afirmación, esto me traba. Y ¿por qué? Porque en el fondo la admiro, y “la hago” muy superior a mí, aniquilando quien soy.

Acabas por compararte.

Parece que te quedas en “blanco”… Esto es porque cada una vivió situaciones diferentes. Fueron criadas diferentes, tuvieron enseñanzas distintas, en fin, una serie de cosas que componen la vida de cada ser humano.

Pero, ¿cómo voy a vencer? ¿Qué hago para ser natural?

La mujer vive de relaciones. Y dentro de ella existen conflictos diarios que tiene que aceptar. Tal vez ella tenga miedo de descubrir sus fracasos. Por eso se aísla, vive en su mundo; no tiene conversación… Y lo peor, es que cada vez que ella se esconde, se convence más y más de que es una fracasada.
A veces… busca qué hacer, para no depararse con aquello que la enfrenta.

El mundo se ha desarrollado, pero también ha generado muchos tímidos.

¿Cuál es la razón? O ¿qué ha ocurrido con la humanidad, que se esconde cada vez más de su realidad o identidad? ¡¿Por qué no es natural ser quien realmente es?!

¿Sabes por qué?

Voy a señalar una serie de problemas:

Eres tímida porque restringes tu confianza apenas en ciertas personas o persona, apoyándote cada vez más en el abrigo de las mismas.

Eres tímida porque no odias tu estado limitado. No consigues percibir que no hay ninguna ganancia, pero continuas “deleitándote” en tu mundito de cuatro paredes.

Eres tímida porque te apoya en algo. A veces, sabes expresarte en cartas, e.mails pero, personalmente, te trabas.

Eres tímida porque cuando vienen los nuevos desafíos, no entiendes que tienes que vencer, sino permanecerás en el mismo estado y nunca avanzarás.

¿Sabes?…. Amiga lectora. Tal vez continúes en este estado crítico, y lo aceptes, porque en realidad no tienes noción hasta donde puede llegar.

Tu visión gira alrededor de tu vida. Y acabas por no descubrir ni explorar el mundo que tiene que explorarse.

No te desarrollas a través de relaciones. Tienes dificultad de mejorar como persona. Tienes la mente cerrada solo en aquello que ya has vivido.

Observa que las personas que más leen, se informan, investigan, se relacionan y las GUSTA explorar, son más inteligentes; son las que más se desarrollan y aprenden. ¿Por qué?

Precisamente porque no aceptan limitarse al mundo que las rodea, sino que exploran el espacio que les fue dado y buscan medios para nuevos descubrimientos con el propósito de avanzar. Desean y alimentan los sueños de llegar cada vez más lejos.

Tienen ambiciones. Son ambiciosas.

Yo, por ejemplo, tengo algunas dificultades en algunos puntos… Pero por eso no me dejo dominar, porque tengo una ambición detrás de aquello que quiero conquistar.

Tengo sed; ambición de transmitir la vida que encontré a otros. Esto me hace vibrar con los desafíos; desafiarme a mí misma y luchar para llegar… donde quiero llegar.

Cuando nadie en este mundo dio nada por mí, descubrí la fuerza que viene de lo alto, que me hace cambiar, y dejé de ser cobarde para ser corajosa, cambié de ser vergonzosa a ser intrépida, de miedosa a audaz y así sucesivamente.

Esta fuerza no vino de mí. Vino porque usé mi fe y me lancé sobre la Palabra de Dios, así todo vino a la existencia, de la misma forma que todo se formó por Su Palabra.

Lo que no existía, vino a la existencia.

La creencia implica resultados y actitudes movidas por una certeza, no por algo palpable, sino interior.

Y ¿qué puede mover esta fe y hacerme activa?

La ambición

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1 comentário

  1. Hola es verdad es un muy buen consejo para que podamos ser naturales es necesario que dejemos de lado el depender de alguien o el miedo a que van a decir de mi!.. cosas como estas que nos impiden mostrarnos como somos!

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