Servir (7ª Parte)

Viviane Freitas

  • 1
  • Sep
  • 2016

Servir (7ª Parte)

  • 1
  • Sep
  • 2016

La semana anterior hablamos sobre la paciencia y de cómo esta virtud es esencial para nuestro desempeño en la Obra de Dios, pero sobretodo a fin de que desenvolvamos el celo con aquellos que estén o puedan venir a estar bajo nuestro cuidado.
Respetamos la fe, el proceso de cada uno, es crucial, dando así espacio para el Espíritu Santo completar su Obra, pues a Él y sólo a Él le cabe las responsabilidad de convencer acerca de toda la Verdad.

Esta semana abordaremos el tema: No esperar.

Algo que el Señor Jesús no hacía, era exactamente esperar o depender de los demás para cumplir Su Misión; para encajarse en el plan del Padre para Su vida. ¡Si así fuese, hasta hoy, probablemente, la humanidad esperaría redención! ¿Y por qué?

Ahora, percibe el proceso de algunos de los apóstoles, antes de ser bautizados con el Espíritu Santo:

– Pedro no entendía las palabras del Señor Jesús: «Pedro le contestó: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo..» (Juan 13:8)
Y además de esto, a pesar de haber estado con Jesús lado a lado, cuando fue Su captura, Lo negaría tres veces antes que el gallo cantase. (Juan 13:37,38);

– Tomás estuvo todo el tiempo con Jesús, y aún así revelaba incredulidad a cuestionar Su destino y providencia: «Tomás le dijo: Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?» (Juan 14:5);

– Felipe no reconocía a Jesús como el propio Dios; como siendo Uno con el Padre, a pesar de haber sido testigo de Su carácter y milagros:
«Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: Muéstranos al Padre?” (Juan 14:8,9)

¡¿Piensa si el Señor Jesús dependiese de la calidad de la fe de Sus apóstoles, para efectuar Su Obra?! Pero Él veía más allá…
No esperaba por la fe de los discípulos o de terceros, sino que sabía que Él mismo tenía que estimular la fe de cada uno, para que se mantuviesen firmes hasta el cumplimiento de la promesa.

A veces nosotras creamos determinadas “Expectativas” en relación a alguien o a alguna cosa. Ponemos nuestra fuerza en cuidar de una persona o de una responsabilidad; encaminamos, ayudamos, damos lo “máximo” de nosotras, pero cuando no somos correspondidos como el mismo “nivel” de entrega, nos sentimos frustrados…
Creemos que nuestro trabajo es vano y tenemos tendencia a disminuir.

Pero observa amiga, ¡Jesús nunca esperó por nadie! Por lo contrario, orientó, guió, exhortó y cuidó, ¡sin comprometer Su responsabilidad! Y era esto lo que Él hacía continuamente.

Antes de entregar la vida – literalmente – antes de derramar Su sangre, Él Se dio por entero a lo que Dios confió bajo Su cuidado, sin esperar recibir nada a cambio… hasta el final. ¡Esta es la verdadera esencia del SERVIR!

Y así, sin esperar, los enseñaba con Su propio ejemplo, a lo largo del tiempo en que estuvieron juntos: “Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.” (Juan 5:5); perdonando a la mujer pillada infraganti en adulterio (Juan 8:19,11); diciendo al ciego que se lave los ojos en el estanque de Siloé, limpiándole de su ceguera (Juan 9:7); resucitando a Lázaro (Juan 11:34), entre tantos otros milagros y manifestaciones de fe.

“Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera.” (Juan17:12)

No esperes, ¡no dependas para hacer lo que tiene que ser hecho! Ya sea en relación a quien cuida o incluso a tus compañeros de Obra…

Independientemente de lo que los demás piensen o hagan, o del tiempo que tarden en entender o hacer, cumple que tu parte: ¡SIRVA!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

4 comentários

  1. Hola, soy obrera y este estudio dio luz en un problema que existe en mi iurd…que Dios la bendiga!!!

    Ver más
  2. Es eso mismo hacer lo que tiene que ser hecho. No esperar por nada, ni nadie. Es obedecer cumplir con lo que Dios nos envio hacer. Servir y solo servir.

    Ver más
  3. Independiente de lo que suceda alrededor, debemos seguir sirviendo.

    Ver más
  4. Gracias Sra Viviane, así lo haré, servir a Dios para mi, aún que sea una simples evangelista es un privilegio, pues cada día le agradezco lo maravilloso regalo que El me dio, desde liberarme de mis atadura, tristezas, hasta al mayor y más prescioso regalo, que fue Su Espíritu. Servirle es lo mínimo que puedo hacer. Gracias por esta linda orientación. DIOS la bendiga abundantemente.

    Ver más