Sé la madre que tu hijo necesita

Yo siempre escribo: “Sé la madre que tu hijo necesita”, pero ¿qué es lo que esto realmente significa?

Durante mucho tiempo fui la madre que yo quería ser, que yo veía correcto y bueno para mi hijo. Yo tuve un padre teniente de la policía, es decir, un general dentro de casa, y así quería ser como mi hijo: Rígida, autoritaria, exigente… ¡Imagina! Para una madre de hijo autista, esperar que él me oyese y lo hiciese en el momento en el que yo se lo estaba pidiendo… Un terror, ¡pobrecito!

Sin embargo, yo sufrí más que él y tuve que “quebrarme” por entero, al punto de sentarme mientras que mi hijo se retorcía en crisis, en el suelo y en llantos diciendo: “Ok, ¡yo me rindo a ti!”

Por amor, por amarlo y ver que mi postura errada solamente me llevaría a perder a mi hijo; perder la oportunidad de acercarme a él y poder ayudarlo. Así decidí cambiar totalmente mi vida.

Mis padrones fueron arrancados, mi “pensar” y saber también, porque reconocí que no me estaban ayudando. Con mente y corazón vacía de mi misma, pude recibir de Dios las direcciones que realmente irían a ayudar a mi hijo. ¡Entonces Lo conocí y descubrí a mi hijo!

Todo en mi cambió, desde el modo de hablar a la forma de mirar a Gabi, entendí entonces sus necesidades y pude trabajar en ellas para que sean suplidas.

Al fin y al cabo, somos únicos, unos diferentes de otros, ¿cómo puedo querer usar los mismos métodos de educación que fueron usados conmigo? ¿O ser de la misma forma con todos mis hijos? ¡No!

Cada persona es de una forma y tiene sus necesidades específicas.

Este fue mi “secreto” como madre: Negarme, dejar de hacer lo que yo quería hacer y ser, para que yo pudiese descender al nivel visual y mental de mi hijo, y entonces tocar en él para que nos hiciésemos uno.

Es exactamente a esto que me refiero, cuando te digo aquí: «¡Sé la madre que tu hijo necesita!”.