¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 25: ¿Usted trata con el pasado y el presente como Jesús?

¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 25 : ¿Usted trata con el pasado y el presente como Jesús?

Hemos hablado de Dios, pero ¿cómo fue Él cuando estuvo aquí en este mundo, muchas veces sufriendo lo que nosotros sufrimos?

¿Se ha parado a observar cómo Él trataba la situación? ¿lo que era incómodo? ¿cómo actuaba Él en cosas simples? ¿qué habla la Biblia sobre Jesús? ¿Cómo actúo delante de situaciones desagradables?

Por tanto, cuando el Señor supo que los fariseos habían oído que El hacía y bautizaba más discípulos que Juan (aunque Jesús mismo no bautizaba, sino sus discípulos), salió de Judea y partió otra vez para Galilea.” Juan 4:1-3

Observe, usted está molesto agobiado, irritado porque las personas le dicen cosas indebidas, cosas que no son verdad, y se molesta, llevando eso en su mente, hablando consigo mismo, murmurando, estropeando cada vez más su día. Pues si, Jesús no paraba de Su objetivo.

¿Cuál era el objetivo de Jesús? Salvar.

¿Y qué hizo Él? Él dejó Judea y fue otra vez a Galilea. Él no se quedó allí sufriendo, molesto, era como si Él dijese: “No voy a insistir en mostrar a las personas que no estoy bautizando, que son mis discípulos…” No, Jesús no hizo nada de eso. Él no se justificó, no caviló por dentro, Él simplemente dejó Judea. Partió. Y hizo algo mucho más provechoso para Su vida.

Y, a veces, se queda ahí perdiendo tiempo con un problema con el que no hay nada qué hacer. No puede cambiar la cabeza de la persona. Si la persona quiere mentir, quiere decir cosas que no son verdad, no tiene que molestarse, ni intentar justificarse.

¿Qué tiene qué hacer? Mire hacia delante, no pare su vida, no deje que eso le atormente.

Y la Biblia dice así:

Y tenía que pasar por Samaria.

Llegó, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la parcela de tierra que Jacob dio a su hijo José; y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta.” Juan 4:4-6

¿Qué hizo Jesús con esa situación desagradable? Fue adelante. No llevó el problema, y pasó por Samaria. Era una ciudad por la que Él tenía que pasar, pero que el pueblo no aceptaba a los judíos.

Una mujer de Samaria vino a sacar agua, y Jesús le dijo: Dame de beber.” Juan 4:7

¿Sabe por qué Jesús dijo a la mujer “dame de beber”? Porque ella tenía que estar allí y dar a Jesús agua.

“¡Cómo Viviane! ¿Jesús necesitaba agua?”

Si, Él tenía sed, Él estaba vestido, es decir, en un cuerpo humano que tenía necesidad, tenía sed.

Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.” Juan 4:8

Observe que Jesús no andaba con comida, no vivía según Sus necesidades. Él paró en Samaria, descansó allí porque quería encontrar a esa mujer. Él ya veía a esa mujer. Y tal vez usted está ahí angustiado, triste y pensando que la vida ya no tiene solución, que nadie le ve, que está solo y piensa que nadie le está viendo, eso es lo que usted dice.

Pero, vamos a continuar:

Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.) Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: «Dame de beber, tú le habrías pedido a El, y El te hubiera dado agua viva.” Juan 4:9-10

Antes de que esa mujer llegase Jesús ya la conocía. Sabía que ella tenía sed, pero no era sed de agua. Ella vino a buscar agua para sus necesidades físicas, para cocinar, hacer todo lo necesario con agua. Pero buscar aquella agua no resolvería el problema en su alma.

Estaba resolviendo el problema físico, y Jesús le pide justamente a una mujer samaritana, y los judíos no hablaban con personas de Samaria.

Y cuando ella cuestiona: “¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?” En otras palabras, Jesús respondió: “No sabe con quién está hablando. Si conociese Quién es Dios, y que Él envió a Su hijo a este mundo, justamente para rescatar su alma, pero usted está buscando resolver un problema físico. Sin embargo, continua con el problema dentro de usted. Si supiese Quién soy Yo, pediría agua y le daría agua viva, pero necesita pedir.”

Ella le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?” Juan 4:11

Aquella mujer pensó que Jesús tenía que tener un cubo, algo para sacar agua del pozo, ella pensaba que Jesús estaba refiriéndose al agua del pozo.

¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados?

Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed,…” Juan 4:12,13

Realmente usted tiene tantas necesidades. Está buscando por su vida sentimental, su vida económica, la familia, el éxito, y aún no se satisface. No sólo de esa agua que usted bebe físicamente, sino las otras que ha buscado, cualquier otra agua que bebe no le satisface y vuelve a tener sed nuevamente.

pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.” Juan 4:14

Una cosa es usted atender sus necesidades. Otra es tener necesidades, situaciones, dificultades, problemas y saber lidiar con esos problemas, con esas dificultades sin trabar su vida, sin perder su paz.

Y aún más, con un detalle, ser una fuente, ¡una fuente de agua que brota para vida eterna! Es decir, una fuente que da vida a otras personas. Aunque no haya resuelto todos sus problemas, cuando tiene el agua viva, ella hace de usted una fuente, que está siempre brotando novedad de vida.

Sabe que la fuente que no lanza pasado, no  echa lo que vivió, lo que las personas comentan, los problemas que vivió, la fuente de agua siempre trae agua nueva. Nunca cesa el agua. Y más, esa agua es continua, no apenas para esta vida, sino que lleva a la propia persona a la vida eterna. Es decir, no sólo supera las situaciones de aquí en esta tierra, sino que también le lleva a alcanzar la vida eterna, la eternidad con Dios. ¡Existe esa agua de vida!

Pero, ¿usted sólo oye hablar de esa agua de vida, y no es su retrato de vida, usted es una persona triste? ¿es una persona que depende de las circunstancias para tener una alegría que es pasajera? Porque después, vuelve a estar infeliz, vacía, es decir, le falta algo. ¡Esto pasa porque necesita el Agua de la Vida!

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