Quién eres tú delante del problema
- 15
- Oct
- 2014
¿Cuáles son las características que se ven cuando alguien está en peligro, aunque no lo conozcas… qué hacer? O incluso delante de tus conocidos. ¿Quién has sido?
Estoy llamando tu atención para que te descubras. Si tú te descubres, vas a resolver lo que debe ser resuelto.
Acompaña conmigo en el libro de Éxodo:
[/floatquote]“Y el sacerdote de Madián tenía siete hijas, las cuales fueron a sacar agua y llenaron las pilas para dar de beber al rebaño de su padre.
Entonces vinieron unos pastores y las echaron de allí, pero Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a su rebaño.
Cuando ellas volvieron a Reuel, su padre, él dijo: ¿Por qué habéis vuelto tan pronto hoy?
Respondieron ellas: Un egipcio nos ha librado de mano de los pastores; y además, nos sacó agua y dio de beber al rebaño.
Y él dijo a sus hijas: ¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado al hombre? Invitadlo a que coma algo.” (Ex.2: 16-20)[/floatquote]
El impulso de defender a aquellas mujeres, en el caso de Moisés, me llama la atención, porque él ya estaba dentro de esa indignación y defensa. Con seguridad, Moisés estaba indignado en contra de la injusticia. Observa que mal las conocía y aún así las sirvió, junto al respectivo rebaño.
Incluso siendo él un ex-príncipe, habiendo tenido toda la formación y riqueza, esto no le permitió vivir en su propio egoísmo. Incluso habiendo tomado en el pasado la actitud errada, al matar al egipcio en defensa de su pueblo, aún así había en él algo diferente: ¡la indignación!
Yo no sé lo que hay dentro de ti, pero voy a ser sincera contigo: Hay una indignación en mi interior, un grito. Y te preguntas: “¿Por qué? Eres esposa de un obispo, hija del obispo Macedo, ¿cuál es el motivo de ese grito?”
Hay un grito de indignación porque no acepto ver tu vida amarrada, no acepto verte estancada. No acepto que te fijes en las personas y no en ti misma. ¡Quiero que seas independiente, interiormente, estrechando tu dependencia de Dios!
Muchas veces las personas dependen de los demás para reaccionar de forma diferente. Por ejemplo, Moisés, no cambió por una decepción del pasado, sino que perseveró indignado en búsqueda de las respuestas correctas.
Tú que eres indignada, aunque te equivoques intentándolo, ¡vas a aprender! Lo malo es cuando te equivocas y continuas tímida en tu forma de ser. Por eso, no descubres, no inviertes. De esta forma, Dios no puede contar contigo.
Observa que antes de que Dios escogiese a Moisés para liberar al pueblo hebreo, Él vio sus características, ¡vio su carácter! Así como miró a Abram, que permaneció fiel a su esposa, aunque ella era estéril y no teniendo a Dios como su único Señor. ¡Fue en esa situación que Dios habló con Él!
Quiero que observes quien has sido. ¿Dios puede contar con el espíritu que le presentas o eres una persona que se anula y ni Dios puede contar contigo?
Yo no sé si tú eres tímida, si tienes miedos… Pero una cosa es segura; Dios se somete a tu espíritu, con o sin el Espíritu Santo. Y si eres bautizada con el Espíritu Santo, tienes poder para transformar ese miedo, inseguridad, pasado, trauma, en una vida abundante, espiritualmente hablando.
Quiero que participes, dejando tu comentario de quien has sido delante de los problemas y las circunstancias. ¿Estás dejando a Dios imposibilitado de usarte? Deja aquí tu respuesta, que tendré el placer de leer. Y no sólo escribas en el Blog, sino afronta este espíritu que te ha hacho miedosa, cobarde y tímida.
Hasta el viernes.
Sara Conde
19 octubre, 2014 a 22:2
Hola sra. es tan importante esa indignación adentro de nosotras, yo estoy en proceso de cambios tengo luchado contra todas mis voluntades que solo me hacen permanencer en la misma, tengo enfrentado mis temores y estoy luchando con todas mis fuerzas aliadas a una vida com Dios para ser una nueva mujer, lista para toda buena obra. Un gran abrazo y muchas gracias por compartir ese post tan precioso con nosotras.
Alma Delgado
19 octubre, 2014 a 8:2
Muy fuerte este mensaje. Muchas de las veces cuando llega la hora de enfrentar los problemas nos dejamos ya sea intimidar o tomamos una actitud contra ella. Aveces cuándo enfrentamos los problemas tratamos de huir silenciosamente en vez de enfrentarlos. La causa de esta actitud es porque tenemos ese miedo esa inseguridad, el pasado o trauma que pasamos. No podemos y no debemos cansarnos de luchar y de levantarnos cuando caemos. Ahora es momento de tomar esta actitud y practicarla. Gracias. Dios le bendiga.
Rocío Pérez
19 octubre, 2014 a 5:2
Gracias por estas palabras… en verdad Gracias, me sirvieron mucho ya que a raíz de una situación fuerte en mi vida me estaba volviendo un poco timida, pero desde hace algun tiempo Dios ha hablado exactamente estas palabras conmigo y Dios lo confirma a cada día más… En mi hay un espíritu indignado y voy siempre para mas, para glorificar a mi Señor.
Grexys
19 octubre, 2014 a 4:2
Ufff, si Sra… «¿Dios puede contar con el espíritu que le presentas…» Muchas veces las personas se resignan porque el miedo neutraliza su fe. Si verdaderamente estoy indignada y con hambre y sed de justicia, esa indignación me lleva a actuar y a enfrentar con valentía esa situación. Dios se agrada de ese espíritu y tiene placer en usarte.
Tatiana Lopez
19 octubre, 2014 a 4:2
Cuando somos tímidas Dios no puede contar con nosotras. Dios se somete al espíritu de cada una de nosotras, si somos miedosas, inseguras imposibilitamos a Dios de usarnos. Debemos enfrentar todos esos miedos para poder ser usadas mas por Dios porque Él quiere hacer cosas grandes con nosotras.
Rubi Jimenez
19 octubre, 2014 a 2:2
Cada vez que surgen problemas, busco en Dios la fuerza para poder confrontarlos sin perder la paz. Aunque la tormenta sea con granizo, yo estoy segura que El me guarda y cuida. Me da el paraguas reforzado (fe) para salir y vencer. Se que mis victorias son para glorificar Su nombre.