¿Qué pasa en los pensamientos?

En el artículo de hoy, voy a hablar sobre algo que va a abrir tu mente, de una forma muy clara.

Muchas personas piensan que cuando Dios habla, es en el corazón, pero eso no es real.

Quien habla directamente a nuestro corazón son las emociones, ¡no hablan al intelecto!

Dios si, habla en la mente, en tus pensamientos.

Por esta razón, tu mente debe estar libre, para que Dios tenga acceso directo para hablar contigo.

Si prestas atención a tus pensamientos y en tus palabras, vas a encontrar muchas imperfecciones. Tal vez no tengas la sensibilidad de detectar esas imperfecciones porque tu mente está desconectada, y piensas a tu manera, según tus deseos. ¿Por qué? Porque en el fondo, deduces que puedes pensar en lo que quieras, y que eso no es un problema.

A veces surgen pensamientos que no son los que pretendíamos tener, y destacan sin que queramos. Pero vienen porque de alguna forma la cabeza está vacía, y sobretodo, porque los pensamientos nos están en Dios.

Voy a daros algunos ejemplos para que podáis entender mejor donde pretendo llegar:

Si, por ventura, eres el tipo de persona que vive ocupada, preocupada, ansiosa (sentimientos que tipifican a la mujer), demuestras que tus pensamientos están enteramente volcados a los quehaceres que tienes que cumplir, a las responsabilidades que te fueron confiadas, y no a lo que Dios quiere hablar contigo. La verdad es que en este caso, tu pensamiento no está conectado al pensamiento de Dios. Así es como Él se queda ausente a ti.

Te pregunto lo siguiente: ¿Qué pasa en tu pensamiento? ¿Qué piensas durante el día?

¿Sabes porqué escribo sobre este asunto, y te hago estás cuestiones?

Porque es ahí donde comienza tu relación con Dios, ¡a través de tus pensamientos ligados a Él! No quiere decir que con esto no vas a dar atención a tus responsabilidades, pero no puede ser algo persistente, a largo plazo, porque es así como tu mente se queda demasiado ocupada.

Tus pensamientos están dominados por las más diversas distracciones, entonces, es imposible estrechar tu unión con Dios. Es imposible oír Su voz con claridad.

Observa que, en la época de Abraham, Isaac, Jacob, no habían tantas tecnologías, no había televisión, ordenador, internet, etc. Por eso, estos hombres oían y obedecían a Dios, porque sus pensamientos estaban listos para que Dios hablase.

Pero hoy en día, la realidad es completamente diferente y, sobre este asunto, escribiré más en el artículo siguiente.

Mientras tanto, tendré el placer de leer tu comentario sobre tus pensamientos…