¿Qué es lo que más le gusta hacer? Parte 2
- 31
- Mar
- 2016
Este mes vamos a hablar acerca de aquello que más nos gusta hacer y de como eso, aún sin saber, nos puede perjudicar.
Le aconsejo acompañar este tema desde el principio.
Y para usted misma, ¿qué es lo que considera valioso o precioso?
Si usted tiene la atención de alguien muy solicitado o importante, por ejemplo, usted termina volviéndose una persona igualmente «popular» o famosa, en la compañía de esa persona. Se vuelve segura de sí misma, por esa aprobación.
Y, ¿cómo se siente la persona cuando no tiene ese tipo de atención? Inferior, olvidada, rechazada, con celos, inseguridad, etc.
A veces, «hermoso» para sí es estar cerca de alguien a quién usted admira mucho. Que esa persona hable con usted, la acepte, le diga buenas palabras, le de responsabilidades y conceda «títulos»…esto es «hermoso» a sus ojos, es extraordinario para usted. Inclusive, hay personas que se sienten seguras únicamente a causa de esto. Colocan su confianza en eso.
Y cuando pierden ese «estatuto», ¿qué les sucede?
Y cuando pierden esa aparente «seguridad», ¿cómo lidian con la situación aún estando en la Obra de Dios?
¡Desaniman, retroceden, caen! Desarrollan malos ojos, envidia y toda clase de males.
La Biblia dice que el «elogio» es una trampa.
¿De qué forma el elogio se vuelve una trampa?
Cuando atiende a una persona y ella le hace sentir que no hay otra igual a usted, cuando piensa y afirma que su grupo, su iglesia, su pastor es diferente o mejor que los demás.
Cuántas más responsabilidades tiene y se siente segura por eso, porque ve que las desarrolla bien; eso también puede tornarse «hermoso» a sus ojos. ¿O no es cierto? Si antes no analizada su estado interior, pero comenzó a analizarse y a «evolucionar», puede enorgullecerse de eso también. Al punto de incriminar a otros que aún no se «ven».
Todo y cualquier elogio, todo lo que le transfiere placer o le atribuye «éxito», es una trampa para sus pies.
Esto es la gloria del mundo dentro de la Obra de Dios.
¡Cuidado! Por eso el Señor Jesús dijo: «Velad y orad…» (Mateo 26:41)
Continúa la próxima semana..
evelyn
6 mayo, 2016 a 5:2
La biblia nos ensena que ahi que vigilar y orar, esto nos ayuda a tambien guarder la salvacion con nuestro Senor Jesus. La obra de Dios lo hacemos para dar lo mejor a Dios no al hombre. Recordando esto cada dia nos fortalecera nuestra comunion con Dios.
Blanca Medrano
1 mayo, 2016 a 6:2
Nuestra dependencia es sólo en Dios , y sólo El merece honra y gloria, debemos siempre estar atentos a las advertencias que Dios nos da por medio de su palabra.
Elizabeth Martinez
26 abril, 2016 a 0:2
Hoy aprendí que debemos …velad y orad… siempre. para que en ningún momento le demos brecha al diablo.
Yeni Tatiana Cordoba Barrera
22 abril, 2016 a 17:2
Nosotros debemos tener cuidado al escuchar elogios sobre la manera en la cual hacemos las cosas, ya que si nos sentimos realizadas con ese comentario estaremos conformándonos con la gloria de los hombres, pero nuestro objetivo es primero que toda la gloria sea para Dios y segundo que el mismo sea quien nos hombre, en nuestra vida.
Yulimar Rodriguez
21 abril, 2016 a 23:2
Muchos creen que es mentira mas a la verdad es la realidad. Por eso del único a quien debemos depender es de DIOS.
Ariana Peralta
20 abril, 2016 a 0:2
Verdaderamente el elogio es un trampa. Este nos puede afectar de diversas maneras, podemos volvernos dependientes de estos «elogios» y en el momento en que ya no recibamos uno, sentirnos mal, llenas de inseguridades. También puede ocurrir que a causa de esos elogios nos sintamos mejor que las demás personas. Por ejemplo: talvez nosotras estamos trabajando en nuestra cura interior y a causa de eso, cambiamos para bien ciertos aspectos de nuestra vida y ese cambio se exterioriza y las personas lo notan y nos animan dando elogios,pero a causa de eso sino vigilamos podemos caer en la trampa de ver con malos ojos a los demás y creer que necesitan más ayuda que nosotras, ahí la persona ya se estaría dejando llevar por el orgullo!!! Y no podría seguir trabajando en su interior debido a que cree que ya no necesita cambiar.