¿Qué consideras?

Viviane Freitas

  • 10
  • Jul
  • 2015

¿Qué consideras?

  • 10
  • Jul
  • 2015

Hola a todos los internautas, estamos aquí un día más hablando sobre la fe inteligente, todos los viernes hemos hablado sobre la fe, y el tema de hoy es: ¿qué es lo que consideras? ¿qué consideras normalmente? ¿Cómo es cuando consideras algo?

Cuando consideras; respetas, te sometes, obedeces, y lo haces de corazón alegre, sabiendo que aquella a quien consideras sabe lo que estás haciendo, y no tienes recelo, no tienes miedo, no desconfías.

Cuando consideras, rehusas a lo que está errado, para someterte a quien consideras.

Bueno, en Hebreos 11:24 -26 dice:

“Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.”

Cuando hay está consideración, como aconteció con Moisés, él ya era un hombre, y ahora no se habla de la fe de sus padres, ahora habla de su fe, por la fe Moisés… y una pequeña observación, Moisés pasó el mayor tiempo de su vida en Egipto, pero ahora, hecho un hombre, rehúsa a ser llamado hijo de la hija de Faraón, pero, ¿esto no sería algo absurdo?

Alguien como la hija de faraón, que lo consideró, quien luchó por Moisés, se acabó el decreto del rey por causa de la hija del faraón, el decreto del rey era matar a todos los niños, la hija convenció a su padre cuando trajo a Moisés al palacio, y lo adoptó.

¡Pero ahora Moisés contrariaba a su madre! Quien le cuidó toda la vida, después de ser amamantado por su madre biológica, Joquebede, durante un tiempo, y volvió a quedarse con la princesa, y aún así Moisés rehusó.

Observa, el hecho de rehusar a ser llamado hijo de la hija de faraón, ¿no fue algo agresivo? ¡Si lo fue, amiga internauta! La fe te separa del mundo, ella no tiene ninguna ligación con quien no sirve a tu Dios, la fe define esto, aquellos que son de Dios son mis amigos, y aquellos que no son de Dios, no son mis amigos, no son mis hermanos, no son mis familiares, pero aquellos que obedecen y sirven a mi Dios, estos si son mis amigos.

Pero dices: “Esas personas que no conocen a Dios, ¿no eres su amiga?” ¡No, amiga no! Yo lucho por ellas, les hablo de Dios, pero la decisión cada una tiene que tomarla.»

Es como el ejemplo de algunas personas que llegan hasta mi, como fue el caso de una internauta, recuerdo que decía: “Ah Viviane, yo te quiero tanto, me estás ayudando tanto…”

Y después de algunas semanas, algunos meses, aquella mujer ya no aparecía en la Iglesia, amiga internauta, ¿tú crees que eso es amor?… cuando tu recibes mis palabras, las palabras de Dios, y tú rehúsas a aceptarlas y someterte, ¡no! Esto no es amar.

Las personas de nuestra sociedad piensan que saben lo que es amor, pero están muy distante de lo que es realmente el amor, el amor te hace bien.

A esa internauta, al menos yo no la he visto participando en la Iglesia, entonces ¿qué tipo de consideración ella tiene hacia el Dios que yo la presente? Aquellas palabras que ella me dijo eran todo sentimiento, eran palabras para agradarme… no son verdad, verdad es cuando haces lo que hizo Moisés, mira lo que pasó:

“Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón..”

Él rehusó, fue en contra de aquella persona que le consideró, ¿por qué? por causa de su fe, presta atención:

“…escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.”

Observa bien, la persona que considera rehúsa a ser llamada hija del diablo, o tener una unión con quien no tiene nada que ver con Dios, prefiere pagar las consecuencias, es decir, dejar todo lo que le aprisionaba, para considerar al Dios de Abraham.

“…considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo…”

Es decir, Moisés pensaba así, “yo estoy aquí en el palacio, viviendo aquí, y mi pueblo está esclavizado, mi Dios no es este dios del faraón, es más yo he vivido todos estos años como egipcio, aquí en el palacio, y ¿qué he conquistado?¿cuál es mi alegría? ¿qué placer tengo que durará toda la vida? ¡No voy a servir más a ese dios! ¡Me niego a ser llamado hijo de la hija del faraón! Porque yo no pertenezco al dios egipcio, yo pertenezco al Dios de Israel…” Él consideró, porque él vio mayores riquezas, cuando él hizo esto, fue una decisión personal, porque consideraba a Dios.

Amiga internauta, Moisés no estuvo entre los hebreos mucho tiempo, él estuvo más en Egipto que con los hebreos, y ¿qué tienes que decir? – Tu dices: “ Ah yo llevo más tiempo en el mundo, es ahora cuando estoy empezando en la fe…”

Amiga, tú tienes que ser hija de Dios, tienes que ser llamada hija de Dios, y para ser llamada hija de Dios tienes que considerar las cosas de Dios.

Y cuando hay consideración, hay respeto, y cuando tienes respeto rehúsas a las cosas del diablo, a la ligación que tienes con el diablo, con tus sentimientos, ¡que tú las ves!, que las has traído de Egipto, pero que no te han dado vida, rehúsas a tener regalías que aparentemente el mundo te trae, como el pensar que puedes vivir a tu manera, que puedes sentir como tú quieres, que tienes derecho a sentir….

Cuando Moisés rehusó a ser llamado hijo de la hija de faraón, y prefirió ser maltratado junto al pueblo de Dios, fue porque él miraba para Dios.

Tú, que consideras a Dios, que profesas una fe, tienes que negar tus propios deseos, tienes que rehusar las cosas del diablo, tienes que considerar, respetar las cosas de Dios…. Y no ser una persona que vive con mala cara, enfadada por cualquier cosa, y por cualquier situación ya te quedas sensible, ¿qué consideración a Dios dices que tienes?

Así tú no rehusas a ser hijo de la hija de faraón, aceptas tener el ADN de tus padres, o tu ADN de ser humano, con tus sentimientos y dices, es normal, todo el mundo se equivoca, es normal sentirse así, ¡pero no es normal aceptar, permitir y convivir con esto! ¡De ninguna manera!

Amiga internauta considera a Dios, la consideración a Él, es ese respeto, y consecuentemente cuando existe ese respeto con Dios, existe el respeto hacia el siervo de Dios, no hay malicia, no hay malos ojos, no juzgas, no hay defensas, no esperas que los siervos de Dios hagan lo que tú tienes que hacer, que es el ser humilde.

Sé humilde, considera a Dios, porque Él te va a honrar, “Dios dice yo honro a los que me honran, lo que me desprecian serán desmerecidos”, ¡eres tú quien escoge amiga internauta!

Si estás escuchando este audio no es casualidad, es porque de alguna forma estás buscando algo justo, y si lo estás haciendo, entonces evalúa tu vida y ten temor con las cosas de Dios, no hagas las cosas a tu manera, ¡no! eso no agrada a Dios, eso no es consideración a Dios, eso no es contemplar el galardón, eso no es mirar a las riquezas mayores y para Dios.

Cuando estás triste, estás enfadada, es como si dijeses así: “Yo tengo derechos, las cosas que estoy siento son más valiosas que las riquezas que Dios tiene para darme, no creo que Dios tenga para darme…”

Cuando alimentas lo que es errado, es porque en realidad no crees, mira lo que pasó con Moisés, él rehusó y pagó un alto precio, porque él asumió su fe.

Amiga internauta vamos a continuar la semana que viene.

Un fuerte abrazo, y deja aquí tu comentario.

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15 comentários

  1. Hola Sra Viviane me llama la atención que Moisés no miro para el sentimiento hasta porque él entendió que vivir en el Egipto hacia parte del plan de Dios para su vida. Cuando asumo mi fe no quiero tener ningún vínculo con el pasado así me torno libre, nin las amistades de aquél ambiente nos agrada mas. Es mejor despojarse diariamente sacrificando mi yo pero ser llamado hija de Dios, que participar del mundo que viviamos engañados sin su presencia . Un saludo

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  2. Buenas tardes señora Vivi

    Hasta ahora no era consciente de que cuando alimento sentimientos que no le agradan no estoy considerando a Dios.
    Es muy fuerte pensar que cuando alimento el desanimo, la tristeza o cualquier sentimiento que no le agrada, estoy diciento a Dios: “Yo tengo derechos, las cosas que estoy siento son más valiosas que las riquezas que Dios tiene para darme, no creo que Dios tenga para darme…”
    Me ha ayudado mucho este comentario
    A partir de ahora lo tedre en cuenta.

    Un fuerte abrazo

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  3. Buenas tardes!
    Entendí que para yo ser una verdadera sierva de Dios tengo que someterme a las cosas de Dios,mi mirada debe estar siempre en mi SEÑOR obedeciendo su palabra y actuando siempre con una FE inteligente, solo asi yo estoy considerando a DIOS yo se que mi vida depende de el escuchar el audio me ayudado mucho para yo crecer mejor espiritualmente para Dios cuenta hasta el mas mínimo detalle y es ahí donde yo tengo rehusarme,mi temor para con las cosas de Dios hará que por medio de un buen testimonio el nombre de Dios sea glorificado. Gracias Sra.Viviane.

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  4. Hola Sra.

    Es verdad cuando dejamos nuestros deseos y voluntades para agradar y Servir a nuestro Señor, Él nos honra, y no importa lo que los demás piensen u opinen porque mi unica preocupación es agradar a un solo que es Dios. Por eso debo ser humilde y siempre estar dispusta a servir y considerar al Único que se entrego por mí.

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  5. Muchas gracias Sra. Por el mensaje
    No podemos rechazar aquello que Dios hizo por nosotros, ya que Él dio su vida por nosotros. No es normal convivir con nuestros deseos carnales, nuestra propia manera de vivir.
    Cuando nos despojamos de nuestro yo. Somos humildes. Cuando somos siervas de verdad, no tenemos derecho de nada. Quien cree se entrega, y quien se entrega está dispuesto a renunciar a todo y a obedecer, eso es una gran cualidad de un siervo de Dios.
    Saludos.

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  6. Buenas tardes, este mensaje me deja muy claro lo que significa considerar a Dios, respetar a Dios, hacer su voluntad; dejar de hacer las cosas a mi manera, dejar de vivir como yo quiero o como yo pienso; si yo realmente quiero considerar a Dios debo dejar y renunciar todo aquello que me aleja de El, lo que no le agrada, asumir mi Fe, mi obediencia a El.

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