- 5
- Sep
- 2014
Porque no comprendéis el lenguaje de Dios
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- 2014
¿Estáis preparados para oír la verdad?
Si estás persiguiendo el objetivo de servir a dios, entonces, estás preparada y dispuesta a resolver lo que esté ante ti, pero si estás escuchando por una obligación, porque alguien te mandó y debes cumplir para no quedarte atrás entonces, no aprovecharás tu oportunidad y todavía incluso, te ofenderás con lo que te voy a decir.
“¿Por qué no entendéis lo que digo? Porque no podéis oír mi palabra. Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira. Pero porque yo digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me prueba que tengo pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.” (Juan 8.43-47)
Es corto y directo este punto por el que el Señor Jesús se dirige hacia los judíos, incluso afirmado. Y tu exclamas: “¡Por Dios, Viviane, me estás dejando loca diciendo que soy del diablo! Yo no entiendo lo que Dios quiere de mí, no lo sé… Todo es muy difícil, no entiendo la Palabra de Dios. Está siendo muy cruel escuchar los mensajes y los audios, porque me siento atacada.”
Si este es tu caso, te drié porque Jesús lo dijo: “Sois de vuestro padre el diablo”. No afirmo esto para todos los que están oyendo que son del diablo… ¡nada de eso! Pero quiero que observes cuáles son las características y tu misma te encajarás en estos ejemplos. No que tú seas del diablo, pero están dando oportunidad a él de ser escuchado y no a Dios.
La primera caracterísitica que el Señor Jesús reseña es la siguiente:
“…no podéis oír mi palabra.”
Esta persona es intolerante a la verdad, ya que la misma la acusa y la hiere.
Segunda característica:
“… y queréis hacer los deseos de vuestro padre.” Tal vez seas joven y te gustan las cosas que el mundo tiene para ofrecerte, los chicos, las amistades, etc. Ves un grupo de amigas, de chicas guapas, de chicos con buena apariencia y, estando en la Iglesia piensas: “Mi vida es muy difícil. Yo quiero Jesús, pero ellos son más libres, tienen oportunidades que yo no tengo.” Quizás naciste dentro de la iglesia y piensas de esta foram, que el mundo tiene más cosas para darte que el propio Dios. Quieres satisfacer los deseos del diablo. Y tales deseos son ilusorios… borracheras, grupos de amigos, chicos y vida promiscua; todo tiene una consecuencia. No te engañes pensando que Dios es severo, que es malo, que sólo en piensa en Sí Mismo. ¡Negativo! Cuando no queremos oír la Palabra de Dios, es porque negamos la disciplina; no queremos la verdad, pero la verdad es la realidad y la ilusión el engaño que trae sufrimiento.
Tercera característica:
“El fue un homicida desde el principio…”
¿A quién se puede considera como un homicida? A alquien que provoca la muerte de otro alguien. Cuando, por ejemplo, anda de acuerdo a sus deseos, observa lo que ocurre al final: tristeza, agonía, soledad, búsqueda de algo que te llene. ¡Pero no resuelve! Y cuando quieres satisfacer tus deseos, tienes comportamientos que “matan” a la otra persona: Matan la unión, la amistad, la verdad, la pureza… traspasando lo que hace daño.
Cuarta característica
“… y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él.”
No queires la verdad y no te mantienes en la misma porque no hay verdad en ti. Te gusta y te deleitas en la ilusión. Hasta incluso tratas de hacer algo, por un tiempo, pero vuelves atrás. Y esto responde a la pregunta de algunos internautas, que decían que no podían cumplis y que, vuelta y media, volvían a las mismas prácticas. En verdad, vuelves a lo mismo porque quieres un pedazo de Dios, amando tu vida y tus voluntudes. ¡No hay como!
O odias lo que has alimentado o amas a Dios, que te proporciona algo verdadero, real, permanente, independiente de las circunstancias.
“¿Quién de vosotros me prueba que tengo pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.” Oír la Palabra de Dios revela quién es de Dios. Quién no oye la Palabra de dios, no es de Él. ¡Puedes detectar tales características en tu vida y resolverlas! Aunque quieras cumplir tus deseos personales, carnales que te hacen mal, ¡sólo tú puedes contar con Dios! No existe “magia”, pero si milagro, y este ocurre cuando hacer partícipe a Dios de tus limitaciones, por ejemplo, diciendo: “Yo he sido esa persona del diablo, que no le gusta oír Tu Palabra, que estoy nerviosa en las reuniones, inquieta esuchando los audios de Viviane, no me gusta ser aconsejada. Me gusta cumplir mis deseos, he causado “muerte”, como desunión a mi familia, por ser como soy. No hay amistades verdaderas, porque no soy real, pero vivo de ilusión. No me firmo en la verdad, porque no hay verdad en mi; soy engañadora y mentirosa. Me gusta esconder mi identidad real.
Si estás así habla con Dios. No estás condenada al infierno, estás viva y puedes cambiar esta situación. A Dios le encanta que hagas esto. Le gusta tu sinceridad, cuando quieres lo que es justo, y te acogerá.
Empieza ahora, habla con Dios después de este audio. Prepara un rincón para Dios. Si es posible, pon un fondo de oración, no te distraigas con otra cosa. Presenta tu objetivo y lo que no aceptas más dentro de ti y resuelve todo.
Y si tu caso es que dices que te encanta oír la voz de Dios, pero que todavía encuentras errores en tu interior, a veces tienes deseos contrarios a la voluntad de Dios, hazle partícipe igualmente, para que seas dependiente de Dios y encuentres respuesta en el momento que estés más afligida. Habla con Dios y resuelve esta cuestión.
¡Éste es el objetivo de estos audios!
Un gran abrazo, nos vemos el lunes. Continúa meditando en lo hablado, durante los días de intervalo entre los audios.
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Fabiana
3 noviembre, 2014 a 1:2
asi es Sra. Dios habla con nosotros todos los días, y nosotras misma impidiendo escucharlo por miedo u orgullo nos perdemos un monton de oportunidades.