Porque me siento sólo

Viviane Freitas

  • 27
  • Ago
  • 2014

Porque me siento sólo

  • 27
  • Ago
  • 2014

“Por eso Jesús dijo: Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que YO SOY y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó. Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada. Al hablar estas cosas, muchos creyeron en El.” (Juan.8: 28-30)



¿Por qué a veces te sientes sola? ¿Es porque Dios te abandonó? ¿No tienes la comprensión de nadie, y por eso estás sola?

En realidad, cada una de nosotros, seres humanos, somos individuales, pero, entonces, ¿por qué apenas nos identificamos de está forma, cuando vivimos situaciones difíciles? Porque apenas en medio de estás situaciones nos damos cuenta que nuestras reacciones y decisiones son de suprema importancia.

Nacemos solos y vamos a morir solos. No hay forma de estar dadas las manos con alguien. Entramos en la presencia de Dios solos, somos bautizados en las aguas solos, bautizados con el Espíritu Santo solos, de la misma forma… Ósea, puede haber personas alrededor, pero lo que está ocurriendo en el interior de cada una, es independiente.

Muchas veces, sólo identificamos esto porque esperamos que las personas nos comprendan, cuando, en realidad, nosotras somos quienes debemos invertir en nosotras mismas. Sólo así nos valoramos y tenemos “credibilidad”, esperanza, convicción y certeza.

“…sabréis que YO SOY y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó.”

Jamás existió alguien igual que el Señor Jesús, y Él actuaba individualmente: tenía su fe, Su relación con el Padre; oía a Dios. Sabía como estaba, como era, y como debería estar, en la dependencia de Él.

Parece algo muy sencillo, oír hablar del Señor Jesús, que no hacía Su propia voluntad, que siempre estaba en la dependencia del Padre, pero ponte en esa posición: NO hagas nada por ti misma, sino sólo lo que el Padre te enseñó… Yo quiero verte, si vas a permanecer, si vas a depender de Él, si tus labios hablarán de lo que tu corazón está lleno. Y ¡¿está lleno verdaderamente de Dios?!

No estoy aquí para apuntar tus errores, sino para darte a conocer nuestra situación. Nosotras tenemos que ser sensible a la voz de Dios. ¡No somos perfectas! Y aquí está un motivo más para no hacer las cosas por nosotras mismas, sino hablar lo que Dios nos enseñó. NO de forma teórica, sino de acuerdo con lo que estamos viviendo.

“Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada.Al hablar estas cosas, muchos creyeron en El.”

Cuando no haces las cosas por ti misma, sino que dices lo que Jesús te enseñó, practicando lo que Él pidió, entonces, te sientes una persona “súper” segura y tienes credibilidad entre las personas. Como ocurrió con el Señor Jesús, porque había testimonio de que Él no hacía las cosas por Sí mismo.

Por eso que Aquel que Lo envió, que es el Padre, estaba con Él.

Cuando nos sentimos solos, muchas veces juzgamos, asumiendo que no hubo comprensión por parte de las personas, pero el Señor Jesús no tenía comprensión de nadie. Ni los discípulos Lo entendían. Pero Él estaba con Dios. Entonces, no Se sentía sólo.

Dios no nos deja solos; nosotros somos los que nos apartamos de Él, distrayéndonos con nuestras necesidades y deseos.

Cuando estás con Dios, jamás te sientes solo. Puedes estar en un desierto, pero, allí, estás con el Padre, y viviendo novedad de vida.

“…porque yo siempre hago lo que le agrada.”

¿Quieres vivir en sintonía con Dios? Haz lo que Le agrada. Deja aquello que aún te “ata” y “renuncia” a tus necesidades, para dar prioridad a Dios.

Tal vez hayas ido al Templo de Salomón, ¡y hayas tenido una experiencia maravillosa! Guarda esa experiencia amiga, y lo que Él te dijo con “siete candados”, porque eso es valioso. Lo que Él no ha estado diciendo, no debemos desperdiciarlo con las distracciones, imprevistos y novedades de la vida. El temor, la reverencia y santidad que presenciamos en el Templo, debe permanecer con nosotros.

¡Este viernes estaremos de regreso! Un fuerte abrazo.

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