¿Por qué me pide eso?

A veces viene aquel pensamiento: “Dios mío, porque yo no puedo tener eso?; o porque yo no puedo casarme con él?;porque yo tengo que hacerlo a su manera cuando en realidad yo quería hacerlo a mi modo?; porque parece ser tan difícil agradarte?”

Vea como estas palabras son lindas, mire que Dios le dice:

«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos —declara el Señor.Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos». (Isaías 55:8-9)

Dios no piensa como nosotros pensamos, Él no ve como nosotros vemos. ¿Usted ya imagino la distancia entre el cielo y la tierra? Es infinita, y así también son las diferencias de nuestros pensamientos con los pensamientos de Dios. Por eso cuando Dios pide algo, piense que los pensamientos de Él son mejores que los suyos y que Él quiere lo mejor para usted.

Así será más fácil obedecerle y entregar aquello que Él le pide, sea un sentimiento, una pasión, su voluntad, un bien material, etc.

Recuerde: ¡Necesitamos obedecer! La obediencia a Él, genera vida en abundancia, éxito en todos los aspectos.

¡Hasta la próxima semana!