Pequeña fe – Ansiedad

¿A qué nos podemos referir con “pequeña fe”?

A través de los artículos de las próximas semanas, vamos a dar tópicos de lo que Jesús habló sobre este asunto, y de cómo manifestamos esa pequeña fe.

Infelizmente, las mujeres son más emotivas que los hombres, y precisamente, cuanto más necesidades tenemos, mayor es la tendencia para ser emotivas.

Hoy, aquí en el blog, vas a identificar la primera característica a la que Jesús se refirió, sobre alguien de pequeña fe. ¿Vamos a saber cuál es?

La primera cosa, fue la ansiedad:

“No andéis ansiosos por vuestra vida, que habéis de comer o beber; ni por vuestro cuerpo, en cuanto a lo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa?… Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho mas por vosotros, hombres de poca fe?” ( Mateo 6:30 )

Esta primera característica es la más común entre las mujeres. Cuando todo sale del orden, surgen imprevistos o novedades, que te hacen perder el control de la administración, enseguida la mujer comienza a entrar en “pánico”.

Las necesidades, las exigencias y los planes pierden el control.

Es aquí que mostramos quién somos en nuestra relación con Dios. Es aquí cuando manifestamos qué tipo de creencia o qué tipo de relación hemos ejercido con Dios. Y por aquí, muchas dejan que desear en su fe.

Las necesidades de tener por lo menos lo mínimo, o de tener aquello que es justo, “gritan” más que la fe.

Nunca voy a olvidar lo que el libro Matrimonio Blindado se refiere acerca de las necesidades: Cuando alguien no tiene sus necesidades suplidas ,se vuelve un “bicho”. El hombre se queda nervioso y la mujer se queda súper nerviosa, preocupada por el día de mañana. Pierde hasta el sueño con tal preocupación. Y su vida es un infierno debido a la necesidad.

Cuando viene la necesidad, viene el desespero.

Pero entonces… ¿Dónde entra la fe? Y ¿cuándo manifestamos la fe?

¡¡¡Cuándo reaccionas!!!

Cuando avalas lo que has aprendido, exigiendo práctica por tu parte, y creencia, que aquello es lo mejor para ti.

Observa lo que Jesús dice:

“ Mirad las aves del cielo; que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? ¿Y por la ropa por qué os preocupáis?… ( Mateo 6:26-28 )

La fe inteligente nos enseña a pensar, a observar lo que Dios hace y no lo que la necesidad presenta. ¿No fue eso que Jesús dijo? “ Mirad las aves del cielo; que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta”.

¡Que linda es la fe!

La fe exige creencia y dependencia de el. ¡Y acción sobre la creencia!

Amiga lectora, no se cuál es tu necesidad en este momento, pero sé que esta puede volverte contraria a Dios, e irracional.

¿Irracional porque?

¡Porque cuando te basas en las necesidades, o en aquello que sientes, la ansiedad toma cuenta de tus emociones y te impide materializar la fe!

¿Qué hago, entonces?

Observa lo que Dios hace y no tus emociones.

En el próximo artículo, daré continuidad a lo que debes dar atención.