Obreras : Obrera “Caín»

Leí casi todos los comentarios que hicisteis sobre el artículo de la semana pasada, en el que hablábamos de la mayor esclavitud que existe: EL SENTIMIENTO, e infelizmente pude percibir que incluso delante de lo que fue mencionado, aún existen muchas personas que no entienden la forma de ser libres de esa prisión emocional.

A título de ejemplo, esta semana me encontré con una Obrera que estaba enfrentando una situación en la que se veía completamente controlada por sus sentimientos, y lo peor de todo es que esto estaba creando raíces profundas dentro de ella, que pasaron naturalmente a influenciar su comportamiento, y , consecuentemente, todas las áreas de su vida fueron afectadas. Todo porque se dejó llevar por comentarios maliciosos y empezó a mirar hacia los que le advertían sobre su estado, con ojos contrarios a la fe. Su interior estaba cargado y su semblante pesado, porque es de esta forma que nos quedamos cuando damos baza a lo que no sirve.

Traigo estos ejemplos, no para criticar o para exponer a quien quiera quesea, es tan cierto que no cito los nombres, sino que lo hago para que quede bien claro como nos quedamos cuando permitimos al corazón hablar más alto.

Me gustaría que pensases en lo que voy a mencionar ahora sobre lo que Dios dijo a Caín. Esta “historia” es antigua, pero se repite en los días de hoy y lamentablemente en nuestro medio.

La orientación de Dios es perfecta y no falla, cuando la seguimos a través de la Fe inteligente, nos permite ser libres del pecado.

Presta atención en lo que está escrito en Génesis 4:6,7

«Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu semblante?”

Cuando estamos llenas de “sentimientos” dentro de nosotras, ¿cuál es nuestra tendencia? Estar más agresivas, impulsivas, mal humoradas, cabizbajas, con el semblante literalmente caído… ¿Es verdad o no?

Pero observa la VISIÓN de nuestro Dios:

«Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.”

La verdad es que si actuamos bien, lo que no implica que seamos caritativas o “buenecitas”, sino sobretodo que actuemos con justicia, con raciocinio y no con los sentimientos que sólo nos hacen pecar, entonces, seremos aceptados por Dios y por los hombres de forma natural.

Una vez más queda reforzado que todos los días y en todo momento, los sentimientos están a la puerta, pero me cabe a mi dominarlos.

Quiero que sepas que está orientación de Dios, fue y es en mi vida como una trompeta que suena y alerta siempre que los sentimientos pretenden aflorar.

Cuidado para que no seas una Obrera Caín, dejándote llevar por tu “yo” hasta el punto de que no haya solución para tu estado espiritual, incluso dentro de la Obra viva, como Caín.

¿Qué tienes que decir del artículo de hoy? ¿Te has visto así, sin conseguir dominar tus sentimientos?