Obrera : Obrera Competitiva
- 11
- Sep
- 2014
La Obrera que de verdad tiene el espíritu de servir, no mira su alrededor, ella hace de todo para lograr sus objetivos.
Su espíritu competitivo no es en el sentido de competir, creyéndose ser mejor o hacer mejor las cosas que las demás, sino en el sentido de innovar, de hacer siempre algo diferente, que agrada a Dios.
Sé que a menudo relacionamos competitividad con competencia, pero hay una gran diferencia:
– Competitividad: Es sano, auto-superación es ir en busca de su mejor (dentro de sí misma);
– Competición: Superar a los demás, ser mejor y superar a los demás, en realidad es estar mirando para los demás y no a sí misma;
Tenga en cuenta las actitudes de la obrera competitiva:
– Ella toma decisiones: No queda esperando o dependiendo de la opinión de los demás para decidir su entrega al servicio en la Obra de Dios. Ella es una obrera que toma decisiones asertivas. Sus opciones tienden a dar prioridad a lo más importante: su relación con Dios. ¡Nada ni nadie es más importante que su fe!
– Es diferente: Su actitud, habilidades, competencias y responsabilidades difieren de los demás … todo porque ella cobra resultados de su fe. Eso la hace destacar a los Ojos de Dios.
– Es flexible: Es una obrera abierta al cambio, siempre dispuesta a aprender y a hacer frente a situaciones adversas.
– Es innovadora: Ella «sale de su caja.» Es valiente para exponer sus ideas … siempre crea nuevas soluciones. Ser innovadora es renovarse, es tener la mente de Cristo. Y tiene la sensibilidad de crear un entorno propicio para el desarrollo de su equipo, es decir, de sus compañeras de guerra.
Este es el espíritu de las Obreras competitivas: No está parada, estancada, ella siempre busca algo nuevo, nuevas palabras, nuevas maneras de evangelizar, nuevas ideas. Dónde ir, siempre deja su huella positiva y no negativa. Quien escucha su nombre, siempre habla de ella con aprecio.
Piense en ello, compañera de guerra, porque al igual que escribo esto para vosotras, lo hago también para mí!
MIRTA
28 octubre, 2014 a 20:2
Gracias sra por este post.me da tranquilidad.Yo soy asi,pero mis compañeras compiten para hacerce ver ante el hombre.Y asi siempre hay divisiones y problemas.Ahora se que estoy haciendo bien las cosas,a veces me enojo ante los problemas,y dudo si soy yo la equibocada,pero yo hago lo que Dios me muestra o pide.Y utd. me confirmo que hago lo correcto.
Nilda Lima
24 octubre, 2014 a 0:2
La parte que mas me llamo la atención fue la de ser flexible y ser innovadora especialmente, ya que debemos siempre renovarnos y como escribió la señora , ser innovadora es tener la mente de Cristo, voy a poner esto en práctica ya que me tocó mucho esta palabra. Gracias por las enseñanzas.
valeria
22 octubre, 2014 a 17:2
Que lindo post,la verdad que concuerdo mucho con cada palabra,Ser mejores para Dios,requiere ser obreras competitivas
Karime Herazo
18 octubre, 2014 a 17:2
Este mensaje es muy bueno, me deja enseñanzas para colocarlas en práctica, cuando somos competitivas, nuestra fe está de pie, pues siempre estamos pensando en algo nuevo que hacer, es diferente de querer sobresalir, pues a pesar de que Dios nos da la capacidad, la fuerza, y las condiciones para avanzar, todo lo podemos por causa de Él, somos instrumentos para que su obra crezca.
Irma
13 septiembre, 2014 a 19:2
cierto,me encanta este mensaje ,aporta muchas cosas de interes para ser aplicadas en nuestro caminar ,la competencia,no es mi alternative ,pero el seguir creciendo y anadir cosas nuevas me llaman mucho la atencion…. compartir es loideal , intercambiar ideas es genial y darnos la mano unos con otros seria Sensacional…. gracias por este mensaje …..
Maricel Troche
12 septiembre, 2014 a 18:2
Tengo la seguridad que cuando buscamos lo que Dios busca, nos tornamos esta obrera competitiva, pues ella posee los pensamientos de Dios, y busca estar en constante comunicación con Él. Esta intimidad le permite pensar, vivir y SER principalmente.Se convierte en una mujer innovadora, visionaria de las cosas de Dios y que tan solo es instrumento a disposición de su Señor. Este espíritu competitivo es tan solo, Dios en ella, inspirándola en todo momento.