Volviendo al Pasado – 74ª Parte

Volviendo al Pasado – 74ª Parte

Yo aún estaba enfrentado aquella fase en la que todo me contrariaba.

Cuando esto sucede, nuestro ojos se fijan apenas en los problemas, pero yo sentía que todas mis fuerzas se habían acabado. Ya había hecho todo lo que estaba a mi alcance y no obtenía ningún resultado.

Yo estaba en silencio, ni parecía la misma Viviane. No estaba activa con las esposas, como de costumbre. Aparentemente, mi vida estaba en stand-by. Las grabaciones del Programa Cosas de Mujer estaban paradas, y en España yo no tenía las mismas responsabilidades que me ocupaban tanto en Inglaterra. Los problemas siempre existirán; pero con las muchas tareas de antes, mi empeño y el buen retorno que yo veía en el trabajo que hacía terminaba por distraerme y ahogar lo que estaba dentro de mi. De repente todo salió hacia fuera y me confrontó.

Percibí que este tiempo de cambios y quietud, era necesario para que yo no atentase para otra cosa, sino a mi fe. Es ella la que nos impulsa a atentar a la voz de Dios, y en medio de cualquier problema nos llama más la atención para buscarlo. ¡Y fue ahí que llegó la Campaña de Israel!

Yo participé de una reunión que mi marido hizo con los obreros y obreras, y ya cargando aquel cuestionario dentro de mi, Dios habló de forma directa cuál sería mi sacrificio y que tenía que hacer.

Yo nunca imaginé que aquello que Él me mostró sería tan difícil de cumplir. Dios dijo que yo tenía que revelar algo guardado dentro de mi hace mucho tiempo. Yo tendría que contar a las personas que tenían autoridad sobre mi y exponer lo que estaba escondido dentro de mi ser.

Me agarré a una Palabra que oí años antes, en una reunión, y Dios me hizo recordarlo en aquel momento y entender de forma práctica:

“Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.” Santiago 5:16

Todo lo que yo quería de Dios era ser curada de esta enfermedad espiritual. Yo no quería más servir a mis pensamientos, no tratarlos como un fallo humano. Yo quería exterminarlos por completo y el recordar este pasaje bíblico cayó como una lluvia. Lo interesante es que no me acuerdo de la predicación de aquel día, pero el Espíritu Santo me hizo recordar Su Palabra. ¡Qué grande auxiliador es Él!

Inmediatamente yo decidí en mi interior que haría lo que fuese necesario para ser curada. En el gran día de la Campaña, puse mi vida delante de los hombres de Dios.
Escribí a mi padre, mi madre y mi marido. Todos que, en aquella época estaban responsables por mi, y dije todo aquello que aún no estaba resuelto dentro de mi.

Expuse todo, ¡y cómo me dolió hacer eso! Yo quería desaparecer. Para mi, parecía que mejor sería morir para tener enseguida un resultado definitivo. Pero no, el sacrificio no te hace huir. Es necesario encarar y arcar con las consecuencias de mis errores.

Yo no había cometido ningún pecado que hiriese a otras personas, como el de robar, matar, adulterar, fornicar o mentir; pero lo que yo sentía, si, un hecho sucio como esos.

Hasta entonces, yo postergaba esta decisión tan importante en mi vida, pensando que la vida con Dios era sólo orar, hacer mis votos, dar mis ofrendas. La verdad era que aún no había descubierto cómo entregar mi vida.
Pero cuando yo hice aquel sacrificio, entregué todo lo que había en mi. Y entonces, pude ver a Dios aceptando mi vida y el aroma de aquel sacrificio perfecto.

Sólo de escribir mis ojos se llenan de lágrimas. Porque la experiencia de obedecer, que es fijar los ojos y desear cumplir el mandamiento de Dios, hizo que Su Palabra se volviese realmente viva en mis labios.

Después de esto, mi vida realmente cambió. ¡La Palabra de Dios empezó a revolucionar todo lo que estaba dentro de mi!

Serie: Volviendo al pasado

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

3 comentários

  1. es un placer leer su blog. uno siempre se esta capacitando con cada palabra

    Ver más
  2. Me encantó leer esto Sra.Vivíane.

    Ver más
  3. Buen dia sra en evidente que sin sacrificar nuestra propia voluntad , no conseguiremos ser llamados hijos , cada palabra compartida atravez de su experiencia con certeza ayudara ami vida a encontrar lo que tengo que vencer , muchas gracias , saludos , besos .
    Vanessa Sierra – Tegucigalpa Honduras

    Ver más