Volviendo al Pasado – 58ª Parte

Viviane Freitas

  • 18
  • Oct
  • 2016

Volviendo al Pasado – 58ª Parte

  • 18
  • Oct
  • 2016

Sacrificar toda la ropa que tenía, no fue fácil realmente.

Yo tenía que confrontar la realidad que tendría que vivir debido al sacrificio. Y la realidad, es que ahora no tenía una prenda de ropa para salir de la habitación. Iba a la iglesia siempre de uniforme, y salía para cualquier cosa en la calle con el uniforme de obrera.

El sacrificio tenía que confrontar hasta mis conceptos, desde el inicio de mi infancia, mi madre siempre nos vestía con la mejor ropa que teníamos para ir a las reuniones de la iglesia, y ahora, no teniendo nada, me sentía avergonzada.

Poco a poco, fui comprando las prendas de ropa más juveniles, que era la forma más económica que podía comprar, porque de cierta forma tenía que invertir en todo, incluyendo los bajos, ajustes, y etc…. Sin embargo, por más que compraba, no me daba placer ni siquiera por una prenda. En realidad, sentía la falta de lo que yo tenía. Parece que ni todo el dinero del mundo podía comprar lo que yo tenía, bajo mi punto de vista.

La ropa que yo compraba era realmente de categoría bastante más inferior de la que tenía, porque yo no tenía ninguna condición de comprar algo mejor. Ya que tenía que construir todo de nuevo, la ropa que adquiría era siempre blusa y una pantalón de sport. Era todo lo que podía comprar en aquella época.

En realidad, cuando me encontraba con las esposas, arregladitas, me sentía avergonzada. Ahora era el momento de yo verlas a ellas tener, y yo no tener. Esto de cierta forma, era algo que no tenía que pasar. Al fin y al cabo, mi egoísmo tenía que ser confrontado.

Es increíble que bastante antes de cumplir el voto, yo había donado algunas prendas de ropa que habían perdido mi interés. Ahora, en la situación que estaba, las prendas que que antes no significaban nada, empezaron a ser lindas.

Parece una tontería para quien lee este diario, pero para mi fue una fase de aprendizaje y enfrentamientos contra mi egoísmo, yo no soy perfecta, y ciertamente, allí mi vanidad fue despedazada.

Para hacer más migajas mi egoísmo, cogí las prendas que más me gustaban y hacía conjuntos para que las personas se quedasen. Y ellas lo cogían bien, porque si las personas comprasen o recibiesen una prenda linda, pero no supiesen usarla, no haría ningún efecto contra mi ego; ¡esa era la realidad! Entonces yo misma monté los looks para las personas.

Esto me contrariaba aún más, pero sabía que era necesario, yo no precisaba. Tantas lecciones saqué desde el día que sacrifiqué, aprendí que no me importase más mi vanidad, empecé a dar importancia más a la Palabra viva dentro de mi que apenas al conocimiento.

Y de cierta forma, fue optimo haber pasado por aquello. Al fin y al cabo, el sacrificio, nos enseña, nos quita de cosas mezquinas que valoramos. Sólo quien consigue entregar de hecho y de verdad, es quien consigue entender esto.

Y veo que siempre es necesario que aprendamos, y muchas veces renuncias a cosas materiales, porque sino no volvemos sutilmente materialistas.

Siempre que sacrifiqué algo, que era valioso para mi, aquello perdió el valor. Hoy si utilizo algo, es para alguna necesidad, pero ya no es algo preocupante. Gracias a Dios por los sacrificios que aprendemos en la Iglesia Universal y en la Biblia.

Serie: Volviendo al pasado

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

2 comentários

  1. Olá dona Vivi!? Achei muito importante a sua mensagem. Foi uma lição de fé! Pois a senhora sacrificou 🙂
    Um beijo ! ?

    Ver más
  2. Jajaja Señora es increíble porque lo mismo me pasa.Amen y que Dios La bendiga Más y más.

    Ver más