Volviendo al Pasado – 47ª Parte

Viviane Freitas

  • 26
  • Jul
  • 2016

Volviendo al Pasado – 47ª Parte

  • 26
  • Jul
  • 2016

Todo principio es siempre difícil; requiere mucho aprendizaje y sensibilidad para atentar en aquello que aún no habíamos notado.

Después de vivir un tiempo con este pastor, fui a otro apartamento a vivir sola; y allí yo estaba literalmente solita. Muy feliz por vivir por 2ª vez, en 8 años de casada, solita con mi marido, donde yo era la ama de casa por completo. Limpiaba la casa todas las semanas, cocinaba, planchaba la ropa, y todo eso con mucho gusto y placer. Hacía mi mejor, siempre hacía comida reciente para Julio, diariamente, y también decoraba el desayuno y la merienda. Para cenar, comíamos lo que había sobrado del almuerzo con algo más de creatividad, para que tuviese aspecto de reciente.

En está época, como vivíamos solitos siempre sobraba comida del almuerzo, entonces aprendí a hacer varios platos con los “restos” del día anterior, para no tirar la comida. Siempre la hacía con toda la satisfacción. Para mi, era una óptima oportunidad de cuidar de todo en relación a nuestra vida.

Julio siempre me quería ahorrar el trabajar más, pero yo hacía cuestión de servirlo con todo el cariño. Y él me apreciaba mucho, él amaba mi comida, mi limpieza y las ropa que planchaba.

Yo tenía un cuaderno de recetas, que a lo largo del tiempo en que viví con mis padres yo rellenaba. También tenía libros de recetas que me regalaban, y revistas para mejorar en la cocina.

Entonces, además de hacer nuevas recetas yo escribía la fecha, añadía “hecho” , y observaciones si me había gustado o no.

Todos los días “arenaba” mis ollas, mi armario y nevera estaban siempre limpitos, pero hacía 1 vez a la semana aquella limpieza general, y siempre dejaba todo organizado.

En esa época, ya habíamos encontrado un local para tener nuestra iglesia en inglés, y trabajábamos diariamente con la apertura de la iglesia, Julio con la preparación que toda apertura requiere, y yo, organizando otras cosas.

Y para mi tristeza, la única esposa que estaba cerca, fue transferida. Lloré mucho, ella era mi única compañera, ella se despidió, y yo en medio de lágrimas, me despedí de ella.

En esa época, yo tenía mucha falta de tener una amiga, después de haber sufrido las “pérdidas”, no recibía ninguna llamada, excepto de mis padres.

Pero no tardó mucho tiempo, llegó otra esposa, la recibí con los brazos abiertos, ella acababa de casarse, era muy jovencita, pero me hacía reír mucho.

Sin embargo, cuando terminaban los momentos en que yo estaba ocupada, venía la voz del diablo para hablar conmigo…

Muchas palabras sin nexo, que no tenían sentido, pero como estaba sensible, dando baza a mis sentimientos, ¡¿puedes creer que parecía que tenían toda la razón, aquella voz del diablo?!

Muchas veces, al final de toda la limpieza y la cena estar lista, allí estaba yo, como el dolor en el pecho de tanta nostalgia que tenía de mis hijos.

Llegué a intentar entrar en contacto con la persona que los tenía, para ver si había alguna posibilidad de hablar con ellos, y la persona dijo que no. Yo jamás podría entrar en contacto.

Era muy difícil entrar en contacto con la persona que los tenía, para ver si había alguna posibilidad de hablar con ellos, y la persona dijo que no. Yo jamás podría entrar en contacto.

Era muy difícil controlar toda aquella nostalgia.

Increíble, ¡cómo estaba yo en los sentimientos! Yo iba al mercado a hacer la comprar y aparecían siempre en mi camino niños junto a sus padres. Pero me enfocaba más en las madres, con su hijo o hija. Y me llamaban mucho la atención; parecía que incluso estaba pendiente para “raptar”. Era como si estuviese viviendo mi vida, y de repente cuando veía la escena de una madre con su hija, hacía con que todas las otras cosas se quedasen en la oscuridad, y la luz sólo estaba enfocada en la niña y la madre: La hija hablaba: “oh mamá, yo quiero eso…” y la madre, calmada y serena, alisando el cabella de la hija decía: “Querida, mamá no puede darte esto ahora, sólo después.” Algo sencillo para una madre, pero para mi un sueño.

Era un sueño que yo deseaba que fuese una realidad en mi vida, pero parecía que era más para asistirlo que vivirlo.

Entonces, un día, yo no aguantaba aquel dolor de tanta nostalgia, le pedí a Julio que me apóyese en adoptar un niño. Y el dijo: “No.”

Insistí e insistí, pero Julio decidido a no volver atrás en su palabra, dijo: “Mimiu, fuimos llamados para ganar almas, y tú estás preocupada en tener otro hijo. Sino son Luis y Vera, entonces no tendremos ningún hijo más. ¡Tú insististe en que yo adoptase y mira la confusión que hubo! Ni aunque tu padre diga: “Adopta Julio… ¡yo voy a adoptar!”

Cuando yo oí esto, parece que vi mi ser actuando igual que cuando yo era una niña. Quería tapar mis oídos para la única hipótesis que yo tendría, que era pedir que mi padre intercediese por mi.

Julio estaba decidido y muy firme en su decisión, aquella firmeza era acabar de una vez con mi sueño realizado.

Entonces, una voz mansa y suave del Espíritu Santo me dijo: «Viviane, si tú me pides que te quite ese deseo de tener hijos, eso va a salir.”

Aquella voz vino acompañada de mi pasado, donde todo lo que yo pedía a Dios se cumplía.

Pero yo, estando muy a la defensiva, respondí dentro de mi: “¡Ah no, Dios! Yo ya sacrifiqué a mis hijos, y Señor, ¿también me pides que Te de mi única esperanza? ¡Ah no!”

Dios hablaba bien bajito, porque el sonido de mi deseo gritaba mucho más alto, en tono de indignación en contra tanto dolor.

La próxima semana cuento más.

Serie: Volviendo al pasado

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2 comentários

  1. El diablo siempre sugiere y muestra para nosotros lo que nosotros nesesitamos y queremos mas Dios siempre da para nosotros lo que queremos en el tiempo de el pero hay veses que nosotros queremos ya.

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  2. SEÑORA EN MUCHAS OCASIONES YO HE SENTIDO ESE DOLOR, ES HORRIBLE EN VARIAS OPORTUNIDADES HASTA HE SENTIDO QUE DIOS ME HA DEJADO SOLA Y ES COMO USTED DICE UNO ESCUCHANDO LA VOZ DEL DIABLO. PERO DIOS ES JUSTO Y ES JUSTO EN ESOS MOMENTOS QUE DEBEMOS AFERRARNOS A ÉL CON TODAS NUESTRAS FUERZAS.

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