Volviendo al Pasado – 33ª Parte

Viviane Freitas

  • 28
  • Mar
  • 2016

Volviendo al Pasado – 33ª Parte

  • 28
  • Mar
  • 2016

¿Sabes?… Cuando estamos esperando algo, parece que el tiempo no pasa ¿verdad? Así eran los días esperando a mis hijos.

Durante ese período de espera, sin ninguna fecha de previsión de cuando los vería nuevamente aprendí muchas cosas, realmente muchas cosas.

La chica que me ayudaba a cuidar de ellos era una obrera, ella fue con los niños a casa la responsable. Y una vez allí, aquella chica obrera, empezó a “dársele la vuelta a la cabeza”. Se puso en contra de mi, de tal forma que ya no quería trabajar conmigo.

Muchas cosas se decían en contra de mi, sinceramente, ni recuerdo que cosas eran, pero ciertamente aquello no era una situación para llevarlo de cualquier manera, o no llevarlo en serio, sino para buscar la ayuda en Dios.

Busqué el obispo de aquel lugar y le dije todo, el Obispo me dijo que no había ningún problema en mi, sino en la “obrera”. Pero dentro de mi, no acepté la forma de que alguien tenga esa osadía de hablar de mi. Al fin y al cabo, ¿que estaba presentando yo que me daría esa audacia para hablar de aquella forma? De cierta forma, yo tampoco me vi perfecta, sino falla.

Hablé con Julio, le dije que me bautizase, y así fue, en la piscina, me bauticé; asumiendo mi estado de pecadora, fui con la intención de redimirme de mis pecados, porque por más errada que la otra, la obrera, estuviese no era suficiente para tapar mi error.

Verdaderamente, no estaba mirando para el error de ella, sino para el mío.

Por causa de esta actitud, la empleada que me vio hacer eso, también quiso bautizarse en las aguas.

Yo, de forma sincera, buscaba a Dios con sed, en esa época también vi un cierto egoísmo por mi parte, cuando los niños se fueron a casa de la responsable, yo no quise enviarles la mejor ropa para allá, que por fin yo celaba y cuidaba con tanto cariño, porque al fin y al cabo, fue comprada con nuestra sangre, y mi recelo era que ellos no celasen y que se olvidasen de la “madre” de ellos.

Por tal actitud, de no enviar la ropa de ellos, surgió un gran problema, recuerdo exactamente del día en que mi madrecita conversó conmigo al respecto:

“Hija, no seas así, da lo que te piden, ¡no seas egoísta!”

¿Sabes?, aquellas palabras de mi madre me tocaron profundamente, hasta el punto que escribí una carta a la responsable y se la envié por correo, juntamente con un ramo de flores, pidiendo disculpa.

Envié toda la ropa guardada de los niños, a ellos.

Y fui entendiendo que delante de un dolor, el querer defendernos no hace actuar de forma carnal.

No es por casualidad que Jesús dice:

«Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa. Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda.” (Mt.5: 39-42)

Yo tenía tanto que aprender, ¡Dios mío!

Mi defensa era una señal de egoísmo, por eso entiendo ahora este versículo.

Cuando estamos siendo “bombardeados” y nos sentimos “injustificados”, terminando apreciando el sentimiento que nos hace actuar de forma inmadura y vergonzosa.

Estos fallos que yo iba encontrando a lo largo de mi camino, me iban haciendo llegar hasta Dios de una forma muy especial.

Mi madre no habló mucho, pero el espíritu que había detrás de aquellas palabras eran vida para mi carne mortal.

Observa el importante papel que podemos hacer en la vida del prójimo, el papel de mi madre fue fundamental, además de las palabras que ellas me dijo, ella vivía así, daba sin esperar nada a cambio.

Detrás de esta historia, hay hombres y mujeres de Dios que me formaron, y soy muy grata por eso.

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9 comentários

  1. Sra. Viviane siempre es una bendicion leer cada una de sus experiencias y en esta ocacion pude darme cuenta de mi error atravez de su experiencia y es que si muchas veces actuamos de una forma egoista y en lo personal lo he hecho muchas veces hasta inconcientemente pero el Espiritu Santo nos hace ver nuestro error y hoy yo le agradesco por esta experiencia que nos ha contado

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  2. No soy nada ni nadien para juzgarla lo que me llama la atencion es . lo que nos comparte su humildad y coraje para reconoser malas actitudes y escribirlas en su blog como ejemplo para nosotras cuando nosotras lo reconosemos Dios arranca lo que no le agrada y nos renueva con su espiritu santo grasias sra. viviane por contar sus vivencias y procesos en las manos Dios EL SR. JESUS LA BENDIGA ABUNDANTEMENTE

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  3. Dios es y sera siempre nuestro consuelo en nuestras situaciones dificiles.

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  4. …. delante del dolor. El querer defendernos nos hace actuar de forma carnal… palabras que llegan hasta el fondo de mi.. gracias por dejarnos conocer su parte humana, que así como ustedes estan llenas de fe y de entrega a Dios, detras tambien pasaron dificultades como todos nosotros..

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  5. Tiene toda de razón sra. A veces somos egoístas cuando queremos defender nuestro punto de vista, a veces lo hacemos sin pensar ami me pasa que siempre quiero que las cosas se resuelvan a mi manera y me dejo llevar por aquel sentimiento y empiezo a juzgar la manera de ser de otros.

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  6. Amen es verdad señora vivíane hay veces que yo he sido así egoísta quiero que las cosas se agan como yo quiero no es fácil negarse a sí mismo es difícil y más cuando se quiere algo de cualquier manera. Gracias por sus experiencias

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