Volviendo al Pasado – 12ª Parte

Viviane Freitas

  • 22
  • Sep
  • 2015

Volviendo al Pasado – 12ª Parte

  • 22
  • Sep
  • 2015

En Nueva York tuvimos muchas luchas concernientes a la obra, no es nada fácil hacer la obra de Dios en otro país que tiene una cultura diferente a la de tu país.

Existen varias luchas que el hombre de Dios y la mujer de Dios enfrentan dentro de la obra de Dios, primero en su ser, como hombre de Dios, venciendo sus luchas internas y dificultades, sin dejarse ser afectado, ni distraerse de sus necesidades.

Además de superarse a sí mismo, debe mantenerse vivo espiritualmente para mantener al pueblo bien alimentado espiritualmente, respondiendo sus cuestiones, bendiciendo y quitando el mal.

Con la responsabilidad que es puesta en las manos del pastor y de la esposa, no pueden estar en falta, quiere decir, que él tiene que estar en comunión con Dios intensamente para hacer lo que tiene que ser hecho, necesita tener los oídos sensibles y atentos a la voz de Dios.

Y cuando el pastor es joven y la esposa también, tienen que madurar dentro de las grandes responsabilidades.

Yo y Julio éramos aún muy jóvenes, yo llevaba poco tiempo de obra, Julio llevaba más tiempo que yo, pero aún así teníamos que aprender a conciliar las cosas.

Llevaba poco tiempo de casada, apenas 3 años, cuando fui a Nueva York, me preocupaba mucho porque Julio se alimentase bien, porque él y todos los demás trabajaban intensamente, se levantaba al as 6hs y salía a las 7hs de casa para estar a las 8hs ó 9hs de la mañana en la iglesia, y se quedaba hasta las 22hs ó 23hs.

Mi madre fue mi referencia de cómo deberíamos cuidar de quien está bajo nuestra responsabilidad, en ese caso sólo tenía a Julio.

Yo siempre calentaba el taper cuando estaba con Julio en la iglesia, a la hora de la comida, y muchas veces Julio reclamaba de la comida que traía de casa, y un día específico reclamó de la carne, que estaba muy dura y etc..

Y yo insistía en que él comiese aún así, porque la vida en la obra de Dios, no nos permitía comer la comida recién hecha, y muchas veces las condiciones eran de preparar el taper.

Sabes que todo hombre casado quiere la comida perfecta, sabrosa, porque como él tiene esposa, tiene el derecho de exigir, en aquella época yo no lo entendía, creía que Julio era un poco especial con la comida y a veces, yo llegaba a llorar para que él comiese.

¡Parece una película!

¡La misma escena que mi madre vivió conmigo y con Cris! Cris y yo éramos malillas para comer, todo era motivo para no querer comer.

Y un día, el Obispo Renato me vio insistiendo y Julio muy furioso dijo áspero con la comida, “dejo todo en el plato.”

El Obispo Renato Maduro tuvo un viaje y le habló a mi padre sobre como se comportó Julio conmigo, a la vista del Obispo Renato Julio me estaba maltratando, pero no era el caso, era yo la que era muy insistente para que él aceptase lo que teníamos en aquel momento.

En fin, recibí una llamada de mi padre, en ese viaje misionario de él, él llamándome la atención: “Viviane, ¡presta mucha atención! A ningún hombre le gusta que la mujer se quede insistiendo, ¡deja de ser boba! ¡deja de estar encima de él para que coma!¡Deja que él se valga por si mismo, solo!”

Mira, el Obispo Renato va a llegar ahí, y va a acabar con Julio.

Nunca mi padre me llamó para decirme lo que pasaría, pero en ese caso, si.

Y yo sabiendo que ahí vendría un “terremoto” empecé a hacer un propósito con Dios.

Hablé con Dios (+ ó – así): “Dios, yo ya no aguanto más estar siendo llamada la atención, ¡siempre hay algo que nos está persiguiendo!¡Cómo es posible! Ahora me vas a oír, vas a oír todo lo que tengo que decirte Señor. Mira, voy a leer en voz alta para que te acuerdes de Tus palabras, voy a leerlo todos los días” “Porque a mi se apegó, con amor yo lo libraré…

¡Ahora el problema es tuyo, Señor!

No quiero saber lo que tiene que pasar, ¡el problema es Tuyo!»

Hablé con toda la convicción, sabía que estaba intentando llevar una vida Santa a Dios, sirviendo de la forma que para mi, veía que era la mejor forma, siempre guardando mi corazón, mis ojos, y etc.… ¿Cómo voy a tener que vivir una vida donde Julio está siempre llamándome la atención? Dios, vas a tener que librarme de esta situación.

En fin, hice este tipo de oración todos los días, leyendo la Palabra de Dios para que Él oyese mi cobranza.

El Obispo Renato volvió de viaje, y estaba enfadado con Julio, con ganas de llamarle la atención, y en la primera reunión de pastores después de su llegada, él habló descaradamente…

«Julio, ¡yo vine aquí para acabar contigo! ¡Pero no puedo! ¡Sólo me viene a la mente lo que Viviane me comentó sobre ti!”

Él me preguntó algo antes de viajar y antes de la llamada de mi padre, ya no me acuerdo de qué era, ni sabía lo que pasaba por la cabeza de él.

Nunca en la historia de la Iglesia Universal vi un acontecimiento así, en el que el obispo viene determinado a una cosa, ¡y dice que no la consigue hacer!

Cuando oí al Obispo mencionar eso, yo levanté la mano, para ver si podía hablar, y él me preguntó: “¿Qué Viviane?”

Yo dije: » ¡Yo sé porque no consigue “acabar” con Julio! Yo le pedí a Dios que Él me libre, ¡y él lo está haciendo!» Creo que el obispo no entendió, y continuó la reunión.

Esta fue una experiencia marcante de la fe, de cuando se cree, cumple y obedece; y si realmente se obedece, tienes el derecho de cobrar el cumplimiento de las promesas.

Dios ama ese tipo de sinceridad, ¡porque Él ve en nosotros, creencia!

Serie: Volviendo al pasado

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4 comentários

  1. Señora con cada post publicado en su Diario, he aprendido que en la obra de Dios se pasa lucha pero igualmente la obra es de Dios y si tenemos una comunión con Dios excelente el nos ayuda y nos libra en cada lucha así como le ha a acontecido a usted, muchas gracias por compartir sus experiencias, Dios le bendiga!!!

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  2. Hola señora viví usted es mi referencia para tomar coraje y cobrar de Dios , porque el prometió juzgar nuestra causa , me estaba preguntando que hacer frente a mi problema y al leer su artículo entendía lo que dios me pide dependencia. Muchas gracias. Un abrazo.

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  3. Actualmente estoy pasando por problemas muy graves dentro de la familia, no soy Obrera, soy evangelista y Responsable del Grupo la Bella Juventud, de mi Iglesia, pero si es muy cierto, que sólo Dios conoce el corazón de uno y lo que estoy pasando diariamente…La fuerza que tengo cada día viene de El, porque venga lo que venga, estoy aquí, firme luchando y perseverando, y parece mentira el día que me reuní con el grupo, antes de salir de casa parecía otra persona!. Me levante Ore, clame a Dios y fui para adelante como que no pasaba nada, ahí estaba yo, cumpliendo y obedeciendo en la Obra de Dios todo por amor a mi Señor…Dios es tan misericordioso, que me va dando la Victoria todo para su honra y gloria.

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  4. Buenas noches sra.
    Creo que para enfrentar de esta manera una situación como esta solo quien tiene una conciencia limpia de que esta haciendo su parte. Esto me recuerda a cuando estaba buscando el bautizmo en el Espíritu Santo. Yo repetía una y otra vez la promesa de Dios. No nos dejaría huérfano si no que enviaría el consolador. .. y teniendo mi mente tranquila de que estaba buscando agradarle en todo. Y aconteció como determine. Pero en mi hubo creencia en su palabra, entrega y completa sinceridad. Gracias por compartir sus experiencias.

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