Mi Gusto : Familia, Referencia

¿Sabes qué es valorar la familia?

¿Sabes quién lucha por ti desde el principio de tu vida?
¿Sabes quién está siempre a “la altura” aún con todos tus defectos y aún así cree en ti?

¡Normalmente es la familia! Pero hoy en la sociedad, hay un desorden. Ya no existe disciplina; los padres quieren actuar de cualquier forma y los hijos por ya no tener referencia, también actúan de forma negativa e indignada.

Cuando los padres quieren imponer orden, no tienen credibilidad por no ser una referencia positiva.

Muchos no quieren ni siquiera casarse por no ver infidelidad por parte del padre o de la madre; esto sin hablar del proceder, me refiero a los gritos, desavenencias, decepciones, peleas, malos tratos y etc.

¡Bueno! Hay mucho tema para desarrollar sobre este tópico de la familia, por eso invertí en mi blog para que estuviese 1 ó 2 días de la semana, solamente para hablar de madres o de los hijos hablando a los padres, para que haya un orden, y entiende de una vez cómo la familia y el papel de la mujer es importante en el hogar.

Y vengo aquí para hablaros de lo que la familia significa para mi, algo de supremo valor.

Fue por causa de mi familia que yo nunca tuve complejo de mi defecto.
Fue por mi madre que yo aprendí siempre a entender los fallos de los demás, porque ella siempre mostraba el lado bueno de las personas.
Fue por mi padre que tuve una referencia con quien podría casarme.
Fue por causa de mi hermana que pude escoger quien podría ser mi amiga.
Fue por mi hogar y el testimonio especialmente de mis padres, que yo escogí el altar.

Cuando me casé, yo comparaba a mi marido con mi padre. El mismo proceder de mi padre, yo lo buscaba en Julio; pero todo lo que mi padre hacía, él no era, yo no me esperaba eso de Julio.

Cuando me casé, también supe cómo debería proceder en mi relación con mi marido, de la misma forma como mi madre hablaba con mi padre, era el mismo proceder que deseaba encontrar en mi.

Toda mi base, me hizo tomar elecciones para mi vida.

Ahora, mi familia tenía el ejemplo de vida, armonía, paz,… y ellos pasaron a tener eco y credibilidad en lo que me orientaban. Yo daba muchísima importancia a todo lo que me decían.

Ellos me hacían ser quien yo era.

Y cuando constituí mi familia, llevé conmigo esos buenos ejemplos a mi hogar. Julio y mis hijos agradecen mi forma de ser con ellos. Porque hay respeto, no sólo por la parte de ellos hacia mi, sino también de la nuestra hacia ellos.

¡Amo estar con ellos!
¡Amo recibir emails de ellos!
Amo besarlos y abrazarlos porque estoy eternamente agradecida por todo lo que hicieron en mi vida. No me canso de besarlos. A veces sólo yo les doy besos, pero eso nunca fue un motivo de cobrar de ellos lo mismo, porque soy yo quien necesito dar. No me siento insatisfecha cuando ellos no lo hacen, porque apenas en yo hacerlo, me hace ser quien soy, y suelto lo que tengo por dentro para ofrecer.

¡Qué lo diga Julio, son 23 años así!

Mis padres que lo digan, porque desde mi infancia hago esto con satisfacción.

Es gracioso, que cuando yo veía a mis padres besarse, yo decía: “¡¡¡Hazlo de nuevo, padre!!!¡Es tan bueno verlos así!”