Más difícil

Viviane Freitas

  • 19
  • Mar
  • 2012

Más difícil

  • 19
  • Mar
  • 2012

Yo nací con el paladar hundido y el labio leporino. Así llegué a este mundo.


Crecí llena de cuidados y caprichos de mis padres y de mi hermana. Y con eso adquirí no sólo mimos, sino también egoísmo.

Yo era a quien le resultaba más difícil entender las cosas. Parecía que todo estaba en mi contra, mi fisionomía era un problema para los demás, mi hablar que no se entendía por pronunciar apenas las vocales a pesar de hacer terapias para el habla… y el hecho de ser excluida por la sociedad. Además de todo esto también oía a los alumnos de la guardería a la que iba diciéndome que era burra.

Y.. ¡me parecía verdad lo que decían! Después del colegio tenía clases de refuerzo escolar con una profesora y por si no fuese bastante hacía terapia con alumnos que tenían problemas mentales.

Todo mostraba mi problema. Lo que hablaban de mí. El no ser querida por el defecto físico y ser complicada en casa.

¿Por qué complicada?

Porque más allá de sufrir esas agresiones verbales que marcaban mi vida, llevaba adentro de casa la situación indignante que sufría y las consecuencias eran drásticas, ya que llevaba conmigo problemas dentro de mi hogar. Este era el motivo de tener tantos celos que nutría dentro de mí, que naturalmente se reflejaban en mi autoestima y me hacían insegura, pues yo quería ser querida por todos. Era una defensa natural, pero que al mismo tiempo era como un veneno para traer confusión a los que estaban a mi alrededor.

¡Un problema generando otros problemas!

Un rechazo, un abuso, o problemas similares pueden generar una gran ruina dentro de una persona. Sin embargo, una gran oportunidad puede surgir.

¿Por qué oportunidad?


Piensa conmigo:

David fue rechazado por su padre.
Jesús fue rechazado por los suyos.
Edir Macedo fue visto por los suyos como el “patito feo” de la familia y de la iglesia.

¿No es eso una gran oportunidad?

Todos los que alguna vez tuvieron motivo de no ser nada ni nadie, se apegaron a Dios o a las verdades oídas.
Lo entendí tan claramente, y también entendí la razón de mi padre, cuando al verme como vine al mundo, de aquella forma, tuvo el deseo de que yo muriese.

¿Porqué? ¿Si el Espíritu Santo ya se movía en él hasta el punto de percibir la llama arder por el deseo de ganar almas? ¿Porqué ahora estaría débil?

Porque aquel problema enfrentaba un trauma pasado.

Y… ¿sabes porqué?

Estos que descubren su debilidad, extraen fuerzas por medio de su fe. Y es ahí cuando surge una historia completamente diferente, que cambia tanto su propia vida como la de los demás.

Y ¿sabes más?

Estos que viven, hablan tu lenguaje y tocan donde tienen que tocar, porque un día lo sintieron en la piel.

¿Por qué?

Por ser ejemplos vivos de la fe.

Y tú problema ¿no te puede hacer un ejemplo vivo de la fe? En lugar de apenas comentar lo que está escrito, ser ese referencial de Dios aquí en esta vida.

Lo que me da el poder para alcanzar el bien de Dios, son los desafíos de los problemas internos que tengo y que los mato.

¡De un limón, saco un montón de limonada para beber!

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21 comentários

  1. muchas veces uno ya fue rechazado pero seguimos luchado porque Dios esta con nosotros, tenemos que aprender de todos los momentos de nuestra vida y saber que Dios nunca nos rechazará.

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  2. Es verdad Sra Vivi, muy fuerte y de superación es su testimonio, cada problema que pasamos es una oportunidad que tenemos para tornarnos mejores y avanzar en la vida.

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  3. todos enfrentamos desafios,situaciones dificiles ,gracias a los problemas usamos la fe, solo DIOS permite hasta donde nos va alcanzar el problema , el nos pone a prueba,nosotros tenemos que salir adelante con el señor jesus en nuestro corazon el nos da la fortaleza ..

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