La vida de Jacob – 7º día

La vida de Jacob – 7º día

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Hola a todos, hoy ya es el 7° día que hablamos sobre la Vida de Jacob, y ahora llegó Esaú…Vamos a ver lo que sucede:

“Y sucedió que tan pronto como Isaac había terminado de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de la presencia de su padre Isaac, su hermano Esaú llegó de su cacería. Y también él hizo un buen guisado y lo trajo a su padre, y dijo a su padre: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que tú me bendigas. Y su padre Isaac le dijo: ¿Quién eres? Y él le dijo: Soy tu hijo, tu primogénito, Esaú. Y tembló Isaac con estremecimiento muy grande, y dijo: ¿Quién fue entonces el que trajo caza, antes que tú vinieras, y me la trajo y yo comí de todo, y lo bendije? Si, y bendito será. Al oír Esaú las palabras de su padre, clamó con un grande y amargo clamor, y dijo a su padre: ¡Bendíceme, bendíceme también a mí, padre mío! Y él respondió: Tu hermano vino con engaño, y se ha llevado su bendición. Y Esaú dijo: Con razón se llama Jacob, pues me ha suplantado dos veces. Y me quito la primogenitura, y he aquí, ahora me ha quitado la bendición. Y añadió: ¿No has reservado una bendición para mí? (Gn.27:30-36)

7° Día- La intención de Esaú

Lamentablemente, Esaú perdió su oportunidad, pero esto no es de ahora. Ya estaba dentro de él, porque desde el principio no le dio importancia a esa bendición. Siendo un hombre fuerte, cazador, elogiado por su padre ya que Isaac tenia preferencia por su hijo mayor, y esto hacía que el se sintiese seguro y tranquilo.

Cuando se es aprobado por parte de los hombres y se permanece confortable con esta aprobación, muchos se vuelven confiados en sí mismos, no buscando esa confianza por parte de Dios.

Esaú había despreciado la bendición de la primogenitura, la cual vendió a su hermano, por el hambre. Si te fijas, en el momento, no le dio nada de importancia, y por eso su oportunidad pasó.
No fue porque Dios no le dio oportunidad, o porque él hizo todo lo que era esperado, trayendo la caza, que estaba garantizado.

Jacob, aún habiendo ido al rebaño y sido ayudado por su madre, alcanzó la bendición. En cambio, Esaú, aún habiendo salido al campo, no fue aceptado.

¿Por qué?

Porque por parte de Esaú, no había buenas intenciones, solo estaba interesado en la herencia del padre, es decir, en el área física de la bendición.
Apoyado en su fuerza como proveedor, él miraba la solución de su vida, en forma de bendición material que su padre le daría.
Por esto, pensó que si vendiese su primogenitura, no tendría consecuencias. Pero si las tuvo…

¿Y hoy? ¿Y nosotros? ¿Cómo sacaremos provecho del mensaje de Esaú?

¿Cuál es mi intención en ser la propia bendición? Es para que las demás personas se sometan a mí, o para que el Pastor me elogie, para que yo sea honrada en mi familia, mi trabajo, para conquistar, etc.
¿Es por eso? por la parte física, por la aprobación humana o ¿por qué realmente quiero algo que no consigo suplir?

Por ejemplo, Jacob reconocía no ser “fuerte” y necesitaba de aquella bendición. En cambio Esaú, pensaba que tenía fuerzas y la desprecio.

¿Cuál es tu intención? ¿Es para ser honrado o para que Dios sea glorificado a través ti?

Observa tu intención, porque eso será presentado justamente con tu sacrificio. Si vas con segundas intenciones, no es total, porque aunque hagas toda la parte física, la parte espiritual no la presentas. Y esta área demanda de entrega. Tornándote flexible, permites que Dios haga la Obra dentro de ti, la cual inevitablemente se reflejara en el exterior.

Me gustaría que tu, amiga, percibas, busques y evalúes tus decisiones, tu determinación… ¿Son para glorificar a Dios, o a ti misma?

Piensa en esto y nos encontramos mañana.

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