LA VERDAD – Episodio 18: La verdad cumple lo que dice

LA VERDAD – Episodio 18 : La verdad cumple lo que dice

Todos vivimos muchas cosas. Algunas marcaron mucho nuestra vida, y con el tiempo vamos cambiando, según aquello que guardamos…

Sin embargo, piense en Dios. Él ha vivido desde siempre, ¿Él cambió Su esencia? ¡No! ¿Por qué? Porque Él se hace bien a sí mismo, e incluso con tanta maldad en este mundo, Él Se mantiene Perfecto, Puro, Justo.

Observe lo que dice la Palabra de Dios, a través del profeta Natán:

Ahora pues, oh Señor DIOS, tú eres Dios,…” 2 Sm 7:28

Es interesante que el profeta Natán consigue ver que Dios no cambió simplemente porque él observó a Dios, sus ojos estaban atentos a Su testimonio.

Tal vez, observe a personas que son fallas, e incluso hacen comentarios indebidos… ¡pero eso es pérdida de tiempo! Porque usted también es tan fallo como los otros.

Observar a alguien que es fallo solo va a hacerle pecar. Pero cuando mira para Dios, no pierde tiempo. Por lo contrario, mira con el fin de tener la misma esencia de Él.

Y continúa: “… y Tus Palabras son verdad…” 2 Sm 7:28

¡Cuántos de nosotros decimos cosas y no las cumplimos! ¿no? Pero Dios no es así. Él es Su Palabra. Lo que Dios dice, Él lo cumple.

¡Y Dios es así! ¡¡Lindo!! ¡Qué riqueza! ¡Qué esencia! ¡Qué testimonio!

Mire para Dios. Cuando los problemas quieran sofocarla, mire para Dios. Hable con Él. Va a sentirse diferente.

Cuando hablamos con Dios, la verdad, que es la Luz de Dios, llega hasta nosotros y nos libera de aquellos pensamientos insistentes que, a veces, han tenido fuerza sobre nuestro comportamiento.

Cuando conocemos la verdad, sobre nosotros mismos, entonces… ¡no hay nadie más! El mal es desenmascarado, y tenemos fuerza para decidir qué hacer contra aquello que nos ha abatido.

“…, y has hablado con Tu siervo este bien” 2 Sm 7:28

La Palabra de Dios es la verdad, y lo que Él habla es para nuestro bien.

Por eso es muy estúpido resistir a Dios. Porque está resistencia sólo le hace desear el mal, la mentira, el engaño.

Sea humilde, busque a ese Dios que es Misericordioso, ¡y ciertamente, Él no le defraudará!

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