LA VERDAD – Episodio 1 : ¿Cuál es la verdad? ¿Promesa o el tiempo que ha pasado?

 

Ya pasó tanto tiempo y muchos dejamos de creer en que la respuesta vendrá…

Si… usted creyó más en el tiempo que pasó, en las circunstancias que vive hoy, que en aquello que Dios prometió en Su Palabra.

Como fue el caso de Abraham y Sara:

 “Entonces Dios dijo a Abraham: A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que Sara será su nombre. Y la bendeciré, y de cierto te daré un hijo por medio de ella. La bendeciré y será madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.” Gn 17:15 – 16

Promesa de Dios. Hablado por Dios. Pero… ¿qué pasó? ¿Abraham se llenó de alegría al oír a Dios hablando sobre lo que haría? ¡No! ¡Por qué ya llevaba 25 años de espera!

 “Entonces Abraham se postró sobre su rostro y se rió, y dijo en su corazón: ¿A un hombre de cien años le nacerá un hijo? ¿Y Sara, que tiene noventa años, concebirá?” Gn 17:17

¡Es así como mucha gente se encuentra en este momento! Muchas verdades están siendo ofuscadas porque en lugar de mirar para Dios, mirar a la Promesa, ¡miran al tiempo!

“Pero Dios dijo: No, sino que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le pondrás el nombre de Isaac; y estableceré mi pacto con él, pacto perpetuo para su descendencia después de él.” Gn 17:19

Mire lo que Dios está hablando con todos nosotros. ¡La verdad es lo que Él está hablando! Es esto lo que está determinado, es lo que va a suceder.

En realidad, Sara, tu mujer, te dará un hijo – La verdad es que Sara, que tiene 90 años, que es tu esposa… ¡ella te dará un hijo!

Y le pondrás el nombre de Isaac – Lo que Dios hace, lo hace completo. Hasta el nombre de Isaac Él le dio.

Y con él estableceré Mi alianza, por alianza perpetua para su descendencia después de él. Cuando Dios hace algo en nuestra vida es en el tiempo correcto. No en nuestro tiempo. Sino que Él hace algo para que sea duradero. ¡Esta es la verdad que Dios quiere que usted crea! No importa el tiempo en que usted está buscando el ser bautizado con el Espíritu Santo. ¡El tiempo llegó! Crea y líbrese de todas las palabras negativas que usted ha pronunciado.