La oración

Viviane Freitas

  • 20
  • May
  • 2013

La oración

  • 20
  • May
  • 2013

Hoy me gustaría hablaros acerca de algo muy importante, que muchas personas aún no entendieron su importancia: La oración.

Muchos oran, hablan con Dios, pero no necesariamente exponen lo que cargan en su interior.

Y esto es un problema, porque esto, no es más que religiosidad, la persona habla con Dios de forma mecánica, y no sincera.

Al asistir una reunión del Obispo Macedo, algo me llamó mucho la atención. Él dijo que: “La sinceridad es la manifestación de la fe”

Entonces, cuando la persona que habla con Dios, no es sincera; no se refiere a lo que está en su interior, en realidad está pronunciando palabras huecas, ¡sin contenido!

“Pero Ana se levantó después de haber comido y bebido en Silo, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en la silla junto al poste de la puerta del templo del Señor, ella, muy angustiada, oraba al Señor y lloraba amargamente. E hizo voto y dijo: Oh Señor de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al Señor por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza.
Y mientras ella continuaba en oración delante del Señor, Elí le estaba observando la boca. Pero Ana hablaba en su corazón, sólo sus labios se movían y su voz no se oía. Elí, pues, pensó que estaba ebria. Entonces Elí le dijo: ¿Hasta cuándo estarás embriagada? Echa de ti tu vino. Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del Señor. No tengas a tu sierva por mujer indigna; porque hasta ahora he orado a causa de mi gran congoja y aflicción.” (ISm.1:9-16)

Te pregunto a ti, internauta: ¿Qué ha afligido tu alma? ¿Qué te ha preocupado, y vuelto ansiosa y amargada de espíritu?

Si vives amargada, triste delante de tus problemas y no los expones a Dios, es porque tu creencia en Dios es una utopía – una fantasía – y no algo real.

Cuando existe el clamor sincero, este revela tu creencia referente a Aquel que te oye, que es Dios.

Así, cuando te dispones a hablar con Dios y sacas todo hacia fuera, resuelves el problema que nadie puede resolver. Y lo resuelves, exponiéndolo a Dios y haciéndolo participe de tu aflicción.

Al termino de su oración, Elí juzgó a Ana; acusándola de estar borracha.

Pero, cuando la persona es sincera no se preocupa con la opinión ajena, porque está siendo sincera. Y aunque las personas la juzguen mal, su conciencia está limpia, porque está exponiendo a Dios no apenas lo que siente, sino aquello que realmente ella es, ¡qué la justifica!

Lo que Ana habló con Dios, fue basado en su creencia en un Dios todo poderoso. Ella no estaba apenas defendiendo sus sentimientos. La aflicción de Ana era porque ella creía en Dios; en un Dios tan grande, y no tenía su respuesta.

Para aquel que es siervo de Dios – y cree en Él – todo y cualquier problema, sea en forma de tentación o una situación difícil que este enfrentando, lo expone y hace participe a Dios de lo que está viviendo.

Y, entonces, en el mismo momento en que usas la sinceridad, empiezas a ser correspondida por Dios en forma de tranquilidad y de paz, confirmando la certeza de la respuesta.

Si tu, que me oyes ahora, te sientes atormentada y preocupada, es necesario hacer a Dios participe de tu vida. De esta manera, estarás mostrando tu creencia en Dios y estrechando tu relación con Él.

Date cuenta que no es algo mecánico, sino que viene de tu interior, como resultado de tu creencia personal.

Nos quedamos por aquí. ¡Un fuerte abrazo a todos!

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28 comentários

  1. Es verdad, con Dios hay que ser sincera en la oración, a Él nada se le puede mentir, ya que sabe todo, hasta nuestros pensamientos sabe. Con la sinceridad llamamos su atención.

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  2. Pues no se que desir hablo mucho para mi y es algo que teng que poner en praactica! y algo que me e dado cuenta no solo es la opinion de otras personas que aveces vienen sino las de uno mismo y tenemos que rrechasar.

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  3. Muy cierto es muy difícil ser sinceras, cuando nosotras expresamos lo que sentimos nos catalogan como débiles, cuando la realidad es otra. Al leer este blog comprendí lo que Dios quiere de mi, que solo abra mi corazón a El y que solo confié en El, sobre todo humillarme ante El sin El no podemos hacer nada. La oración es la clave.

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  4. Es verdad, incluso a veces hablamos cosas con otra persona antes de hablar primeramente con Dios esto en muchas ocaciones impide las bendiciones inmediatas en nuestras vidas… La sinceridad es el arma que tenemos para mover las manos de Dios en aquellos momentos de aflicion…

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