La injusticia

Viviane Freitas

  • 3
  • Jun
  • 2013

La injusticia

  • 3
  • Jun
  • 2013

Hola a todos.

Hoy me voy a dirigir a las personas que tienen una oración sin respuesta.

Una amiga nos escribió un comentario en el post “Oración”, diciendo lo siguiente:

Buenos días D. Vivi. En las últimas semanas he pasado por muchas injusticias, es algo que me duele en lo más profundo… Principalmente por haber sido vista como “mentirosa”. ¡Simplemente por no decir nada! Apenas oír y mantener los buenos ojos.Ayer, después de otra situación muy triste para mí, corrí hacia el Altar. Allí me derramé delante del Señor. ¡Lloré al punto de solucionar el problema!
Puse mis quejas delante del Altar; hablé con Dios lo que tenía que ser hablado, ¡y salí siendo otra! Enjugué mis lágrimas, me levanté y fui adelante. Yo no puedo hacer nada, pero Dios tomará las debidas providencias. ¡Yo creo!
Gracias por el mensaje. Vino totalmente a mi encuentro. Besitos”.

Yo quiero responderte, amiga, que me acompañas a través de este Blog:
No sé cual es la injusticia que estás enfrentando o tu oración sin respuesta. Pero vamos a evidenciar algunas situaciones, con las cuales muchos se han debatido dentro de la Iglesia.

“¿Por qué oro y no soy atendida?”
“¿Por qué me siento que es injusto?”
“¿Dónde está Dios delante de mi aflicción?”

¡Queréis respuestas! Esa es nuestra situación y de muchos otros que afirman creer en Dios.

Primero, para que quede claro, yo quiero preguntar qué te hace creer que es injusto. Si tanta certeza tienes, ¡¿por qué temes?!

Hay casos y casos de injusticia. Hay injusticias que, inclusive, son permitidas por Dios sobre las cuales también hablaremos más adelante.

Pero en primer lugar, vamos a conocer algunos versículos que hablan sobre la injusticia, ya que no hay nada mejor que tener los pensamientos de Dios como referencia.

Y Abram creyó en el Señor, y El se lo reconoció por justicia. Y le dijo: Yo soy el SEÑOR que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra para que la poseas. Y él le dijo: Oh Señor Dios, ¿cómo puedo saber que la poseeré? El le respondió: Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.” (Gn.15:6-9)
Yo voy a leer hasta aquí, pero el asunto prosigue. Si quieres darle continuidad, puedes hacerlo después.
Después de lo que leímos, ¿harás que la injusticia prevalezca?

Primero: ¡La creencia!

La creencia es lo que concebirá la justicia, como refiere Génesis. Esto es algo personal. Nadie puede creer por ti.

Estas delante una situación difícil la cual consideras que estás entre “la espada y la pared”, y no sabes qué hacer. A veces, bajo tu punto de vista la consideras una injusticia, te desesperas en aquel momento.
Esto ocurre porque en medio de la dificultad, los primeros sentimientos que afloran son el desespero, la angustia, la voluntad de desaparecer, y hasta que Jesús te llevase de este mundo, ya que se vuelve insoportable.

Pero, esa tal injusticia o dificultad, es una prueba, también para ver qué tipo de fe profesamos. Yo digo que creo en Dios, pero, delante de la situación difícil o injusticia, vamos a materializar esta creencia.
Porque decir que crees en Dios, predicar y aconsejar es simple, también entre los religiosos actúan de esta forma. Sin embargo, no siempre la vida revela este Dios.

Mientras Abraham cuestionó a Dios acerca de la forma en cómo tomaría posesión de las promesas, no tuvo respuesta. Para eso, él tuvo que sacrificar.

Segundo: ¡El sacrificio!

Si queremos que la respuesta de Dios sea completa en nuestra vida, deben existir estos dos aspectos fundamentales: el creer y el sacrificar. Además de hacer Su voluntad, tengo que hacer el sacrificio.
El sacrificio es la prueba de que me arriesgo en función de aquello que creo. Si no me dispongo a sacrificar en función de lo que digo creer, es una fachada lo que profeso.

El sacrificio – la parte que nos duele entregar a Dios – es inevitable. Todos los que quieren tener comunión con Dios, deben abrazar el sacrificio.

Sin embargo, delante de la pregunta, que tantas veces surge: “¿Pero cómo lo sabré? Muéstrame… Revélame…”

La respuesta de Dios es esa: ¡Sacrifica!: ”Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.”

¡Definición, entrega y sacrificio!

Como aún hay personas con algunas dudas en relación a la injusticia, continuaremos con este asunto en el próximo post. ¡Hasta entonces!

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12 comentários

  1. hola señora viviane…

    ante tal injusticia tenemos que confiar en Dios… siempre queremos y decimos que no es justo que nos halla pasado algo semejante así, pero cuando somos de Dios verdaderamente no nos alteramos creemos en ese Dios grande en el cual creemos….

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  2. Yo pase por muchas situaciones, en las que si no hubiese, esperado en Dios, y actuado por mi misma, no hubiese alcanzado la solución, o su justicia. La mano de Dios se mueve, si creemos, y esperamos confiadas en El. Dios no es injusto, solo permite que pasemos por situaciones difíciles, para perfeccionar nuestra fe.

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  3. La verdad es una sola sino sacrificamos en todas las areas de nuestra vida no veremos repuesta. El sacrificio es la llave de todo.

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  4. Esta buenísimo esta publicación, porque aclara perfectamente el porque muchas de las veces creemos que somos injusticiadas, pero porque sentimos eso si nosotras no hicimos nada para ser llevadas a la injusticia… tenemos que creer pero también confiar en que Dios hara, si estamos en el Altar al 100%, siendo sacrificios vivos para Dios, como podremos sentirnos injusticiadas?
    Esas dificultades hay que aprovéchalas mas que sentirnos victimas, porque es allí en ese desierto que pasamos que nos volvemos mucho mas dependiente de Dios y crecemos espiritualmente.

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  5. Muy fuerte y muy bueno señora! Hablar de las injusticias es un asunto muy complejo, como la señora dijo, pero cualquiera que sea la fuente pienso que por algo paso; Hay un versículo que esta en 1 Pedro que dice que tendríamos aflicciones y pruebas para nuestra fe. (Con el fin de purificarnos para nuestra Salvación). y otro en donde dice «Los hombres malos no entienden el juicio;
    Mas los que buscan al Señor entienden todas las cosas.» (Proverbios 28:5) . Todas las cosas son para bien de lo que buscan a Dios.. en fin, hay mucho apoyo de Dios para los que lo buscan. Si hoy paso por un momento malo, me aferro aun mas al mi Señor… y procuro usar mi fe, negarme a mi misma, sacrificar mi voluntad.. y Servir a Dios con todo el amor. / Muchas gracias Señora.

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  6. YO CREO QUE SI ESTOY CON MI VIDA EN EL ALTAR DE DIOS,Y VIVO EN EL SACRIFICIO DIARIO.
    EL SACRIFICIO ES UN ACTO DE FE,YA QUE PASE LO QUE PASE DEBO SEGUIR CREYENDO,NO TENER MIEDO ESTAR TRANQUILA Y CONFIAR, EL SEGURO DARÁ LA RESPUESTA.
    DIOS LA BENDIGA SRA.

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