La fe racional sobrepasa los obstáculos

La fe racional sobrepasa los obstáculos

¿Cuántos problemas usted ya enfrentó? muchos, ¿verdad? Pero, ¿cómo reaccionó? Tal vez, usted haya gritado, discutido, amenazado… o dado un trato de silencio y desprecio.

Pero, estas reacciones no tienen nada que ver con la fe, sino con sus emociones, que siempre quieren reaccionar.

Sin embargo, ¿qué hace la fe delante de obstáculos gigantescos? ¡La fe obedece!

Pero ¿a quién obedece? ¿a sus instintos? ¿a su forma agresiva? ¡No! ¡Obedece a Dios!

Dios no trabaja con emociones, Dios trabaja con la justicia, primeramente, hacia aquellos que hacen parte de Su pueblo.

Dios trabaja con los Suyos y cuida de nosotros, que Lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador, para enseñarnos la Obra que tiene que ser hecha.

Observe:

“…y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando viereis el arca del pacto de Señor vuestro Dios, y los sacerdotes y levitas que la llevan, vosotros partiréis de vuestro lugar, y marcharéis en pos de ella,…”  Josué 3:3

Dios quiere que nos acerquemos a Él.

Los sacerdotes levitas llevarían el Arca de la Alianza y el pueblo tendría que ir detrás.

 “…pero entre vosotros y ella habrá una distancia como de la medida de dos mil codos, no os acercaréis a ella; para que sepáis el camino por el cuál debéis ir, por cuanto vosotros no habéis pasado antes por este camino.” Josué 3:4

Y ahí yo pregunto, ¿por qué el pueblo tenía que seguir el Arca de la Alianza, si había que mantener la distancia?

Bueno, cuando Dios nos pide algo, Él sabe lo que hace.

Cuando Dios pidió a Su pueblo mantener la distancia, Él estaba enseñando al pueblo a fijar los ojos en el Arca de la Alianza. Pensar en Dios, mirar para Dios.

Y siempre que pensamos en Dios, en Sus obras, nuestro ser se queda iluminado. Porque tenemos un Ser mayor que nosotros, que proporciona todo de la mejor forma.

Dios quiere llevarnos a ejercitar la fe, porque ella nos enseña a sobrepasar los problemas, a depender de Dios.

 “Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque el Señor hará mañana entre vosotros maravillas.” Josué 3:5

Los obstáculos de la vida nos enseñan a vivir por la fe, pero principalmente a santificarnos para Dios.

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