LA CODICIA – Episodio 5: ¿A quién atenta?

LA CODICIA – Episodio 5 : ¿A quién atenta?

¿Qué ha percibido sobre si mismo? ¿Qué ha hablado para Dios? ¿Tiene algo que ver con lo que ve de si mismo, con lo que necesita o ha pedido a Dios lo que desea? ¿Un sueño, un deseo suyo…?

Bueno, nuestros pedidos a Dios revelan aquello que más nos importa. Revela aquello que es importante para mi. Y esto sólo lo consigue percibir en si mismo si presta atención en usted. Pero si presta atención en aquello que desea, no sabrá lo que realmente necesita.

Pero no voy a estar aquí hablando de mis conceptos, de mis opiniones, vamos a saber lo que la Palabra de Dios dice, ahí en Salmos 119:36

 “Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia”

¿Sabe? Nuestro corazón es aquel que siente, anhela, pretende, alimenta. Es el corazón el que nos lleva a mirar a aquello que nos interesa. Podemos decir así, que el corazón es el alma.

Por eso, el salmista pidió a Dios que su corazón se inclinase a los testimonios de Dios y no a la codicia. Obviamente, para que él pudiese hacer ese pedido a Dios, él se observó. ¿Y usted? ¿Se ha observado? ¿Ha observado a lo que su corazón se ha inclinado? ¿Hacia dónde está dirigido? ¿A sus deseos o al testimonio de Dios?

Muchas personas preguntan: “¿Cómo? ¿Quiere decir que Dios tiene testimonio?” ¡Si! Dios tiene testimonio. En muchas cosas que han sucedido en su vida, Dios ha dado testimonio para usted, pero tal vez no lo haya observado, esto es porque está atento a su codicia.

Si mira para aquello que ha anhelado y lo pesa en la balanza con aquello que realmente necesita, verá que muchas cosas que desea no son realmente lo que necesita.

Voy a darle un ejemplo muy sencillo: ¿cuántas veces come lo que no necesita?, ¿lo hace por que le gusta, no es así? Come lo que le agrada, pero no lo que necesita, como verduras, legumbres, ensalada, proteínas, nutrientes para su cuerpo. Quiere comer dulces, comidas industriales, hamburguesas, comida congelada, si… esto es apenas un ejemplo.

O ve una ropa bonita en la vitrina de la tienda y la compra, pero no la usó aún. ¿Por qué? Porque no la necesitaba, y después vio que no era tan importante.

¿Sabe? Lo que necesitamos no es aquello que nos sustenta durante un día, por un momento, sino lo que nos va a sustentar toda la vida. Lo que necesitamos es la eternidad con Dios, pero ¿ha observado el testimonio de Dios o su codicia?

La Biblia dice lo siguiente:

Aparta mis ojos de mirar la vanidad, y vivifícame en tus caminos.Salmos 119:37

Incluso mis ojos pueden estar contemplando vanidad, aquello que es fútil, aquello que es pasajero, que no es importante, que no necesito. Ve a otra persona con algo que le gustaría tener, y, de repente, se ve codiciando lo que ella tiene. Pone sus ojos en contemplar la vanidad.

Imagine contemplar algo fútil… ¿no sería eso triste, vergonzoso? Cuando razonamos vemos esto como triste y vergonzoso, pero cuando no razonamos, nos dejamos llevar por la futilidad. Y, ¿usted ha percibido como una persona es fútil e inadecuada?

Cuántos de nosotros estamos actuando de forma inadecuada, porque ponemos nuestros ojos donde no deberíamos. Entonces, ¿por qué no mirar, observar los testimonios de Dios? ¿Por qué es tan difícil que la persona observe a Dios? Porque Dios es invisible, pero Él es perceptible para aquellos que son sinceros, para aquellos que quieren lo que es correcto, estos observan a Dios.

Si quiere lo que es fútil, entonces atente a su codicia, a su vanidad, a su propia gloria. Gloria que este mundo ofrece, y es pasajera. Después de que la persona envejece, la gloria de ella se va. Porque en este mundo hay que ofrecer algo a cambio, una voz bonita, una apariencia bonita, pero el testimonio de Dios no mira para eso.

En el testimonio de Dios ve el carácter, la divinidad, la pureza, la verdad, la justicia, la perfección de Dios. Y esto nos lleva a observar, para que cambiemos nuestra forma de actuar.

Observe el testimonio de Dios.

Pero ¿cómo hacer esto? Mirando para lo que importa, ¡el Reino de los Cielos!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*