LA CODICIA – Episodio 4: Olvida y no espera el consejo

LA CODICIA – Episodio 4 : Olvida y no espera el consejo

Todos sentimos, deseamos…, pero ¿y cuando nuestros deseos van contra nosotros mismos? ¿qué es capaz de hacer nuestro deseo cuando estamos obcecados con algún resultado?

Vamos a saberlo…

 “Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de tu infinito amor, sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Rojo.
No obstante, los salvó por amor de su nombre, para manifestar su poder.
Reprendió, pues, al mar Rojo, y se secó; y los condujo por las profundidades, como por un desierto.

Los salvó de mano del que los odiaba, y los redimió de mano del enemigo.” Salmos 106:7-10

Bueno, como ve aquí, el pueblo de Israel, que fue sacado de Egipto con la fuerte Mano de Dios, ahora estaba delante del Mar Rojo y estaba dudando. No entendieron las maravillas de Dios.

A veces, no entendemos ciertas cosas, pero hay cosas que fueron hechas por nosotros y no las apreciamos. En este caso, el pueblo de Israel no entendió las maravillas de Dios, no se acordó de la multitud de las misericordias de Dios. Aún así, Dios, en Su infinita bondad y misericordia, salvó a este pueblo por amor de Su nombre. ¿Sabe por qué? Porque Él quería hacer conocido Su poder para aquellas personas.

¿Sabe?,  veo esto como una oportunidad.

Dios estaba dando la oportunidad a un pueblo de dura cerviz.

Las aguas cubrieron a sus adversarios, ni uno de ellos escapó.
Entonces creyeron en sus palabras, y cantaron su alabanza.”
Salmos 106:11,12

Hasta ahí, parece que el pueblo vio, parece que el pueblo estaba grato por Dios haber hecho lo que hizo. Pero, ¿esto se ha extendido?

¿Cómo ha sido? ¿Los desiertos de la vida, los momentos difíciles le han hecho dudar de Dios? ¿Le han hecho estar molesto con Dios? ¿No cree en lo que Él es capaz de hacer? ¿Se ha olvidado de la multitud de las misericordias de Dios?

¿Cómo ha sido su creencia en Dios delante de los desafíos de la vida?

¿Se olvidó de todo lo que Él hizo? ¿De lo que es capaz de hacer? ¿Olvida quién fue usted con Él? ¿Qué usted erró? ¿Y por qué llega a olvidarse de Dios? De lo que Él hizo, de lo que Él hace… ¿Por qué se olvida de forma tan fácil? ¿Qué tiene que decir sobre eso?

¿Quiere saberlo?

¡Voy a decirle la verdad!

Esto significa que:

– No considera a Dios.

– No Lo ama.

– No está atento a las maravillas que Él hizo.

– No vio su condición – que no merecía nada.

Dios hace y hace mucho, pero las personas están tan enfocadas en su codicia que no están atentas a las maravillas de Dios. Es igualito a un hijo que el padre y la madre se esfuerzan tanto en darle lo mejor, en educarlo, darle las condiciones, atención, de comer, para su futuro…, pero todo lo que él ve es aquello que aún le falta. No ve quién realmente ha sido él como hijo delante de sus padres. Ingratitud ¿no es así? Pues si.

Aquel pueblo de Israel pasó por el mar Rojo, con los pies secos, y los enemigos, los egipcios que venían detrás murieron, cuando Dios ordenó que el mar volviese a la normalidad. Entonces, ¿qué pasó? Ellos creyeron en Sus Palabras y cantaron alabanzas. ¿No es eso lo que mucha gente hace?

A partir de aquel momento en que Dios hace la maravilla, ellas creen en Dios, cantan, bailan…

“Pero pronto se olvidaron de sus obras; no esperaron su consejo.” Salmos 106:13

Es decir, hay situaciones en la vida que la persona empieza a vivir y se olvida de lo que Dios hizo. No espera por el consejo de Dios, no le importa Dios.

Tuvieron apetitos desenfrenados en el desierto, y tentaron a Dios en las soledades.” Salmos 106:14

Hay muchas personas que siempre están desmotivadas, molestas, murmurando y se olvidan de todo lo que Dios hizo. ¿Cómo puede olvidarse de cosas estupendas, de las cosas maravillosas que nadie nunca vio? ¿Cómo la persona puede olvidarse? Eso pasa cuando no considera, no se sitúa en su propia condición.

Cuando no se ve, no ve sus pecados, sus fallos, cuando cree que es una obligación por parte de Dios el hacer las cosas para usted. Pero, en realidad, cuando Él lo hace es por amor al Nombre de Él, porque muchas personas no hacen nada en pro de Dios.

Y Dios hace ese esfuerzo, manifiesta Su poder para darle una oportunidad, la oportunidad de verse. ¿Sabe? Esto es triste…, pero muchas personas se están dejando llevar por la codicia. ¿Y dónde? En el desierto.

Es en el desierto, en la necesidad donde todos somos tentados a querer aquello que aún no tenemos. Pero, ¿ese desierto no  está mostrándonos qué tipo de fe hemos ejercitado en relación a Dios? ¿Qué tipo de relación hemos tenido con Dios? ¿No percibimos las señales, nuestras propias señales?…

Esas personas tientan a Dios porque quieren seguir haciendo todo a su manera. ¿Y sabe lo que Dios hizo?

El les concedió lo que pedían, pero envió una plaga mortal sobre ellos.” Salmos 106:15

¿Cuántas personas adquirieron y adquirieron cosas que tanto desearon, pero sus almas están débiles, necesitadas? Tienen todo lo que desearon, pero su alma no tiene paz, no está realizada. Esto es porque se dejó llevar por la codicia.

Pero, ¿por qué no cambiar? ¿Por qué no reconocer? ¿Por qué no situarse delante de Dios, quién ha sido?

Conmigo fue así y me situé delante de Dios. Cuando me deparé con mis errores, entonces consideré a Dios como Dios. Realmente lo vi como mi Salvador. Aquel que podría sacar mi alma del infierno.

¿Usted no ha tenido esa oportunidad de ver el infierno en que usted mismo se situó? ¡Ahora es contigo!

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