Hermanos y Hermanas Diferentes

¿Has observado cuántos hermanos o hermanas de famosos se sienten frustrados?

¿Por qué será? “¿eh?”

Es exactamente sobre este asunto que quiero llamar tu atención:

Las personas se comparan mucho entre sí… Si un hermano es exitoso, el otro se siente inferior. Y, naturalmente, empieza a actuar para llamar la atención sobre sí mismo.

Precisamente por eso, se genera una seria de conflictos internos… Conflictos que provocan disgusto por el bien ajeno; alimentan celos, porque determinados afectos no son exclusivamente suyos… y así surgen toda clase de males.

¿Por qué piensas que debes ser superior a los demás para afirmarte?
¿Qué problema hay en que el “otro” sea más?

El problema es que se mete con tu propio orgullo; con tu gloria. Y, tocando en este área… te pones a la defensiva, como si estuviesen amenazando tu “trono”.

Muchos no se dan cuenta del peligro de sentirse así… sin embargo, esto lleva a tener una vida amarga, días tras día.

Es muy triste ver como el ser humano es tan “pobre”. Con una mentalidad egoísta y tacaña. Con sentimientos que le destruyen.

Amiga lectora, evalúa como son tus ojos; la forma en que te comparas con los demás.

¿Lo correcto no sería que nos comparásemos con la Palabra de Dios?

Entonces, ¿para que tanta agonía de compararte con lo que los demás tienen, las cualidades? Y ¿por qué no aprendes lo que te conviene? Siendo humilde, y esforzándote para vencer en la vida.

Pero ¡¡atención!! No se trata de vencer porque los otros tienen el “éxito” que anhelas… Sino porque venciéndote a ti misma, en primer lugar estarás glorificando al Señor Jesús.

Una vez que permitas que tu interior sea moldeado, ya no serás esclava de sentimientos infernales que solo te hacen “agonizar”.