Experiencia : Enfrentando mi mayor miedo

Hola queridas internautas.

Bien, ahora que recibí el SÍ de Dios ya está todo resuelto, ¿verdad?- Nada de eso!!! Es preciso probar aquello que aprendemos, y salir de la conciencia para la PRÁCTICA, entonces, usted ya sabe… allá viene la prueba, prepárese.

Pero antes de comenzar a hablar sobre la prueba, muchas de vosotras me han dicho aquí en los comentarios, que admiran mi fuerza, y que no se ven capaces de tomar las actitudes que ya tomé, y les pregunto: ¿Cuál es la diferencia entre usted y yo?Le respondo: ¡Ninguna!

Si yo conseguí y he conseguido, usted también puede conseguir, sin embargo mientras no vaya para el Desafío con Indignación contra el tipo de ofrenda que ha presentado a Dios, el tiempo va a pasar y usted seguirá sintiéndose fracasada con su propia vida.

Fue exactamente así que yo viví durante 10 años… admiraba a las mujeres que hacían la diferencia , las que eran osadas en la fe y ganaban almas, yo era consciente que necesitaba hacer algo, sin embargo no había la práctica, yo no provocaba que la Palabra de Dios fuera vida para mi vida.

Si usted me dice que no consigue, yo le digo: TODO es posible a aquel que Cree. Ahora, no es magia, es preciso ir a la lucha, el problema es que muchas veces buscamos en las personas una respuesta para cambiar de vida, cuando en realidad la respuesta está dentro de nosotros, en creer en la Palabra de Dios y cobrar a través de nuestras actitudes de fe, que haya resultados.

Bueno, ahora sí, vamos allá. Si has acompañado los posts, usted vio que yo comencé a provocar el cambio de dentro para fuera, y ¿cuál sería el siguiente paso? Ahora llegó la hora de comenzar a exteriorizar ese cambio…

Después de entrar en el Godllywood yo inmediatamente comencé a trabajar con un grupo de mujeres, e inicié el Rush de la Mujer V, entrevisté, acompañé las tareas, atendí a cada una… hasta ahí todo bien.

El Libro de la Mujer V llegó a Portugal, e íbamos a hacer el lanzamiento, para más de 2.000 mujeres, y entonces, recibí la invitación para presentar al lado de Viviane Freitas ese gran Evento. En ese momento que recibí la invitación, mis piernas se congelaron. ¿Cómo yo, iba a estar al lado de ella, y hablando en público para tantas personas?

Tenía ganas de correr, de pedir que colocaran otra persona en mi lugar, mi corazón se disparaba sólo de pensar que el día se aproximaba. ¿Usted cree que porque vencemos algo, los pensamientos o sentimientos no van a volver a llamar a nuestra puerta? Al contrario, ellos golpean con fuerza, pero yo decidí dominar, y a través de mi creencia en Dios, dejarle que me usase en aquel grande día.

Minutos antes del Evento comenzar, aquello aún no había pasado, parecía un tormento, las personas que estaban cerca de mí decían: Va a salir todo bien, estate tranquila.

¿Usted piensa que eso sirve para alguna cosa? No!!!

Yo misma era la que necesitaba creer que todo iba a salir bien.

Y ahí yo hablé con Dios, una oración rápida: “Mi Dios, yo no pedí para estar aquí, pero el Señor me escogió, y yo no voy a decir no, yo quiero que el Señor me use, y todo ese nerviosismo e inseguridad, va al infierno, AHORA!”

Salí de allí y fui directa para el Altar, pero cuando entré en el salón y vi a las personas, una paz me invadió y Dios me mostró que yo tenía lo que ellos necesitaban recibir, porque yo estaba dependiendo de Él, y no de mí, y yo le pregunto: ¿usted ya vio a Dios fallar alguna vez?

¡Él me sorprendió aquel día! Mi mayor miedo, delante de mi creencia se quedó reducido a nada.

He contado aquí con detalles mi trayectoria, no para que usted se quede leyendo apenas, pero para que vea, en la práctica, que es posible revolucionar nuestras propias vidas.