Episodio 118 – ¿Ama u odia su vida en este mundo?

Episodio 118 – ¿Ama u odia su vida en este mundo?

¿Quién es Dios? ¿Quién es usted?

Seguramente ya se hizo esa pregunta, ¿quién es Dios?, ¿cómo actúa?

Aquí estamos hablando diariamente sobre quién es Dios, hemos hablado basándonos en las Sagradas Escrituras, y Jesús dice lo siguiente… Veremos cómo Jesús, el representante, el Hijo de Dios, el primer Hijo habla sobre la vida, sobre nosotros y entenderemos muy bien, Jesús dijo así: «El que ama su vida, la perderá…». ¿Cómo? ¿Acaso debo odiar mi vida? ¿Acaso Dios quiere mi mal? ¿Acaso Él no tiene aprecio por nosotros, Sus criaturas? No, no es eso. Dios sí ama y Su forma de amar no es diciendo: «Yo te amo», porque el amor no está hecho solo de palabras.

El amor enseña, el amor orienta, el amor no solo enseña, orienta, sino que también da su propia vida. Jesús dijo: «El que ama su vida, la perderá…», ¿en qué sentido lo dice Jesús? Amar su vida, es cuando a usted le gusta su voluntad, independientemente de lo que eso ocasiona, usted aprecia, tiene aprecio, está aferrado a su egoísmo, a su envidia.

Vio cuando tiene argumentos para defender sus razones, ahí es cuando ama su vida; vio cuando se enoja, se irrita, porque alguien le dijo la verdad, pero quiere seguir en su conducta y quiere que los demás acepten su conducta equivocada, es porque ama su vida. Vio cuando está aferrado a su posición, cuando estamos aferrados a nuestro diploma, a nuestra vanidad, ¿eso qué hace con nosotros? Hace que seamos inflexibles, no somos flexibles a la voluntad de Dios, no aceptamos cambiar.

Jesús dijo: «El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para Vida Eterna la guardará» (Juan 12:25). El odio a su vida, en este mundo, es hacia lo equivocado que hace, a las injusticias que ha cometido, ¿cuántas veces me angustié? Muchas veces, muchas veces me quedé angustiada, triste, por haber cometido un error, un pecado, una injusticia contra Dios, por haber fallado, por haber prometido algo y no lo cumplí, por haberme comportado de una manera injusta.

Eso es lo que la Biblia dice, cuando odia su vida en este mundo, «… el que aborrece su vida en este mundo, para Vida Eterna la guardará» (Juan 12:25, es ahí que la persona busca la Vida Eterna. Es ahí que se humilla, es ahí que quiere escuchar la verdad, es ahí que quiere someterse a la corrección, adaptarse a la corrección y no a sus argumentos, eso es odiar su vida en este mundo. ¿Por qué dice odiar su vida en este mundo? Porque en este mundo las personas defienden, la sociedad defiende sus sentimientos, su punto de vista, su voluntad, sus proyectos y, si es injusto o no, no les importa, ellas son las víctimas, las pobrecitas y necesitan que todos comprendan y que la verdad se arrodille ante la mentira, la ilusión, eso es lo que la sociedad hace.

Yo le pregunto, usted ¿busca la verdad, odia su vida en este mundo, odia su injusticia o ama su justicia? Bien, vamos a una pausa musical, mientras usted no perderá su tiempo, sino que pensará en lo que ha hecho con sus elecciones, con su vida, con sus decisiones.

Yo estaba pensando conmigo misma de las veces que lloré en mi rincón, sin que nadie lo supiera, porque no quería que nadie interfiriera en ese momento de agonía, de tristeza, de preguntas. No entendía por qué estaba pasando por aquello, por una situación que no aceptaba, no quería contar con mi marido, no quería contar con nadie de mi familia, solo quería hablar con Dios, porque quería hacer lo que era justo, era todo lo que quería. Recuerdo como si fuera hoy, que hablaba con Dios, incluso decidí ese día no llorar más sobre ese asunto que me estaba entristeciendo, y Dios me hizo recordar esa época, ¿sabe por qué Dios me hizo recordar? Porque me vio, vio que yo estaba odiando mi vida en este mundo, quería lo que era justo, lo que era correcto, Él sabía que aún no entendía, estaba desorientada en ese tema, pero quería la verdad.

Le diré, oyente, Dios lo ve, ¿lo sabía? Él lo ve y no considera su búsqueda por la Vida Eterna, por lo que es justo y correcto en vano, Él lo tiene en cuenta y le responderá, tan cierto como el aire que respiramos. Usted quiere lo que es correcto, lo que es justo, no su voluntad, no su deseo, no que las personas estén a su favor, quiere hacer lo que es correcto y eso era lo que yo quería, y Dios me enseñó.

A medida que los años fueron pasando vi la obra de Dios en mi vida, eso sucederá con todos los que están en esa búsqueda. Estamos en el Ayuno de Daniel y hoy es el segundo día, porque no hace de estos días especiales, ¿cómo? Prepare su momento temprano por la mañana, despiértese más temprano, también duerma más temprano, prepare ese momento entre Dios y usted, y dedíquele lo mejor. Lo que necesita hacer, que Él se lo irá pidiendo, es decir, dé calidad de relación entre Él y usted, no solo por este periodo del Ayuno de Daniel, sino aprenda para que usted lo lleve, lo extienda a su vida cotidiana, priorizándolo temprano por la mañana.

Cuando se despierte hable con Dios, haga eso, porque yo hice eso y eso hizo toda la diferencia en mi vida, y vea que a mí no me gustaba levantarme temprano, a mi cuerpo nunca le gustó levantarse temprano, y de años, más de veinte años, más de veinticuatro años que practico ese orden en mi interior. Levantarme temprano e independientemente de quién quiera que sea no miraba a nadie, solo miraba lo que yo necesitaba hacer entre Dios y yo, y Él me fue enseñando.

Hoy estoy aquí, hablando con usted de esta obra, la obra de Dios que es algo verdadero, y que se realiza en la vida de los que Lo buscan.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*