Episodio 117 – ¿Qué hizo Dios por usted?

Episodio 117 – ¿Qué hizo Dios por usted?

¿Quién es Dios y quién es usted?

Tal vez siempre se preguntó: «¿Quién es Dios? ¿Acaso ese Dios nos manda a hacer cosas dificilísimas, pero Él no las hace? ¿Acaso no está bien allí arriba y nos deja aquí, pasando solos por las dificultades?».

Es sobre esto que aprenderá hoy. ¿Sabe qué está escrito? Está escrito y fue el propio Señor Jesús el que lo dijo: «En verdad, en verdad os digo que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo; pero si muere, produce mucho fruto» (Juan 12:24). ¿Sabía que el Señor Jesús vino con el objetivo de salvar? ¿Pero cómo sería salvar otras vidas? El propio Dios tuvo el sueño de tener otros hijos, pero, como Adán y Eva pecaron, el pecado entró en el mundo, entró la muerte, por eso usted ve tanta destrucción en el mundo.

El pecado es lo que hace lo que estamos viviendo, las guerras, el hambre, las desavenencias, la violencia, nadie ama más a nadie; todo es a causa del pecado. Ahora bien, si las personas no tratan el pecado, si no buscan a Dios, ¿qué piensa que sucederá? Seguirá aumentando el pecado en el mundo. Entonces, el Señor Jesús vino, vino como debería ser; vino, nació del vientre de una mujer, que era María. En realidad, la semilla no vino de nadie, sino del propio Dios que la trajo. Ella quedó embarazada por el propio Espíritu Santo, que germinó esa semilla Divina, que es el Señor Jesús. Él no fue generado por una mujer y un hombre, sino por el propio Dios, María solo fue un instrumento. Entonces, Jesús nació y Se sometió a su madre.

Usted sabe que Él creó al ser humano, Él creó todo, pero ahora Se estaba sometiendo a la criatura. El Señor Jesús vino, creció, Se desarrolló, y ahora les estaba diciendo así a Sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere…» (Juan 12:24), es decir, si el Señor Jesús viniera a la tierra, si viniera a la tierra y no muriera, no fuera puesto a prueba, podría haber hecho todos los milagros y enseñado todo, pero, si no moría, Se quedaría solo, no generaría otros hijos para Dios. «… pero si muere, produce mucho fruto», ¿qué tiene que ver esto conmigo, Viviane? Tiene todo que ver.

Es lo siguiente: Dios no Se volvió indiferente a su dolor, Dios quiso participar presencialmente, trayendo a Su propio Hijo a la tierra, para que todos los seres humanos pudieran saber que existe un Dios soberano, que no está lejos, sino que vino para mostrarnos a todos la característica del propio Dios.

El Señor Jesús fue el símbolo del propio Dios. Él no vino a esta tierra con la intención de gozar de la gloria, de prosperar, porque Él ya tenía oro y plata, todo era de Él. Piense, todo es de Él, ¿por qué vendría a esta tierra? Eso es muy poco, el oro, la vanidad, la fama, la gloria, es demasiado poco, ¿por qué? Porque nada de eso satisface. Las personas de este mundo hasta tienen riqueza, gloria, fama, posición, hacen lo que quieren, pero es como dijo Jesús: «Si no muere, se queda solo». Si no muere para sus voluntades, si hace todo lo que quiere hacer en la vida, conquistar todo, se sentirá solo, porque no fue creado para servirse a sí mismo, fue creado para servir a Dios.

Piense: ¿acaso murió para su voluntad o todo lo que ha hecho es actuar de acuerdo con su voluntad, con su manera de ser, con su forma de pensar? ¿Usted busca servir a Dios?

¿Qué hizo Dios por usted? ¿Piensa que Él es indiferente? Él hizo y sigue haciendo.

Jesús vino a este mundo para morir por sus pecados. ¿Sabe por qué? Porque, una vez que el hombre pecó, se volvió esclavo de la muerte. Cuando Jesús murió y resucitó, compró su derecho de tener vida después de la muerte.

El que muere para este mundo, morir en varios sentidos, me refiero a morir para sus propias voluntades y también a morir para este mundo físicamente, tiene la oportunidad, si durante toda su vida vivió y si en el último tiempo aceptó a Jesús, tendrá la gran oportunidad de vivir con Dios toda la eternidad. Sin embargo, si se resistió y se resiste a servir a Dios, porque quiere servirse a sí mismo, acarreará las consecuencias de eso. Si no aceptó a Dios, si no quiso a Dios, vivirá toda la eternidad, no la eternidad, toda la muerte eterna con el mal, porque el mal tiene esa característica, de querer ser servido, de no someterse a Dios y hacer las cosas a su manera.

Permítame explicarle algo, preste atención, usted que se ha servido a sí mismo, que ha elegido a la persona con la que se casará o con la que se acostará; que ha elegido la forma en la que vive en este mundo, si dice malas palabras, si tiene vicios, si asesina; que ha elegido vivir a su manera, como un padre ausente, una esposa que no les da atención a los hijos, todo eso, todo lo ha sembrado y hecho a su manera. Le haré una pregunta, usted hace todo lo que quiere, ¿y entonces, es alguien realizado? No, todas sus voluntades no lo realizan. Esto es interesante, ¿verdad? No obstante, cuando sirve a Dios, es muy feliz. ¿Cómo puede ser, Viviane? ¿Si no hago mi voluntad me vuelvo una persona más feliz? Ajá. Porque su voluntad y mi voluntad es corrupta, es egoísta, es limitada, no hace lo que es correcto, lo que es bueno. Aparentemente, parece ser lo mejor, porque es su voluntad, pero, cuando se somete a la voluntad de Dios, tiene paz.

Hay personas que, actualmente, viven sus sueños, el de haberse casado con cierta persona, el de adquirir un diploma, una carrera, una posición, dinero, condición, ¿verdad?, pero viven deprimidas. ¿Y? ¿Dónde están esos sueños? ¿Los sueños no las sustentan? No. Tienen una familia, tienen un marido que las ama, una esposa que los ama, unos hijos que los ama, pero viven dentro de un cuarto cerrado, oscuro y aislado del mundo, ¿por qué? Porque hacen su voluntad. Jesús no vino para hacer Su propia voluntad. Él vino a este mundo para servir. Él mismo dijo: «En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere…», es decir, Él tendría que morir. Usted sabe que fue demasiado fuerte para Él para pasar por eso; Él fue latigueado, despreciado, ignorado, incomprendido, en fin, sufrió en la carne y el Padre ni pudo mirarlo porque Le dolía ver a Su Hijo sufrir todo eso. Sin embargo, el Padre pagó ese precio por usted, ¿cree eso? Usted es valioso, oyente, tiene mucho valor, Dios le dio valor antes de que valorara, de que escuchara este programa; Él pensó en usted y le da la oportunidad de cambiar de vida, a partir del momento en que se entregue a Él.

¿Quiere? Entonces, ¿por qué no se acerca en este momento y Le dice: «Señor, no quiero más vivir para mí. He hecho las cosas a mi manera y me ha salido todo mal. Quiero darte mi vida. No quiero vivir para mis sueños, para mis voluntades, quiero escuchar Tu voz, quiero que me guíes, que me muestres»

Muy bien, haga esta oración ahora, entregue su vida y cambie de dirección, deje de hacer las cosas para sí mismo y sirva a Dios. Acérquese a la Iglesia Universal del Reino de Dios hoy mismo, vaya delante del Altar y diga: «Acá estoy, mi vida está en Tus manos, quiero someterme a Tu voluntad».

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