Ep.71 – Pedir es para quienes están cerca

Hablar sobre pedir no es una tarea muy fácil para algunas personas que se sienten ofendidas cuando tienen que humillarse y pedir. Y solo es posible pedir a aquellos a quienes nos acercamos.

Por eso la Biblia dice así:

«Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. O suponed que a uno de vosotros que es padre, su hijo le pide pan; ¿acaso le dará una piedra? O si le pide un pescado; ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado?O si le pide un huevo; ¿acaso le dará un escorpión? Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?» Lucas 11:9-13

Quien pide es quien cree; quien busca es quien quiere.

Cuando quieres, pides, buscas, insistes.

Y Jesús comenta aquí algo muy interesante: si un hijo le pide pan a su padre, él no le va a dar una piedra; si el hijo pide pescado, tampoco le va a dar una serpiente; si pide un huevo, el padre no le va a dar un escorpión. Un padre normal querrá dar lo bueno a su hijo, dar lo que su hijo está pidiendo.

Jesús dice que si en este mundo, el padre, aun siendo imperfecto, cuando el hijo le pide, sabe dar buenas dádivas, ¡cuánto más Dios, el Padre Celestial dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!

Quizás pienses: «Ah, pero ya hablé con Dios y Dios no me escucha; ¿quién soy yo para hablar con Dios…» ¿Sabes por qué tienes dudas de hablar con Dios? Porque no eres transparente, no eres sincero.

Porque Él dice que dará a cualquiera que pida. Si no eres sincero, si no eres transparente, entonces no eres original. Cuando hablamos con Dios, cuando le pedimos ayuda, orientación, instrucción, estamos hablando con Aquél que nos ve.

Dios ve a cualquier persona que habla con Él. Entonces, ¿por qué no eres transparente? ¿Por qué no le pides a Él? No es un padre malvado, es el Padre Celestial. De hecho, Él da el Espíritu Santo, Su Espíritu, a todos aquellos que se lo piden, a todos aquellos que lo buscan.

Fue durante mis necesidades, en mis dudas, en mis conflictos que me acerqué a Dios. Hablé con Él, ejercí mi fe, ejercí mi inteligencia.

Cualquier ser humano que existe en este mundo puede acercarse a Dios, con su oración, con su pedido. Fue Jesús quien dijo que cualquier persona que pide, recibe; cualquiera que pide, recibe; quien busca, halla.

Recibes pedidos, pero hay cosas que no son de un momento a otro, entonces tienes que buscar. Quien busca, halla, es decir, aquel que está interesado, busca, es quien realmente insiste.

Imagina si todo lo que pidieras a Dios fuera instantáneo, algo fácil, ¡no! Cuando pides, estás mostrando que tu fe no es temporal, sino que es una fe constante, que persevera en encontrar la salida y cree en el resultado.

No necesitas saber cómo hablar con Dios, simplemente habla lo que hay dentro de ti, y eso ya es suficiente para expresar lo que sientes. Y Dios te escucha. Él es el Creador que escucha a aquellos que hablan de manera sincera, haz esta experiencia y estarás cerca de Dios.