El Sabor de la Fe

Viviane Freitas

  • 8
  • Oct
  • 2014

El Sabor de la Fe

  • 8
  • Oct
  • 2014

Hola a todos los internautas. Es un placer estar aquí con vosotras.

Vamos a continuar con el libro de Éxodo, donde estamos leyendo sobre la vida de Moisés. Él era un bebé cuando hablamos el lunes acerca de la actitud de su madre, Joquebede.

Vamos a seguir esta historia y lo que ocurrió, después de que la madre permitiese que él sobreviviese:

“Y la hermana del niño se puso a lo lejos para ver qué le sucedería.

Y la hija de Faraón bajó a bañarse al Nilo, y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del río, vio la cestilla entre los juncos y mandó a una criada suya para que la trajera.

Al abrirla, vio al niño, y he aquí, el niño lloraba. Y le tuvo compasión, y dijo: Este es uno de los niños de los hebreos.

Entonces la hermana del niño dijo a la hija de Faraón: ¿Quieres que vaya y te llame una nodriza de las hebreas para que te críe al niño?

Y la hija de Faraón le respondió: Sí, ve. Y la muchacha fue y llamó a la madre del niño.

Y la hija de Faraón le dijo: Llévate a este niño y críamelo, y yo te daré tu salario. Y la mujer tomó al niño y lo crió.

Cuando el niño creció, ella lo llevó a la hija de Faraón, y vino a ser hijo suyo; y le puso por nombre Moisés, diciendo: Pues lo he sacado de las aguas.” (Ex.2: 4-10)

Observa aquí como Dios provee, ¡el sabor de la fe!

El lunes hablábamos sobre le peso que cargamos cuando estamos apegados a algo. Y cuando aquella mujer, Joquebede, que era madre de Moisés, tomó la actitud de aparte de esconderlo durante tres meses, el dejarlo en el rio, podemos ver que ella no estuvo contendiendo o murmurando con Dios: “¡¿Por qué el Señor permitió que esto ocurriese?! ¡¿Nosotros somos tu pueblo, parte de tu herencia, y están matando a nuestros hijos?! ¡¿Cómo es posible esto, Dios?!” Ella no murmuró, pero actuó de una forma inteligente. Y su hija, con certeza, vio la fe de su madre y acompañó al niño a ser llevado por el rio. Se quedó a lo lejos observando lo que sucedería.

Cuando cree en Dios, tomas actitudes diferentes y no eres llevada por las circunstancias.

Observa que la niña, su hija, también tomó una actitud racional, observando de lejos lo que ocurriría. Y. así, la hija del faraón fue a bañarse y cuando abrió el cesto y vio al niño llorando, tuvo compasión.

“Entonces la hermana del niño dijo a la hija de Faraón: ¿Quieres que vaya y te llame una nodriza de las hebreas para que te críe al niño?

Y la hija de Faraón le respondió: Sí, ve. Y la muchacha fue y llamó a la madre del niño.

Y la hija de Faraón le dijo: Llévate a este niño…”

¡Observa el sabor de la fe!

Cuando estamos apegados a las cosas, a nuestro pesos, somos atormentados, pero cuando entregamos el “peso” y dejamos a Dios tomar las medidas que tienen que ser tomadas y lo que debe ser hecho, por propia experiencia te digo: ¡Es lo mejor que puedes hacer!

Dios sabe trabajar. Nosotros no sabemos actuar de la forma correcta, entonces, cuando lo dejamos en las manos de Dios, sabiendo lo que Él es capaz de hacer, porque Lo conocemos, ¡manifestamos esa fe!

Yo no sé si tú, confías en Dios porque tal vez hables con Él, pero después profesas palabras negativas. Pero cuando hay una creencia, confianza en Dios y sabe quien es Él, ¡tienes paz!

Si existe tormento en virtud de las circunstancias, estamos siendo literalmente guiadas por las circunstancias y esto no resuelve nada. Ahora, cuando actúas con certeza, ¡tomas las medidas e iniciativas que debes tomar!

Aquella mujer tuvo la experiencia que otras madres no tuvieron, porque tanto Dios como el Espíritu Santo, se sujetan a nuestro espíritu. Cuando definimos nuestra creencia, nuestra fe y vida con Dios, Él trabaja según la forma en como nos disponemos para Él. Si yo hago predominar mi voluntad, normalmente guardo lo que tengo recelo a perder, pero cuando permito que Dios esté sobre aquel problema y lo pongo en Sus manos, entrego ese peso y lo pongo en el “rio”, Dios ve mi fa y restituye mi alegría a través de un milagro. ¡Observa lo que hizo Dios! La propia madre de Moisés lo crió hasta que él creciese y no necesitase ser amamantado, lo contrario de todas las madres.

Cuando el niños ya había crecido, lo devolvió. Nuevamente la madre se sujetó, dándoselo para que sea criado por la hija del faraón, que lo llamó Moisés, el gran Moisés, que vamos a acompañar durante estos días.

Para que exista Moisés, David, un hombre y mujer de Dios, hubo elecciones, ¡y son estás las que hacen la diferencia! O te entregas 100% o retienes, y cuando más retienes, más pesada, triste, envuelta con tu mundo egocéntrico se verás. Peor cuando te deshaces de aquello que te perteneces, del miedo, es imposible que Dios no manifieste Su poder.

Observa que la hija del Faraón no tenía nada que ver con Dios, ¡pero fue tocada por la fe!

La fe es lo que te justifica, y sino usas tu fe, te mantendrás como los demás, que están sufriendo con las mismas circunstancias. Se racional, usa la fe inteligente que no está envuelta con sentimientos, sino con la cabeza, que resuelve lo que tiene que resolver.

Estaremos aquí de regreso este viernes acompañando más sobre este Libro de Éxodo. ¡Deja aquí tu comentario y permíteme conocer más de ti!

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63 comentários

  1. Debemos dejar los problemas en las manos de Dios pues el alivia nuestra carga, y a la vez demostramos nuestra dependencia, fe y confianza hacia Él no solo en los momentos buenos, sino sobre todo en los momentos malos, que Dios la bendiga muchos Sra.

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  2. SRA …… TOTALMENTE DE ACUERDO MUCHAS VECES DECIMOS QUE ESTAMOS ENTREGADAS AL 100% , MAS SOLO COMPROBAMOS CUANDO AÚN VEMOS NUESTROS OBJETIVOS «LEJOS DE NOSOTRAS» MAS CONFIAMOS QUE ESTA TODO BAJO CONTROL Y Q CON EL SEÑOR IMPOSIBLE PERDER.

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  3. No podemos esperar que DIos actue en nuestra vida sino nos entregamos 100 por ciento a Él.
    Puede ser dificil ya que muchos sentimienbtos no invade, miedo dudas etc., pero cuando confiamos y vencemos los miedos y nos lanzamos en los brazos de nuestro Señor Jesus no hay duda que Él se manifestara.

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  4. Justamente este mes estoy leyendo el libro de Éxodo, la verdad que al leer este estudio entendí muy bien de qué trata y qué es lo que Dios espera de mi. Eso es: ENTREGA, entregar mis preocupaciones en Sus Manos. Tenemos que estar levitando y saboreando esa fe! Dejar las circunstancias en Su Altar, pero no solo eso, sino realmente mostrar con hechos esa ENTREGA.

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  5. me esta costando mucho tomar una desicion , la de ir al templo de salomón , no tengo ninguna condición y por mas que estoy haciendo cosas , no resultan como yo quiero, necesito tomar ya la desicionde desistir por que la realidad es dura ,es como si estuviese encaprichada en algo que no puede ser , esto me tiene en un estado de nerviosismo y apesar de estar luchando me siento con mal caracter , por otro lado se que si desisto con que autoridad luchare con el mal o dare consejo sobre usar la fe no se que hacer

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  6. Asi es….. Cuando un es movida por los sentimientos, la paz que viene de Dios nunca llega, porque somos nosotras mismas quienes lo impedimos…
    Yo admito que muuuchas veces fui movida por los sentimientos, y nunca obtuve de Dios lo que pedia, diferente a aquellas veces que obedeci a Dios, fui movida por el y el me respondio, hasta aun mas de lo que yo pensaba… pero muchas veces somos burras y no lo queremos entender…..

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