El interesado en la Obra de Dios

“Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, y abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. El huye porque sólo trabaja por el pago y no le importan las ovejas.” (Juan 10: 11-13)

El asalariado es quien trabaja o sirve por dinero, que es movido apenas por el interés personal y material, es decir, que hay en esas tiendas evangélicas, supuestamente “iglesias”.

Quien da la vida por las ovejas no huye o es corrupto detrás del púlpito, no adultera, no miente, no engaña, no roba. El engañador, aunque esté en nuestro medio, incluso en el altar, ¡tarde o temprano se revelará! En la Iglesia Universal nosotros no permitiremos que un individuo que usa una mascara delante del pueblo… que habla y no vive. ¡Hay un compromiso con aquel que sirve en el Altar y este es serio! No estamos tratando con una profesión, sino con personas, con “almas”, con las cuales exige verdad, no apenas en las palabras, sino a través de aquellos que se vive.

El asalariado no ama las ovejas, sino que las abandona. Cuando viene el “lobo”, caracterizado por sus deseos carnales, abandona el compromiso de ser serio – una persona fiel – para adulterar, mentir, engañar, usar drogas… sea lo que sea. ¡Este no es el buen pastor!

Jesús es el buen pastor y permanece ligado a Él quien vive una vida santa, en regla, verdadera, sin mentiras y engaños. Yo hablo con vosotros, a través de este artículo en el Blog, ¡sin máscaras! Nuestro placer no es dejar o abandonar la “oveja”, sino luchar por la misma. ¡Y esto es, siendo verdaderos!

Y así como el pastor, aquel que está en el Altar, tiene que vivir una vida en regla, separada, temerosas a Dios, así también debes vivir. ¿Por qué? Porque todo lo que dices puede ser lo máximo de correcto, perfecto, pero si no eres fiel, no tienes temor, eres mentirosa, engañadora, ¡entonces todas aquellas palabras serán en contra de ti y te servirán para condenación!

Aunque no estés directamente en el Altar, tienes tus familiares, las personas que trabajan directamente contigo y tal vez actúes de una forma en que claramente, “disfrutes” de tus deseos, la lascivia, disensiones, te gusta hablar mal de los demás… En la Iglesia oras, pides a Dios dirección, pero actúas exactamente de forma opuesta a las palabras que diriges a Dios. ¡No tienes ningún compromiso con Él! Entonces, trabajas y sirves a tu propio vientre, con un interés personal y placeres carnales.

Yo no sé si tu que me oyes, vas al Facebook, te quedas hablando con chicos, entrar para decir “hola, ¿qué tal?”, pero tu objetivo es quedarte “hablando tonterías” y no para evangelizar o buscar respuestas.

Y si realmente necesitas respuestas, ¡¿por qué no buscas a un pastor, esposa, una obrera…. Por qué un miembro, una persona “buenecita” y agradable?! Yo no sé amiga… a boca habla de lo que está lleno el corazón. Pero quiero apelar a la razón. No estoy aquí para agradarte, sino para decirte la verdad, porque está es la que te libera. Yo no sé cuales son tus actitudes y lo que alimentas dentro de ti, sino que te alimentas con algo relacionado a una emoción, con tus placeres, tu oración es superficial. No estás siendo verdadera.

Tal vez luches por tu familia, trabajo y por todas las áreas, pero eres una persona totalmente sin compromiso con Dios, porque tus actitudes hablan acerca de lo que das prioridad.

No estoy aquí para acusarte, sino para conducirte a la verdad. Y si realmente la aceptas y reconoces tus fallos, ¡toma una actitud! O entonces, sino hay nada que te acuse, amén.. ¡ves adelante! Lucha siempre por la verdad, se sincera y da la vida por Jesús.

Lo que Dios quiere no es tu dinero, sino toda tu vida, tus sueños, deseos, ser completamente flexible par agradarlo, ¡y esto es para tu beneficio!

¡Hasta el lunes!