- 20
- Jun
- 2012
El imprevisto
- 20
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¿Cuándo algo inesperado ocurre, cómo te quedas?
Los imprevistos llegan y te pillan de sorpresa, normalmente reaccionas con impulsos de ansiedad e incluso de nerviosismo.
La mente se dispara, tus pensamientos giran por un mundo imprevisible. Y ahora, ¿¡¿¡Cómo va a ser, no hay nada preparado!?!?
Tus actitudes revelan tu estado emocional, tanto a ti como a los que te rodean. En aquel día…, sólo Dios sabe como te quedas. ¿Tensa? ¿Ansiosa? ¿Preocupada? Y ¿la vergüenza?
Bueno, lo que Dios me ha hablado en estos días, es exactamente sobre los imprevistos que surgen.
Iba todo bien, hasta que de repente rayas el coche con la columna del garaje; tu intención era disfrutar de tu familia, pero de repente ellos tienen que viajar a otro país, y ¡tu única oportunidad de aprovecharlos se fue! El trabajo es muy intenso, te das prisa para adelantar todo lo que está bajo tu responsabilidad, pero, cuanto más rápido haces las cosas, más quehaceres surgen. Los compañeros de guerra, no sigen el ritmo de la necesidad de la lucha. Tienes que parar todo el enfoque de tu trabajo para comenzar de cero, aquello que la otra persona tarda en hacer. Tu marido se cansa por la falta de rapidez de tu día a día. Y por si fuese poco, una vez más, recibes otra visita en casa, y , los otros huéspedes acaban de salir.
¡¡¡¡Booh!!!! Te enfadadas y deseas desaparecer…
Ante este cuadro de imprevistos, normalmente ¿cómo se queda tu cabeza?
Precipitada en tus palabras y las emociones quieren gritar alto dentro de ti. Todo el control que tienes, se colapsa y te quedas “sin salida” a tus sentimientos.
Pero Dios, nos dice algo a todas, y habló muy fuerte conmigo.
“Sal de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre y ves a la tierra que te mostraré.” (GN 12:1)
¡¡¡Sal!!! De este mundo, de tus sentimientos, de tu protección, de tu seguridad, de tu apoyo, de la comprensión y el cariño que tienes de tus familiares y VES.
Sal de tu vida programada y deja que yo te lleve a una tierra que te mostraré. Todo aquel plan, todo el control que tenías de tu vida, déjamelo a mi.
No voy a decir lo que vendrá más adelante, ni las dificultades. Vamos a ver, si lo que te estoy diciendo hará que te lances sobre tan solo una Palabra.
¡¡¡Tú crees, entonces ven!!! Y quédate en mi total dependencia.
¿Quién nos dice esto? ¡Dios!
Esta en tus manos entregarte. La decisión es tuya, lanzarte sobre lo que está escrito o no.
yudith ramos
24 octubre, 2014 a 4:2
sra no se porque mas este mensaje hablo algo diferente conmigo si claro es dejar a dios y tornarme dependiente de el mas el otro punto es
sal de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre y ves a la tierra que te mostraré.” (GN 12:1)
Tú crees, entonces ven!!! Y quédate en mi total dependencia.
¿Quién nos dice esto? ¡Dios!
Esta en tus manos entregarte. La decisión es tuya, lanzarte sobre lo que está escrito o no.
es sobre servir a dios pero justo me decía pero no tengo condición y dios me respondió al instante confía en mi y ve adonde te mando. maravilloso
johanna gonzalez
21 octubre, 2014 a 20:2
este articulo como otro mas me enseña a vivir por la fe inteligente y por la fe agresiva es decir por una verdadera fe pura, por la fe de Dios… hablare de mi: muchas veces me he sumergido en un vaso de agua pensado y usando por la fe emocional viendo una inmensa tormenta donde no veo la salida… mas con este articulo mis ojos gracias a Dios fueron abiertos… están solo lanzarse por entera en una palabra de el con la fe pura y listo. el nos socorre y nos hace ganar cuando parecía todo perdido y vencer cuando estábamos perdiendo. Que maravilloso es El y la fe pura!!!
Elizabeth
12 octubre, 2014 a 20:2
Buenas tardes. Esta palabra viene al encuentro de mi necesidad porque soy una persona que me programo y estructuro y cuando surge lo imprevisto o las cosas cambian yo me desestabilizo y no dejo que Dios guie mi vida… Es algo que tengo que sacrificar.
Gracias Sra por la palabra.
Saludos y bendiciones.
Ágatha Cristina- España
25 junio, 2012 a 18:2
Bnas tardes
Esta fue una de las cosas más difíciles para mi. Dejar que Dios controlase todo. Siempre fui una persona que odiaba los imprevistos. Todo tenía que estar bajo control y si algo repentino sucedía…. me desesperaba.
Ahora, aprendí, a base de pasar muchos imprevistos, que mi confianza plena, mi dependencia total, debe estar en Dios pues ¿será que yo puedo estar al control de todo mejor que Dios? ¿será que depender de Dios no me traerá mayores beneficios que depender de mi y lo que me rodea?
La respuesta , por propia experiencia, es que lo mejor es dejar Tierra, parentela y casa e ir hacia donde Dios nos mande.