86º Día | Ser el Testimonio

86º Día | Ser el Testimonio

1 de Mayo | Lunes | Juan 18.7-9

Jesús entonces volvió a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús el Nazareno. Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; por tanto, si me buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliera la palabra que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno.

¿Qué debes hacer antes de escuchar el audio? Clicka aquí

Hola a todos los internautas, es un placer estar juntos.

“…Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno. Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno…”
Aunque el diablo haya retrocedido y caído ante el Señor Jesús, Jesús permanece allí y todavía pregunta: «… ¿A quién buscáis?»
El Señor Jesús pacientemente insiste ante el diablo que ya había retrocedido y caído.
Cuando estamos definidos, permanecemos resistentes ante aquella decisión que hemos tomado en nuestro interior.
«… dejad ir a estos;»
Jesús estaba diciendo que el problema debía ser resuelto con Él y no con los discípulos.
Obviamente, los discípulos no tenían condiciones de enfrentarse a ese problema, por no haber sido bautizados con el Espíritu Santo todavía.
Ahora, voy a hablar de una parte que me llamó mucho la atención, y que va a resumir todo lo que Jesús está hablando y cómo está actuando:
«Para que se cumpliera la palabra que había dicho: De los que me diste ninguno de ellos perdí.”
¿Recuerdas que Jesús había hablado con su Padre?: «De los que me diste, ninguno de ellos perdí…»
Mira lo que el Señor Jesús le dijo al Padre, y Él mismo se responsabilizó por cumplir con lo que le dijo al Padre.
Amiga internauta, es ahí donde quiero llamar tu atención, porque tal vez tu haces tu oración y sólo hablas de aquello que sientes, y no de aquello a lo que estás decidida.
Aparentemente, hay sinceridad por tu parte, pero… observa, tu hablas con Dios una cosa, y después de esa oración actúas completamente diferente de aquello que oraste …
En otras palabras, tu no te decidiste, sino que apenas hablaste de tus emociones.
Cuando hablamos con Dios usando una fe inteligente, definida, verdadera, responsable, hay una actitud en relación a aquello que hablé con Dios.
Presta atención a lo que tú le dices a Dios.

Porque tal vez no has obtenido resultados, porque haces una oración emotiva, aparentemente sincera, pero os digo algo: Cuando realmente hay sinceridad, tu estás decidida, hablas y actúas.
Por eso amiga internauta, observa tu oración.
Jesús era hijo de Dios, perfecto, pero Él cumplía con todo lo que Él hablaba para el Padre.
Amiga internauta, observa tu oración y participa aquí con tu comentario acerca de cómo ha sido tu oración.
No expreses palabras emotivas, hablando o escribiendo todo bien, sé real, verdadera.
Voy a estar leyendo tus comentarios, pronto estaremos aquí nuevamente.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*